De hace un tiempo...
No existe la perfección, pero en Santander lo más cercano es esto. La relación entre el precio, la cocina, la atención y el local es perfecta. Un trato cercano, pero sin excederse, amabilidad en los camareros, con el chef atento, sirviendo y explicando los platos y las dudas. El local espacioso, moderno, cuidado, con una vajilla original y variada.
Platos con sabores, técnicas y presentación cuidadas.
.
El menú gourmet son 68€ e incluye: 3 Snacks, 7 Entrantes, Pescado, Carne, 3 Postres y Petit fours..
.
Los snacks constaban de una piparra a la parrilla con salsa sabayón e hinojo encurtido, una mantequilla de sardinas ahumadas y pan hojaldrado, macarrón de anchoa y café, y caviar a base de tartar de cachón y ramallo de mar.
Lo que menos me sorprendió fue la piparra, me coincidió con mucha fuerza de picante y mató algo el conjunto. El macarrón estaba increíble, suavísimo, como la mantequilla, que acompañada del panecillo hojaldrado era una gozada. Especialmente interesante resulta el falso caviar de algas y cachón.
.
Los entrantes... - Pimiento rojo asado, con pilpil del asado, crema de ajo asado y esféricos de vinagre. Plato vegetal con una barbaridad de sabor, potencia, brutal. - Aguacate, pilpil de lechuga y caviar. Muy suave, buen sabor, quizás el plato que menos me gustó, pero el pilpil de lechuga es interesante, hecho con un obtenido de colágeno de pescado sin sabor. - Verdinas hidratadas en salmuera con crema de morcilla de año y lacón estilo torreznos fritos. Plato sencillo pero sabroso, con un interesante contraste cremoso de la verdina y la crema y crujiente del lacón. - Foto del caviar de algas con cachón de los snack.
.
Tartar de langostino tigre curado con una holandesa brutal, junquillo de mar y acedera de playa, que le daba un toque ácido/vinagre muy curioso. Este plato era una locura.
-Steak tartar ibérico con una finísima lamina de papada curada. Tenía una saborazo, cremosidad, potentencia, equilibrado, con la papada dando un toque redondo.
.
Chipirón cocinado a baja temperatura, con su tinta e hinojo marino. La textura cremosa del chipirón era una barbaridad, se deshacía en la boca. La tinta le aportaba un sabor a mar potentísimo y en hinojo suavizaba el conjunto. Increíble plato, de los más curiosos. - Arroz de anémonas, confitura de lima, con hierba de rocío. La hierba le daba textura, pero apenas sabor. No era necesario, la potencia de mar y la cremosidad de la anémona daba un toque muy especial al plato. Nunca había comido las ortiguillas/anémonas así.
El sabor, una constante en todos el conjunto.
.
Taco de bonito con aire de vermut caldo del pescado y tomate concasse. El bonito era generoso y estaba limpio, jugoso, simplemente marcado, con un suave toque del marinado que lleva. Hay que destacar el conjunto en general y el gusto que aporta el tomate, increíble.
-Molleja de ternera tan tierna que se deshacía en la boca, con una salsa potentísima, muy cremosa. El couscous estaba demasiado húmedo para mi gusto
.
Postres.
Un barquillo caramelizado relleno de crema de guisante ácido y merengue de café. Brutal contraste templando frío, dulce y ácido, cremoso y crujiente. Una barbaridad de postre.
- Ganache de chocolate negro, helado de vinagre de modena, tierra de maíz tostado, crema de leche al cardamomo. Una locura de contrastes y sabores si se toma todo en su conjunto. Por separado la ganache tenía una potencia increíble.
-Postre de variados sabores y técnicas con helado de pimiento choricero. Este es el que menos me ha llamado la atención.
Manuel EB
.
02 Enero 2021
10,0
Era nuestra primera vez en este restaurante. Nos decidimos por el menú RAICES; el de menor importe 55 euros, pero por la descripción nos parecía muy atractivo. Y no nos equivocamos, EXCELENTE. El servicio muy atento y amable. El lugar es muy bonito, una casona antigua restaurada con toques muy modernos pero respetando los elementos arquitectónicos. un restaurante y una comida de 10. Estamos deseando volver y probar otros menus. nos explicaron que si elegimos el mismo y avisamos cuando estuvimos ultima vez nos cambian todos los platos. por cierto, Intentad os incluyan el arroz de ortiguillas, o el canutillo crujiente con crema de cacao y relleno de quisantes, espectaculares ¡¡¡
Pedro
.
18 Octubre 2020
10,0