Casel La en Valencia

Camarero con poca experiencia y llamando a los comensales “chicos” cuando ninguno excepto yo bajaba de los 60. Les molesto.

vine a comer el menú de medio día y todo estaba DELICIOSO!!! sirven una salsita con el pan que es riquísima, me pedí una capresa de entrante y todo muy fresco, luego pedí una pasta y por último la tarta de pistacho que estaba SIN PALABRAS!! super esponjosa, buenisisisma! además el chico que me atendió super majo! acabo de descubrir un nuevo lugar para venir a comer súper rico y a buen precio :)

Totalmente recomendable!! Todo buenísimo y los trabajadores un 10, súper atentos!!

Muy buen restaurante, muy tranquilo y sin agobios. Precio decente salvo para la bebida que fue muy elevado. Los entrantes muy buenos, pero el plato principal de arroz meloso con gambones me defraudo mucho, no había ningún trozo de sepia o pescado, tan solo un gambon y el arroz sabía muchísimo a ajo, una lastima que el plato principal fuera de tan baja calidad. Postres buenos.

Te venden un vino blanco de 2’30€ en Mercadona por 18 euros la botella y 3’80€ la copa. Es un pena que con la comida buena que hacen hagan estas barbaridades, con lo poco que cuesta vender un vino un poco mejor de 5/6€ por 18€ en el restaurante. Te sientes engañado, no volvería por aprovecharse de esta manera.

Un lugar recomendable, la comida deliciosa El servicio muy agradable y profesional. Laura muchas por tu atención.

En general bien pero ojo con el pan, está muy caro.

Durante nuestra estancia en Valencia decidimos almorzar en familia en este restaurante situado en el elegante barrio del Eixample, y debo decir que fue una experiencia realmente agradable para todos nosotros, incluidos los niños. El Chef Gustavo Casella supo conquistar nuestro paladar con platos sabrosos y cuidados hasta el más mínimo detalle. El menú es variado e interesante, y para los curiosos como yo, incluso hay una pantalla en la sala que muestra videos de las preparaciones del chef, un toque que hizo que la experiencia fuera aún más atractiva. Entre las propuestas nos llamaron la atención las anchoas marinadas sobre crema de aguacate y las gambas a la plancha al aroma de romero, pero las croquetas de toro y el pulpo con patatas asadas también estuvieron realmente deliciosas. A mi marido le encantó el bistec, tierno y sabroso. Un gran punto a favor del restaurante es la atención hacia los más pequeños: hay disponible un menú dedicado a los niños, y mis hijos, de 3 y 6 años, quedaron encantados con su helado de chocolate y nata. Para los adultos, el postre fue la guinda del pastel: una tarta calentita rellena de toffe cremoso, sencillamente divina. El personal fue amable y servicial, muy atento incluso a las necesidades de los más pequeños. ¡Felicidades de verdad! Un lugar que recomiendo encarecidamente para quienes buscan una cena refinada pero también apto para familias.

La comida buena, servicio muy bueno, aunque uno de los camareros iba un poco desastrado vestido. El precio lo peor, te enganchan con 18€ y si te pasas en pedir vino nuestra cuenta ascendió a 130€ para 4. Se pasan un montón cobrándote 24 € por un vino normalito. Y 2 postres que no entraban . La acústica mala, mucho jaleo. Se salva la rapidez

Ala atención de Ailyn... Una camarera increíble! Repetiremos solo por ella.