Restaurante Ca Teresa en Valencia

Después de una ruta soleada por El Saler entre el mar y la Albufera reservamos deprisa y corriendo en Ca Teresa. No sabíamos si decantarnos por una picaeta y una paella así que nos decantamos por las dos. Un grupo de tres, empezamos marchando las bebidas y pedimos el servicio de pan, el tomate con ventresca, un clásico, abundante con piparra, el tomate con El Perelló al lado me lo esperaba más sabroso. Marchamos también el esgarraet con mojama, brutales los pimientos con el bacalao y el toque de la mojama, genial también. Otro clásico que no falló fue la puntilla, buena ración y muy bien rebozada, genial. Lo importante, a lo que vinimos, el arroz, de toda la carta, muy amplio en cuanto a lo que arroces se refiere. Marchamos un arrroz negro, que sirvieron de manera diligente, y menos mal porque estábamos hambrientos. El punto del arroz está muy bien, con muchos tropezones, y muy sabrosa la paella. Al final, en torno a 35 euros, genial atendidos.

El caso es que pedí un bocadillo y al traérmelo vi que no era como me esperaba, de todas formas no me apetecía quejarme por una tontería. Un familiar decidió comentarlo igualmente y para mi sorpresa, y a pesar de haber insistido tanto al camarero como al cocinero de que estaba bien y no era para tanto, me trajeron otro bocadillo "a mi gusto". En resumen, no hay restaurante perfecto pero cuando te tratan así de bien da gusto hasta crear una cuenta para comentarlo. Mis dieces