Casa Rufo en Bilbao

Leímos sobre este lugar en Culture Trip, un sitio al que solemos recurrir cuando no sabemos qué elegir, sobre todo al comer en un sitio nuevo. Nos habíamos saciado de pintxos y nos apetecía algo especial para nuestra última noche. Este sitio no nos decepcionó. El local es encantador y original, con mesas distribuidas en diferentes salas y paredes adornadas con productos delicatessen, aceites de oliva, todo tipo de bebidas alcohólicas, baratijas y recuerdos vascos. Nos sentimos a gusto enseguida a pesar de ser una tranquila noche de martes. Y lejos de los concurridos lugares turísticos del casco antiguo, tuvimos la sensación de estar cenando entre gente local mientras el local se llenaba. El maître nos explicó que había encontrado nuestra reserva fácilmente, ya que éramos los únicos extranjeros en el sistema. Optamos por algunas medias raciones para compartir y, por supuesto, el famoso chuletón. El pato ahumado estaba realmente increíble, al igual que las anchoas del Golfo de Vizcaya en un baño de aceite de oliva excepcional, con un pimiento asado y unas aceitunas. No tuvimos tiempo de pensar en el pan antes de que nos lo ofrecieran y nos lo trajeran: dos panecillos crujientes individuales, bien calentitos. La ensalada de bonito también estaba fantástica, con una vinagreta deliciosa y, francamente, ¡enorme para media ración! Sin quejas. Luego llegó el filete, chisporroteando en una sartén de hierro fundido y cocinado a la perfección con ese increíble sabor añejo que se consigue con los cortes madurados con hueso. Lo acompañamos con unas copas de txakoli para mí y para mi pareja, que supusimos que sería un tinto de la casa. Echamos un vistazo a la carta de vinos, pero el que sirvieron rápidamente en la copa de mi pareja era generoso, intenso, con aroma a roble y simplemente perfecto. Sinceramente, nos sentimos a merced de un personal que sabía cómo hacer su trabajo. Sin pretensiones, sin pretensiones, solo productos increíbles y un personal muy trabajador. Como ya he dicho, estaba tranquilo y, la verdad, agradecimos que un grupo grande viniera después de nosotros para animar un poco el ambiente, pero eso no debería disuadir a nadie de reservar. Me lo imagino absolutamente electrizante durante una hora punta de almuerzo o el fin de semana. La cuenta final fue sorprendentemente razonable considerando lo que comimos y el trato recibido. Un final perfecto y especial para nuestra estancia en Bilbao.

De entrantes probamos las croquetas, el rebozado estaba rico sin embargo no las volvería a pedir puesto que para mi gusto las de huevo cocido son muy insípidas. A continuación hongos salteados con foie estaban ricos pero la salsa es demasiado dulce. De plato principal pedimos chuletón a la brasa, las patatas estaban muy saladas y el chuletón estaba bueno pero los he comido mucho mejores. De postre pedimos tarta de queso y estaba muy rica.

Un menú excelente en un ambiente exquisito.

Comida y servicio espectacular. La ensalada de ventresca buenisima, el chuleton espectacular.

Un excelente restaurante que también es una tienda de delicatessen. No entraré en detalles de todos los platos que comimos allí, pero desde la calidad de la carne hasta los últimos platos, fueron maravillosos.

Se come de p.... madre.Comida tradicional vasca.

Sin duda un sitio de nicho al que siempre acudir en tu visita a Bilbao. Un sitio acogedor, auténtico, único y con un ambiente de los que ya apenas quedan. Parezca que estás comiendo en la bodega de una trastienda de antaño. Es un lugar que siempre repetimos.

Comida increíble, servicio súper profesional y espacio precioso. Un 10!!

Fuimos a cenar un chuleton que tienen fama de tener buena carne y no nos defraudó. Primero tomamos unas croquetas de huevo, espárragos y hongos con foie. Medias raciones para picotear. Todo excelente pero si me tengo que quedar con uno solo, los hongos con foie.Una maravilla. Daba pena terminarlos. Luego nos pusieron una carne realmente buena. Con su plsto caliente para pasarla pero estaba tan buena que la comí tal cual la trajeron. De postre tomamos goxua y tarta de queso. Esta última no podéis dejar de probarla. Es espectacular. Acompañada de un helado de queso muy rico también. Una cena maravillosa y un lugar muy tranquilo y peculiar. Volveremos seguro.

Me encanto conocer esta tienda de alimentación de toda la vida, reconvertida en asador. Está todo muy conseguido precisamente por ser autentico. La cocina es tradicional y trata con mimo su muy buen producto. El trato es pr-oximo y agradable. Muy buena carta de vinos y una carne a la brasa de extraordinaria calidad y primorosa parrilla. Altamente recomendable