Casa Pego en Mazaricos

Es noviembre y esta casi todo cerrado, encontré este sitio en la carretera y comí un menú del dia por 12€ que estaba muy bueno, Potaje de chorizo con garbanzos y patatas, una fritada de pulpo, yogurt y cafe, trato muy amable por parte de los dos. Comida casera muy rica, raciones muy generosas, y a destacar el pan increible! Gracias

Visitamos Casa Pego con ganas de probar su churrasco, que parece ser uno de los platos más recomendados de la casa. La experiencia fue, en general, correcta, aunque con algunos matices. Comenzamos con unas croquetas rellenas de churrasco, que fueron sin duda el detalle más original del inicio. La idea es buena y el sabor acompañaba: cremosas, con un relleno sabroso y bien logrado, aunque tal vez se echa en falta un poco más de intensidad en el sabor del churrasco. Aun así, una buena manera de empezar. De segundo pedimos la media tabla de churrasco, que resultó ser más que suficiente en cantidad. La carne estaba bien hecha, tierna y con un buen punto de sabor, aunque sin llegar a sorprender. Lo que no me convenció fue el detalle de que las patatas vengan colocadas debajo del churrasco. Es un detalle menor, pero que afecta a la presentación y al conjunto del plato. El postre es donde Casa Pego brilla un poco más. Probamos la tarta de piña y la tarta de queso, ambas caseras y realmente muy ricas, con una textura suave y un sabor auténtico. Sin duda, el mejor cierre posible para la comida. El trato fue correcto, sin demoras ni problemas, y el ambiente del local resulta agradable, sencillo y acogedor, sin grandes pretensiones pero cómodo para disfrutar de una comida tranquila. La conclusión es que churrasco estaba rico y en general se come bien, pero no encontré ningún detalle que me hiciera querer volver especialmente. Es un sitio cumplidor, donde se come correcto y a gusto, pero sin destacar frente a otras opciones similares.

Visitamos Casa Pego con ganas de probar su churrasco, que parece ser uno de los platos más recomendados de la casa. La experiencia fue, en general, correcta, aunque con algunos matices. Comenzamos con unas croquetas rellenas de churrasco, que fueron sin duda el detalle más original del inicio. La idea es buena y el sabor acompañaba: cremosas, con un relleno sabroso y bien logrado, aunque tal vez se echa en falta un poco más de intensidad en el sabor del churrasco. Aun así, una buena manera de empezar. De segundo pedimos la media tabla de churrasco, que resultó ser más que suficiente en cantidad. La carne estaba bien hecha, tierna y con un buen punto de sabor, aunque sin llegar a sorprender. Lo que no me convenció fue el detalle de que las patatas vengan colocadas debajo del churrasco. Es un detalle menor, pero que afecta a la presentación y al conjunto del plato. El postre es donde Casa Pego brilla un poco más. Probamos la tarta de piña y la tarta de queso, ambas caseras y realmente muy ricas, con una textura suave y un sabor auténtico. Sin duda, el mejor cierre posible para la comida. El trato fue correcto, sin demoras ni problemas, y el ambiente del local resulta agradable, sencillo y acogedor, sin grandes pretensiones pero cómodo para disfrutar de una comida tranquila. La conclusión es que churrasco estaba rico y en general se come bien, pero no encontré ningún detalle que me hiciera querer volver especialmente. Es un sitio cumplidor, donde se come correcto y a gusto, pero sin destacar frente a otras opciones similares.

Muy buen sitio para comer menú diario, aparcamiento regular para camiones, pero por lo demas merece la pena parar a comer Rapido, buen comida y barato👌

Un restaurante de carretera con menú aceptable. Si pides a la carta no compensa

Como siempre impresionante. Atentos siempre y la comida rica rica. Me tarda volver.

Trato fenomenal por parte de su personal, magnífica atención y sabrosísima comida en este lugar. Un 10/10, muchas gracias por todo.

Buen lugar para comer (sobre todo si pides el menú del dia). Si te sales del menú lo más probable es que tarden bastante en servirte). La calidad y cantidad de la comida es muy buena y abundante. El ambiente es el del típico bar de carretera que sirve menús del dia a trabajadores.

Un lugar para volver a comer, sin duda

El mejor entrecot y solomillo que hemos comido en mucho tiempo. La atención fenomenal. Volveremos seguro!