Casa Pedro en Santa Eulalia de Oscos

Fuimos un grupo de amigos a comer llamamos ha hacer la reserva y genial súper buen trato pedimos que nos hicieran fabes. Estaban buenísimas y de 2° yo pedi croquetas de cabrales que estaban estupendas y mis amigos pidieron entrecot de vaca y otros cachorros y de postre tarta de 3 chocolates tmb buenísima comimos todos de 10 sin duda repetiremos ya que la comida 10/10 y además el trato super cercano de verdad lo recomiendo mucho

Todo increíble. Camareros súper amables, comida riquísima y sitio espectacular

Un fin de semana perfecto. El tiempo y las carreteras para la moto estaban perfectas. Y las habitaciones comodísimas y amplias. La cena espectacular, cachopo riquísimo, cordero guisado también y el bacalao a la montañesa una mencion aparte, espectacular. Esperamos volver en breve.

Almorzamos en el restaurante y todo estuvo muy bueno. El servicio fue excelente y muy amable.

Estuvimos comiendo el sábado 5/04, todo buenísimo, el rollo de repollo con bacalao, delicioso y me quedo corto

Si buscas perderte en un entorno natural privilegiado, sin ruidos ni pubs ni supermercados ni atascos, este es el lugar; pero si ademas tienes la suerte de poder alojarte y comer en Casa Pedro, entonces ya es el paraiso.

Todo riquísimo, y los dueños encantadores, fuimos a comer y nos gustó tanto que al día siguiente repetimos! El pote para mí lo mejor!

Acabamos de comer allí. Todo riquísimo, croquetas, boletus al ajillo (muuuy rico), cachopo, flan de queso… muy bien de precio, de sabor y calidad, recomendadisimo! Además fueron muy agradables dejándonos una mesa dentro, apartada, para estar con el perro que hoy llovía mucho! Volveremos!

Suscribo lo que ha comentado algún otro cliente: me faltan estrellas para poner. La habitación era muy bonita y cómoda. Estaba exageradamente limpia y calentita (que yo eso lo valoro mucho). Ni un ruido en toda la noche, que también es importante. En el restaurante tuvimos la suerte de degustar los dulces de Mari en el desayuno. En este caso: rosquillas, galletas, bica (creo), mermelada casera...Mmmm delicioso todo. A la hora de comer elegimos pote de berzas y cabrito. Madre mía, qué placer. El hotel es precioso, lo tienen con gusto, está en una zona súper bonita de Santalla y con unas vistas al valle preciosas (vimos hasta el arcoiris) Por último, tanto Pedro, como Marcos, como Mari como la camarera que nos atendió, unos amores. Da gusto encontrar a gente alegre, amable y que se esmeran tanto para que los clientes quedemos satisfechos. Tendré la suerte de volver muy a menudo a disfrutar tanto del hotel, como del resturante para probar ¡¡todo¡¡

Solo estuvimos en el restaurante. Comida casera muy rica, muy buen precio y servicio muy agradable, lugar con encanto y buenas vistas...