Casa Mortero en Madrid

Geniales tanto el servicio como la comida. Para repetir, sin duda.

Es un gusto poder comer de verdad en Madrid sin postureos ni tonterías. Fuimos tres parejas a cenar y fue una pasada de rico todo. El camarero cubano nos acompañó toda la cena y nos recomendó. Pedimos torreznos con papatas meneás y al primos hablar de Segovia nos comentó que el jefe de cocina era segoviano. Salió a saludarnos y nos invitaron a una entraña con migas espectacular. También pedimos al centro una ensaladilla de piparras y unos escabeches u ostras individuales. Todo estaba de escándalo. Cada persona eligió luego un segundo. Arroz con pato y trigueros, chipirones a la brasa, rodaballo, carne madurada… Todo muy bien ejecutado. No podía faltar de postre el flan de leche quemada. También probamos la torrija. Con un vino de Alicante durante toda la cena. Salimos a un ticket medio de 48€. Raciones abundantes y buena relación calidad precio.

Es un local elegante con una atención exquisita. Me gustaron mucho los escabeches. Son escabeches muy suaves y hechos con un toque muy sutil. La Ventresca estaba simplemente espectacular. Creo que he comido muy pocos platos a ese nivel. Lo que me mató fue la ensaladilla. Me encanta la ensaladilla y creo que es un plato que se abre a muchas posibilidades. Pero la de aquí, a pesar de la complicación de ingredientes, no me gustó nada. Simplemente plana. Finalmente indicar que el local estaba lleno, pero éramos los únicos locales cenando ahí. De precio me parece que está correcto

Simplemente impresionante. En este restaurante todo es de 10. Lo primero sus camareros que están siempre pendientes sin agobiarte, ayudándote a elegir y con una amabilidad que he visto muy pocas veces. Lo segundo la comida: productos básicos con un toque novedoso, con una calidad y elaboración excelente. Nosotros comimos ensalada dd tomate con atún, pimientos de padron y del piquillo, los famosos torreznos, ventesaca a la brasa, chipirones.. todo exquisito. Y los postres no pierden comba: flan y tarta de queso. Y todo en un ambiente muy agradable y muy bien situado. No se puede pedir más. Enhorabuena. Sin duda repetiré.

Carta variada de entrantes, primeros y postres. Todo delicioso y las patatas fritas muy ricas que te dice mucho de un restaurante que cuida los detalles.

Excelente. Altamente recomendable

Cena en familia. Todo lo que pedimos estaba muy bueno y la atención magnífica. Muy recomendable.

La comida muy buena, tanto el rodaballo a la brasa, que estaba buenísimo, como el arroz con pato y la tarta de queso.

Habíamos comido muy bien en Madrid un año antes, pero le pedimos al conserje del Hotel Pestana Plaza Mayor un lugar que sirviera cocina española, "pero con un toque". Casa Mortero cumplió con creces el reto. De principio a fin la comida fue exquisita. Primero, el ambiente. ¡Un interior tranquilo, escandinavo y cálido con clientes de todas las edades sonriendo sobre sus platos! Personal sonriente también, especialmente nuestro servidor muy servicial, Marcos. Incapaz de elegir entre la tripa madrileña - pata de cerdo y hocico, carne de res profundamente curada y las albóndigas de res con salsa ibérica y pimientos rodaballa, Marcos se ofreció a servir medias porciones de cada uno a mi marido. Yo tenía rodaballo a la parrilla con rodajas de patata asadas en una salsa de ajo ligero. Compartimos chiles piquillo a la parrilla. El acabado perfecto fue Flan leche tostada - Flan de leche tostada con AOVE, celestialmente suave y sedoso. Regresando las luces de las fiestas seguían encendidas en la Plaza de Canalejas. ¡Una vista mágica después de una comida de un chef que debería tener aún más estrellas! Gracias.

Cena chaminera y reencuentro. Reserva. Sitio agradable y se podía hablar. Yo llegue tarde y probé la presa espectacular y el rabo de vaca que era delicatesen. Lomo alto y los postres, cada cual mejor. El flan gana. Personal, estuvimos con Diego, divertido y profesional. No hace falta recordar más de una vez que el turno se te acaba a una hora. Cerveza y vino Riviera. Por 60€ sales bien. Volverías? More mortero