Casa Mortero en Madrid

Gran lugar para una cena y vino español.

Siempre fantástico comer en Casa Mortero. Con una relación calidad precio de lo mejor de la ciudad

Pedi ostras, rodaballo a la brasa y flan de leche tostada. Todo excelente. La ubicación es muy buena y el trato amable y educado. Como único pero que las meses estaban un poco pegadas por la disposición del local

Cenamos en Casa Mortero el pasado sábado (mi hermano, un amigo y yo) y la experiencia fue de principio a fin, sencillamente excepcional. El ambiente es de diez: el local es acogedor y cálido, perfecto para una cena entre amigos. El trato fue espectacular; el personal es atento y te hacen sentir como en casa. Un detalle que agradecimos fue la deliciosa crema de champiñones de cortesía al inicio. La propuesta gastronómica es sobresaliente. Tuvimos unos entrantes de lujo: los tomates en escabeche son espectaculares y una visita obligada. Las croquetas y la ensaladilla estaban a la altura. Como plato principal, el Lomo de vaca vieja es de una calidad exquisita, cocinado a la perfección. Una carne inolvidable. Y los postres merecen un capítulo aparte. Tuvimos que probar el famoso flan, y confirmamos el rumor: ¡es, sin duda, el mejor flan de Madrid! Una textura y un sabor perfectos. La torrija es también maravillosa. Un lugar de 10!

Muy buen servicio, muy buena comida, gran ambiente. Lo recomiendo.

Un Restaurante de 10. Nos atendió Marco, nos aconsejó y fue un éxito en todo, muy amable y un buen profesional , el de Cuba y nosotros de Cadiz.. Gracias Marco , y te esperamos por aquí abajo

Este restaurante merece 10 estrellas. La comida ingeniosa, única, deliciosa, la atmósfera fantástica, ligera y por último quiero mencionar el servicio estupendo. Primero, fuimos recibidos por Juan quien muy amablemente nos ayudó con una mesa, ya que por error cancelé mi reservación cuando lo que buscaba era cambiar la hora. Importante llamar en vez de tratar de hacer cambios "online". Por supuesto, ya mi mesa se había ocupado en segundos y Juan nos acomodó en una mesa alta en la entrada. ¡Qué suerte la de nosotros!!!...esta ubicación nos pareció genial y disfrutamos mucho el estar en un contacto más directo con el personal que labora en el restaurante. Segundo, fuimos atendidos por Henry. Henry ha sido el mejor camarero que nos ha servido en muchísimo tiempo. Su atención hacia nosotros nos hizo pasar una noche maravillosa, como si fuéramos parte de la familia del restaurante, o clientes recurrentes. Todas sus sugerencias fueron 100% acertadas. El vino, la entrada (pedimos Torrezno), El pulpo hecho de una manera que solo lo veras en Casa Mortero, y cerramos con la mejor tarta de queso. Por último, este restaurante es de una calidad insuperable por un costo que te sorprende al ser estrella Michelin. 100% vale la pena visitarlo.

No está en una calle animada, su decoración no es ostentosa, pero la comida y el servicio son excelentes. Terrenos, croquetas, cayos (sí, callos), ensalada de tomate, ostras, flan y chocolate con pan rallado y aceite de oliva... todo lo mejor que he probado en Madrid, y los madrileños comen de maravilla prácticamente en cualquier sitio. La selección de vinos es estupenda... déjese aconsejar, las recomendaciones fueron todo un acierto.

Desde el momento en que cruzamos la puerta nos cuidaron. El restaurante en sí está muy bien hecho, desde la decoración hasta los platos. El personal era profesional pero amable. Pudieron aconsejar sobre opciones de platos y acompañamientos. Nos trajeron una divertida bolsa de gazpacho. Sin embargo el giro fue que este se hizo con remolacha, pepino y tomate y los sabores se equilibraron a la perfección. Una advertencia aquí. No te sorprendas cuando llegue el plato principal. Este no es su lugar recomendado Michelin normal. ¡Las porciones son enormes! Mi compañero tenía la cola de buey que fue deshuesada en la mesa y tirado antes de ser presentado maravillosamente por nuestro camarero fabuloso. Tenía el lomo de ternera que estaba cocinado a la perfección. Obviamente estábamos llenos después de nuestro plato principal, pero sabíamos que no podíamos perdernos un postre en un lugar tan bueno como este. Ambos elegimos la tostada francesa con compota de manzana y helado de galleta. Cada elemento era sublime. Nuestra única queja es que este lugar no está abierto para el desayuno!

Maravillosa comida deliciosa. Servicio amable y relajado. En general una comida fantástica en un hermoso restaurante cerca de la actividad de la ciudad central. Maravillosa experiencia