Casa Marcelo en Santiago de Compostela

Nos encantó este restaurante, lo recomendamos encarecidamente.

Delicioso menú. Supimos lo que comíamos a medida que iban llegando, teniendo siempre opción de que te lo cambiaran. Muy buena experiencia

⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ Una experiencia espectacular en todos los sentidos. La atención del equipo fue impecable, el ambiente tiene un encanto especial y la decoración está cuidada al detalle. Todos los platos deliciosos, pero el de berberechos fue una auténtica maravilla. Todo estaba brutal. Sin duda, se merecen la estrella michelín❤️

Experiencia increible, ya visitara otros estrella michelin, pero sin duda uno de los mejores por no decir el mejor. El ambiente maravilloso, cercania a la cocina abierta donde puedes observar la profesionalidad de los cocineros mientras comes. El servicio de 10 tambien, muy amables y siempre pendientes de todo. Y el menú degustacion inmejorable. Luis, el jefe de cocina, nos vino explicar el menú y al final a despedirse, muy profesional. Recomendable visitarlo 100%.

La experiencia culinaria en Casa Marcelo fue excepcional: ingredientes excelentes, cocina impecable y una cálida bienvenida. ¡Un verdadero descubrimiento! Disfrutamos muchísimo conversando con Marcelo sobre su trayectoria como chef en Francia. ¡Muy recomendable!

Una bienvenida cálida y atenta. Una experiencia culinaria excepcional: la recomiendo ampliamente para gourmets.

Casa Marcelo: Maestría en Mariscos Gallegos Casa Marcelo, el aclamado restaurante con una estrella Michelin en Santiago de Compostela, ofrece una experiencia culinaria de primera clase centrada en los delicados sabores del marisco gallego. La carta del chef Marcelo Tejedor es una obra maestra de sutileza, tratando cada ingrediente con precisión para realzar su frescura natural. Un punto a destacar es el sorbete, que va más allá de un simple limpiador de paladar para convertirse en una parte sorprendentemente creativa y esencial del menú degustación. El servicio es atento, puntual y absolutamente discreto, garantizando un flujo de comida fluido y agradable. El equipo es profesional, facilitando la experiencia sin restarle protagonismo a la comida. La única pequeña crítica se refiere al espacio físico: las mesas están ubicadas muy cerca unas de otras. En un entorno donde los matices de un menú delicado exigen toda la atención, la charla de los comensales vecinos puede, lamentablemente, ser disruptiva, restando algo de intensidad a la, por lo demás, impecable inmersión gastronómica de primera clase. A pesar de este pequeño problema de espacio, Casa Marcelo sigue siendo un destino culinario imprescindible.

Visitar Casa Marcelo ha sido una experiencia gastronómica excepcional. Optamos por el menú degustación, compuesto por ocho platos, y además pedimos fuera de carta el bogavante, que sin duda recomiendo al 100%. Cada plato fue una pequeña obra de arte, tanto en presentación como en sabor. Algunos destacaban más que otros, pero todos mostraban una gran elaboración y una mezcla muy equilibrada entre creatividad y producto local. En mi caso, el plato que más me sorprendió fue la sardina ahumada, presentada al estilo nigiri: una combinación perfecta de técnica, textura y un sabor profundo que se queda en la memoria. El ambiente del restaurante acompaña a la perfección la experiencia: cercano, relajado y con un servicio atento que refleja el mismo mimo que hay en la cocina. En conjunto, Casa Marcelo ofrece una propuesta donde se fusionan tradición y vanguardia, con ingredientes de primera y una atención que te hace sentir parte del lugar. Una experiencia que merece la pena vivir al menos una vez si te apasiona la gastronomía. 🌟

Una experiencia magnífica. Me ha encantado todo!! Todo el personal es super amable y la comida es espectacular. Todos hacen un trabajo excelente. Super recomendable!

Casa Marcelo, excelente ambiente, buena experiencia de la cocina y mesas compartidas, la comida deliciosa, la presentación perfecta. La atención notable, pero es incomodo tener que aguantar, en un restaurante de este calibre, un esfuerzo de venta excesivo. La experiencia fue opacada por la constante insistencia que compremos comida y bebida adicional.