Casa Luis en Llanera

Los callos son de 10, es el único sitio donde los como. Los probé porque tenía una pintaza, nunca comiera callos y me encantaron.La torrija exquisita ,las carrillos buenísimas y la atención y el trato de 10 Gracias a Noelia a su padre y al equipo que tienen detrás el 1 de marzo sin duda volveremos a vernos.GRACIAS

Bello lugar rural en el concejo de Llanera. Fuimos a degustar sus famosísimos callos. Fabuloso el trato recibido, destacando especialmente a su Gerente ( Noelia). Los mejores callos que jamás había probado, haciendo honor a su fama.Tiene unos riquísimos postres. Lo único negativo, conseguir una reserva, pero sin ninguna duda que volveremos.

Excelente. Callos de escándalo.

Comimos genial. No sé si están más buenos los callos o las carrilleras, pero están espectaculares tanto los callos como las carrilleras. Gran variedad de postres caseros. El servicio es genial porque todos los trabajadores son encantadores. Recomiendo 100% que vengáis a comer aquí, siempre y cuando logréis reservar una mesa…

Es el Templo de los Callos. Solo una palabra Fantásticos.

Todo buenísimo,los callos,las carrilleras,el picadillo....y una mención especial para los postres caseros.Una locura

De cine, un diez en todo, los callos, el arroz con leche, el trato, un lujo, deseando volver!!!

Buen atendímiento,buen aparcamiento y precios razonables.Para volver.

La carta se centra en platos asturianos tradicionales, elaborados con producto local y sin artificios. • Los callos son el plato más famoso: tiernos, sabrosos y con un punto justo de picante. • También destacan el picadillo con patatas, el adobo de cerdo y otros guisos caseros que cambian según la temporada. • Entre los postres, no te puedes perder el arroz con leche requemado ni la tarta de almendra y pera, ambos caseros y deliciosos. Las raciones son generosas y el precio, aunque algo más alto que hace unos años, sigue siendo razonable para la calidad que ofrece. Valoración final Casa Luis es una parada obligatoria para quienes disfrutan de la cocina tradicional asturiana. No esperes lujos ni platos modernos: aquí lo importante es el sabor, el mimo y la autenticidad. Ideal para una comida tranquila en buena compañía y con sabor a pueblo.

Un clásico de los que quedan pocos. Callos, sí o sí, y carrilleras. Excelente calidad y muy buen trato.