Casa Cristina en Ribera de Arriba

Después de algunos intentos ..que coincidieron con su día de descanso o en qué no había sitio por qué todo estaba reservado , hoy por fin disfrutamos del menú de casa cristina ..supero las expectativas que llevábamos .cocina que hace honor a la tradición ..trato impecable ..todo junto hace que la mezcla sea muy recomendable y que quiera volver .gracias por la atención y vuestra comida es de diez aunque aquí tenga que poner cinco

Lugar precioso y muy bien cuidado en un entorno muy agradable, a tan sólo 10' de Oviedo. No quise probar la fabada en ningún lugar que no fuese en casa cristina tras los comentarios leídos y me alegro mucho de la decisión. Nos fuimos de nuestro viaje de 14 días por Asturias de la mejor de las maneras. El producto que sirven es espectacular. Un menú con tres primeros y tres segundos que da mucha confianza, al ser comida preparada diariamente. De primero pedimos fabes con almejas y fabada, de la que nos dejaron repetir lo que quisiésemos sin problema. De segundo pedimos el Pitu, (pollo de la zona) y cordero, e igualmente espectacular. A los postres llegamos ya que no podíamos más, pero igualmente riquísimos. La experiencia fue de 10. El servicio de las chicas que nos atendieron fue maravilloso al igual que la simpatía de la Sra. Cristina, que de vez en cuando salía a dar un paseito y con la que pudimos charlar. 100% recomendable. No dudéis en hacer una parada en este lugar porque no os arrepentiréis. Si quieres comer en el jardín tenéis que decirlo a la hora de hacer la reserva. Si vais sin reserva no podréis comer. Casa Cristina es uno de los 5 mejores santuarios de la fabada.

El primer plato te da para repetir hasta tres veces, todo buenísimo. Recomiendo el pote y la tarta de queso!

Comida casera y espectacular!! Un 10! Sitio para repetir. Personal atento, el servicio fue rapidísimo y la comida exquisita.

Carta muy reducida, siempre igual. Eso es un éxito. Funciona, pala nunca cambie. Todo está muy rico. Merece mucho la pena. Seguiremos viniendo

Han renovado sus instalaciones pero, la comida, sigue estando buenísima y, 💯 x 💯 casera

Muy recomendable nos han tratado muy bien y la comida típica asturiana muy buena

Es un lugar verdaderamente especial; tiene una magia única, un ambiente cálido y un sabor que te hace sentir como en casa.

Un sitio al que solo se va por indicación expresa dado lo apartado que está de cualquier ruta general. Llegue un miércoles a las 13,30 horas, ya estaba todo reservado u ocupado, esperé media hora y quedó una mesa libre. El lugar es la planta baja de un chalet privado con su jardín alrededor, ubicado en una zona montañosa con bonitas vistas. Tiene dos comedores, uno para unas 60 comensales y otro que no vi. Se limitan a tres primeros, tres segundos y tres postres; a elegir uno de cada apartado, con pan y vino de la casa, por un precio de 25€. Ese día los primeros eran pote asturiano, fabas con almejas y fabada. Los segundos eran pollo campero, cordero y rollo de bonito y los postres eran arroz con leche, flan y tarta de queso; el vino de la casa era Faustino Ulecia. Yo pedí fabada, estaba salada de más, por lo demás aceptable y servida en fuente para repetir; un aprobado alto; con la sal correcta un notable. Pollo campero con patatas fritas en cuadrados bañadas en la salsa; si era pollo campero, sirven un zanco justito, se agradecería el pollo algo más hecho, un notable. Fuera del menú pedí el cordero, venía con la misma salsa y patatas que el pollo, pero se habían pasado con el orégano; sirvieron dos trozos grasientos sin apenas carne, por 10€, un suspenso. No pedí postre pero me cobraron todo el menú.

Todo es increíble. No dejéis de probar la fabada y el Pitu caleya. La tarta de queso es de otro mundo. La mejor comida asturiana 100%