Casa Ciriaco en Madrid

A pesar de ser un plato típico, le faltaba condimento y la sopa de entrada, que son fideos finos, estaba muy salada e imposible de comer.

Restaurante de cocina clasica madrileña, con algunas especialidades. Buena carta de vinos. Servicio muy correcto y profesional. Platos abundantes. Un lugar con encanto castizo. Un clásico ! Para mejorar: La ternera estilo de la casa: estaba un poco dura. Las empanadillas de rabo de toro: muy aceitosas. Precios un poco elevados.

Casa Ciriaco, una experiencia agradable, destacando especialmente por su excelente servicio y la calidad de la comida. El camarero Edgar merece una mención especial. Su atención fue excepcional, superando lo habitual en restaurantes españoles. Estuvo pendiente de servir el vino cuando era necesario y ofreció recomendaciones acertadas. Si visitas, te sugiero que pidas que te atienda él. La comida fue deliciosa. Comenzamos con un plato fuera de carta de setas silvestres que fue una grata sorpresa. Los platos principales - callos, chuletón y albóndigas - destacaron por la calidad de la carne. Lo que más te recomiendo de lo anterior es el chuletón y las setas. El pastel de queso como postre fue el broche de oro perfecto para la comida. Un dato interesante: cuentan con espacios en la planta baja para grupos de hasta 20 personas, ideal para reuniones o celebraciones. Aunque no diría que es una parada obligatoria, si me encuentro en la zona, definitivamente consideraría volver. Una experiencia gastronómica muy satisfactoria en general.

Después de olvidarseuno de uno de los ingredientes principales del cocido (la carne de ternera) de 29€ por persona, no fueron capaces de tener un detalle. Pero eso sí, nos dijeron que la próxima vez nos ponían dos trozos..... Vaya una contestación!!!

Sitio aparentemente de corte tradicional en el que comimos un cocido para 5. Hace años que no como un cocido tan malo. La sopa no era del cocido, sino de Aneto o peor. Nos la trajeron pronto y sin los otros vuelcos. Cuando pedimos más la trajeron a la media hora. Luego trajeron los garbanzos, duros como piedras acompañados de 2 ridículas patatas y borraja de la mala. Lo único que se salvo fue la carne, por ver algo positivo, ya al pollo solo le falta salir volando. En fin, un desastre. El servicio fue desquiciados y la cerveza caliente.

Excelente elección para el centro de Madrid. Entre Sol y Palacio Real. Cocina de cuchara y excelente servicio. Muy recomendable

Restaurante abierto desde el siglo XIX, buen ambiente, muy taurino por las fotos del comedor. Excelente trato y comida de buena calidad. Precio aceptable.

Bar típico de Madrid de los que ya no quedan, para tomar unas cañas y picar algo perfecto

Muy concurrido local en el centro de Madrid. Llegamos y no cabía un alma, de hecho tuvimos suerte de encontrar un pequeño rincón en la barra. Buenas cañas, buen vermuth, muy buenos callos a la madrileña.

Inmejorable servicio: atento, rápido, discreto, profesional... Local con sabor añejo y con encanto. La comida excelente, destacando la gallina en pepitoria en su receta tradicional y en cantidad más que suficiente. Los callos con garbanzos riquísimos, a pesar de no ser un plato para la época estival. Exquisito el postre de milhojas con crema. Buena relación calidad precio. Tendremos que volver para probar más cosas.