Casa Aurelia en Villaviciosa

29/08/2025: He veraneado en Asturias durante 40 años y he probado muchas fabadas, algunas realmente memorables. Esta estaba buena, sí, pero sinceramente no justifica los 24 € que cuesta. Pedimos fabada para dos personas, y nos sirvieron claramente una sola ración, algo que notamos demasiado tarde, ya al salir. El compango era escasísimo: un trocito diminuto de chorizo, otro de morcilla y un poco de lacón. Daba pena verlo. Además, servida en lo que parecía una ensaladera y algo templada, no en su punto. He comido fabadas iguales o mejores como parte de un menú del día, con más cantidad, mejor presentación y por mucho menos. El arroz con leche fue lo mejor, muy bueno, todo hay que decirlo. Pero lo que me pareció directamente mal fue que nos cobraran 2,50 € por una botella de agua del grifo, con la excusa de que pasa por un filtro. Me parece un abuso y, además, es ilegal. Según la Ley de Residuos de 2023: > "Los establecimientos de hostelería deben ofrecer agua del grifo gratuitamente si el cliente la pide." No están obligados a ofrecerla por iniciativa propia, pero sí a servirla gratis si se solicita. No es el caso aquí. El servicio fue simplemente correcto. La camarera no fue especialmente amable ni atenta. El local es pequeño (solo tres mesas ocupadas) y aun así no se aseguró de que el pedido estuviera bien servido. He leído que el restaurante ha ganado premios, pero honestamente, me ha parecido una decepción. En Asturias hay muchísimos sitios donde se come mejor, en más cantidad, con más cercanía y con precios más justos. No repetiré. Pero es sólo mi humilde opinión. Un saludo

13/08/2025: En este pequeño y encantador pueblecito encontramos un restaurante que nos sorprendió gratamente. La fabada estaba sencillamente deliciosa, con ese sabor casero y auténtico que solo se consigue con paciencia y buena mano en la cocina. La sidra, servida con mimo, resultó el acompañamiento perfecto. También probamos la ensalada , cachopo y los boquerones, preparados con mucho cuidado. La atención fue otro punto fuerte: la dueña nos recibió con una amabilidad especial, haciéndonos sentir como en casa, y el resto del equipo fue igualmente atento y cordial durante toda la comida. Un lugar que combina buena comida, trato cercano y el encanto de la vida en un pueblo pequeño. Sin duda, un sitio para repetir y recomendar.