Cañitas Maite Gastro en Casas-Ibáñez

Probamos uno de sus menús degustación y estaba todo muy bueno. A destacar la croqueta, el plato de setas y el flan de postre.

Acabamos de salir de comer y la verdad que la comida estaba muy buena, pero el servicio nos ha dejado mal sabor de boca... Todo iba bien hasta el último plato que eran los bocadillos de calamares los cuales no llegaban, nos han preguntado en varias ocasiones y nos han tenido 25 min esperando mientras salían los mismos y se iban a otras mesas que habían llegado después... Cuando el camarero los trae pide disculpas y nos dice que tendrá un detalle... después de los postre pedimos la cuenta y nos la trae añadiendo un postre de más.. reclamamos a otra compañera y nos la trae ya corregida , pagamos y al irnos se acerca el camarero que nos dijo lo del detalle y nos dice que si nos habíamos fijado que no nos habian cobrado los bocatas de calamares y no decimos que si estaban en la cuenta y culpa a la compañera de que se lo habia dicho en vez de arreglarlo. Pero bueno hemos pagado lo que hemos comido, pero muy mal ese detalle.

Hemos comido a base de tapas individuales. La comida está rica en general, pero la cantidad es escasa. No me ha gustado que te obliguen a comer lo mismo a todos los comensales de la mesa,a no ser que tengas alguna intolerancia, faltaría más, ni que te obliguen a comer un mínimo de 5 por persona. El precio de 6 tapas por persona, agua y una copa de vino ha sido 110€, me parece un poco caro.

Comí en el restaurante, muy bueno el menú degustación, la única pega mucha gente en el local y nuestra mesa justo al lado de la escalera, sitio de paso WC y cocina.

Restaurante: voy a tomar el menú de tapros, son 9 tapas y una dulce, creativas y muy originales, para comer con las manos. La croqueta de jamón...la mejor que he probado nunca. Quiero destacar el gran servicio de la camarera, didáctica y muy atenta y simpática, merece un 10. Era un día laborable y había pica gente.

Un lugar que a primera vista te entra por los ojos,el sitio está muy cuidado es elegante y sofisticado,pero luego en las entrañas se esconde un trato paupérrimo a los compañeros,malas formas, amenazas,insultos y en último lugar deshumanización,al parecer tienen a la gente de prácticas más de 8 horas y sin cobrar nada,lo que es una vergüenza,hace unos meses me encontré con una chica que estaba allí de prácticas aún,estaba fumando un cigarrillo un poco a escondidas y con los ojos llorosos, cuando la pregunté que la pasaba estaba un poco asustada porque habia gente que trabajaba alli y no se atrevía a decir nada con la gente por miedo a represalias,al rato cuando se marchó la gente la chica me contó toda la verdad del sitio,derrumbándose en un llanto amargo y desolador,contando lo que pasaba con la gente de prácticas en ese sitio,me dijo que no pusiera nada hasta pasado sus prácticas porque si no le harían la vida imposible y le suspenderían unas prácticas tan sufridas y trabajadas que estaba llevando,como ya se lo hicieron a alguna persona que se habia quejado por lo que habia escuchado,ahora escribo esta reseña por aquella chica y para que no le pase a nadie más al ir de prácticas o ir a comer a este sitio,donde el trato humano es tan pobre entre compañeros y más a los de prácticas,por eso dejo este mensaje por aquella chica. Por lo visto los dos artificieros de este plan,son las dos estrellas de cocina tan conocidas que por la tele parecen de una manera pero a la hora de la verdad son totalmente diferentes.

Visitamos el restaurante, por interés de probar las premiadas croquetas, nos dejamos aconsejar y acertó 100%, tanto que las otras tapas, estaban a la misma altura. Súper recomendable

Comida de nivel. Local lleno. Personal insuficiente para atender de forma adecuada, pero muy profesionales en la atención y en las explicaciones.

Altas expectativas hacia este restaurante. Según nuestro criterio, grupo familiar, no se llegaron a cumplir. Aunque la decoración está bien, la sala es algo grande y no aislada. Se oye bastante ruido de las otras mesas. Personal de sala correcto y profesional aunque algo frío en su atención. El menú degustación que elegimos fue el “pura barra”. Pudimos degustar diferentes platos tipo tapa. A destacar un buñuelo que envolvía un delicioso queso, el ajopringue o ajo mataero, la mejor croqueta del mundo y el donnut de rabo de toro. Las demás tapas nos parecieron aceptables. Para nosotros, un desacierto total el cogollo de lechuga con atún, vinagreta, parmesano y lima rallada. Un menú de este precio no debería servir un plato como este. El postre correcto, solo un postre. Sirvieron los cafés antes que los postres. No entran petit fours en el menú. El vino, muy básico; Hibeta (Bodega González Cabezas). Precio poco más de 3€, creo que lo cobraron sobre los 22€. Resumen: precio excesivo para este menú.

Llegamos siguiendo recomendaciones de la aplicación. El servicio fabuloso, muy profesionales sabiendo en todo momento ofrecer sin pasarse, explicando todos los platos de manera exhaustiva. Como pega el local tiene poca intimidad, escuchas hablar a todas las mesas. Para mí el donut de carrillera es fantástico