Cañitas Maite Gastro en Casas-Ibáñez

Restaurante estrella Michelin. Se encuentra en el hotel que lleva su mismo nombre. Tiene pocas mesas y no tiene terraza. El menú que nosotros comimos estuvo impresionante. Merece muchísimo visitarlo. Es otro concepto de cocina. Reservar con muchísima antelación.

Elegimos el menú hits, está espectacular y sales lleno, muy recomendable.

Hemos estado en Nochevieja, tal vez no sea el mejor momento. Faltaron algunos platos del menú, pero compensaron con cantidad. Los camareros no sabían a qué de debía. La cena se sirvió en un espacio distinto al que nos dijeron al contratar, frío y sin encanto (un salón de bodas del pueblo). Los hoteles que tienen difieren mucho en calidad, pero el precio es el mismo para todos. En nuestro caso, sin agua caliente en el baño, jabón, etc. En resumen, ha sido una experiencia distinta a los que nos vendieron.

Segunda vez que como aquí. Esta vez de carta. Espectacular relación calidad-Precio, volvería una y mil Veces!??

Relación C/P=7/10. Cocina excelente muy eclipsada por un servicio muy lamentable. Sin duda, una gran oportunidad de mejora para este establecimiento. Ánimo!

Hemos vuelto a comer y la verdad que es un sitio para repetir siempre , la comida muy buena , el servicio estupendo... nos encanta

Que gozada de restaurante! Disfrutamos de varios bocados y luego terminamos con dos arroces excelentes, vaya sabor y el punto del arroz de categoria..muy top! Estamos lejos pero volveremos seguro.. el servicio unos cracks!

Nosotros estuvimos en el restaurante, la decoración es muy bonita y la comida de 10, el camarero nos recomendó algunos platos y nos gustaron todos, los chefs muy atentos salieron a preguntar qué tal había estado todo. Volveremos.

Veníamos con buenas referencias y se han confirmado. Muy bien servicio , bien explicados todos los platos y con una amabilidad acorde al nivel esperado. Pasamos a comentar la comida… Optamos por una sesión de platos “para comer con la mano”. Fueron espectaculares “la mejor croqueta del mundo 21”(sabrosa e intensa), “el homenaje a la matanza” (diamante potente en boca) y el “donut de rabo de toro” (imaginación para el paladar). Absolutamente sorprendentes el “Saam de langostino y alita” (mezcla de paisajes para el paladar). El resto de alto nivel también: “bocata de calamares”, “focaccia de steak tartar”, “roll de costilla”. En los postre nos permitimos probar y probar.. todos muy diferentes pero singulares. En resumen un espacio para que los sentidos y la imaginación gastronómica se eleve a un alto nivel con proposiciones muy autóctonas que no son fáciles de integrar en cocina de ala calidad. De los que que no hay que perderse. En mi caso la compañía fue un plus de para e hizo de la velada un momento inolvidable ❤️

Altas expectativas hacia este restaurante. Según nuestro criterio, grupo familiar, no se llegaron a cumplir. Aunque la decoración está bien, la sala es algo grande y no aislada. Se oye bastante ruido de las otras mesas. Personal de sala correcto y profesional aunque algo frío en su atención. El menú degustación que elegimos fue el “pura barra”. Pudimos degustar diferentes platos tipo tapa. A destacar un buñuelo que envolvía un delicioso queso, el ajopringue o ajo mataero, la mejor croqueta del mundo y el donnut de rabo de toro. Las demás tapas nos parecieron aceptables. Para nosotros, un desacierto total el cogollo de lechuga con atún, vinagreta, parmesano y lima rallada. Un menú de este precio no debería servir un plato como este. El postre correcto, solo un postre. Sirvieron los cafés antes que los postres. No entran petit fours en el menú. El vino, muy básico; Hibeta (Bodega González Cabezas). Precio poco más de 3€, creo que lo cobraron sobre los 22€. Resumen: precio excesivo para este menú.