Can Ramonet en Barcelona

25/05/2025: ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ ¡El restaurante es 100% libre de gluten! Para empezar, el nombre es genial. Capta la atención, te hace sonreír y define el estilo de la experiencia que estás a punto de vivir: atrevida, un poco atrevida y totalmente inolvidable. Desde el momento en que entré, sentí que me esperaba algo diferente. El ambiente es relajado pero creativo, con una actitud que te hace sentir como en casa. No se esfuerza demasiado, simplemente es genial. Se nota que el equipo detrás de este lugar no solo sigue tendencias, sino que las crea. Hablemos de la comida: experimental, sorprendente y genuinamente buena. Los platos no eran las típicas combinaciones predecibles; había verdadera reflexión y creatividad en cada plato. Combinaciones de sabores inesperadas, sazonado con intensidad y una presentación excelente. Se nota que la cocina no teme arriesgarse y, lo que es más importante, lo consigue. Si te aburren los mismos menús de siempre, este lugar te deleitará el paladar. Además, todo tenía precios razonables, lo que hizo que la experiencia fuera aún mejor. No solo pagas por la comida, sino por una experiencia creativa completa que realmente cumple sin dejarte un agujero en la cartera. ¿Relación calidad-precio? Sin duda. El servicio fue súper amable: informal, sin pretensiones y muy en sintonía con el ambiente del lugar. Nada de sonrisas falsas ni formalidades forzadas, solo gente real que parece disfrutar de lo que hace. Ah, y una nota al margen: hasta los letreros de los baños son divertidísimos. Se presta muchísima atención al detalle, incluso en los pequeños detalles. Son esos pequeños detalles los que demuestran la personalidad y el esmero que se pusieron en la creación de todo este concepto. En resumen: no es solo un lugar para comer, es un lugar para recordar. Ya sea que vengas por el nombre, la comida o el ambiente, te irás sonriendo. Yo, sin duda. Ya estoy deseando que llegue la segunda ronda. 👏🔥🍴

24/05/2025: Servicio amable, opciones gastronómicas interesantes y deliciosas. Elegimos la carta, lo cual nos vino muy bien. Personal amable y sugerencias de vinos. Cena maravillosa después de la sinfonía en el Gran Teatre del Liceu.