Caelis en Barcelona

Bueno... los cubiertos llegan después de tu plato, el agua se acaba con frecuencia y las combinaciones de comida simplemente no funcionan. Por suerte, tienen sumilleres amables y un excelente plato de quesos en el menú degustación. En mi experiencia personal, una infusión de menta fue todo eso, ¡una infusión enorme! Manzanilla, mora y la mitad de la despensa de la abuela: ¡no bueno! Algunos platos son geniales... ¿los macarrones con langosta? Las judías con salsa, con sabor. El sándwich Comte, con aire de albahaca, y el soufflé de chocolate con maracuyá, respectivamente, sin sabor y combativos. Apagan las luces de las mesas cuando la mesa está vacía; tú decides: ¿ahorra energía y es recomendable, o hace frío y arruina el ambiente? El precio está bien, pero, por desgracia... esa es exactamente la experiencia en general. En fin.

Llevamos a nuestro hijo pequeño a almorzar y probamos su menú degustación. ¡Estuvo buenísimo! Aunque después de dos horas y media, el niño se aburrió muchísimo.

El maridaje de vino español fue genial

Increíble, es todo lo que puedo decir. Lo mejor: comida, presentación y experiencia.

Muy buena experiencia en Caelis, encantado por el trato recibido por parte de todos los integrantes de la plantilla, muy atentos y serviciales. Nos gustó muchísimo el menú mar y tierra y lo volveríamos a repetir muchas veces. No dudaremos en recomendar a todos nuestros amigos y conocidos en asistir a este excelente restaurante. Muy satisfechos la verdad. Muchas gracias!!

A mi pareja y a mi nos regalaron el menu caelis premium y nos encanto. Nos trajeron entrantes principal y postre, una delicia al paladar. El menu lo cambian cada semana así que la foto que subo puede que no sea el mismo. La experiencia recomendable es estar en barra ya que puedes ver el gran trabajo de los cocineros. Tanto ellos como los maitres. Especial mención a la sumiller Melisse que nos atendió perfectamente: cuidó cada detalle con sus explicaciones y consejos, una gran profesional y persona.

Fuimos a Caelis para celebrar un año más juntos, como solemos hacer en una ocasión tan especial, eligiendo un restaurante con estrella Michelin. Hemos probado ya varios y, en general, la experiencia aquí fue muy buena y recomendable. Muchos de los platos nos gustaron muchísimo, con sabores muy cuidados y una presentación impecable. Hubo algunos que, en mi opinión, se quedaron un poco cortos o no sorprendieron tanto, pero en conjunto fue una cena muy agradable. El maridaje estuvo genial, y la persona que nos lo explicó fue excelente: cercana, profesional y muy atenta en todo momento, lo que sumó mucho a la experiencia. Sí es cierto que eché un poco en falta ese factor "wow" que a veces tienen otros restaurantes de este nivel, y hubo un detalle que me sorprendió negativamente: llamé la atención de una camarera en un par de ocasiones y no me hizo caso, algo que no suele pasar en este tipo de locales y que me pareció extraño. Aun así, lo recomendaría para una celebración importante. El sitio está muy bien, se come de maravilla y es una experiencia que merece la pena vivir.

Se dice que es un restaurante Michelin. Los platos están bien presentados y la comida tiene buen sabor. Es un buen restaurante.

Es tranquilizador ir a un restaurante con estrella Michelin y no decepcionarte. A la llegada nos sentamos en un banco sobre mirar una de las cocinas, que era bueno y mejoró el ambiente. El servicio fue eficiente y amable. La comida era excelente con la excepción del suflé de Choco que era crudo. El ravioli de pollo y foie gras fue un sobresaliente, absolutamente magnífico. Vale la pena una visita

NOTA: El restaurante se ha ampliado y ahora tiene el baño en la misma flor que la cocina. Antes tenías que subir las escaleras, lo que podría ser un problema después del maridaje de vinos... El único inconveniente de la nueva área es que estás más lejos de la zona de cocina principal, que siempre es un placer, especialmente sentado en el mostrador. La ventaja es una experiencia gastronómica más íntima con menos caos desde el comedor principal. Esta es mi segunda visita a Caelis y es agradable ver que han mantenido el estándar y han conservado su merecida estrella Michelin durante varios años seguidos. En general la comida era genial, pero un poco demasiado pesado. Una influencia del chef francés es claramente sabrosa. Combínalo con un espacio ligeramente sobrecalentado y te sentirás como una ballena varada después de la cena. El servicio fue amable y atento, sin embargo, a veces un poco hablador. Me parece que todavía necesitan averiguar el ritmo con el nuevo lugar, porque algunos platos no llegaron calientes, sino calientes. En general una buena experiencia con algo de espacio para mejorar. Puede que vuelva en el futuro.