Cabo Vidio en Cudillero

Naturaleza en estado puro, grandes acantilados y una vista inmejorable

Vistas inigualables!! Quien quiera vivir en persona la belleza del Cantábrico asturiano, un lugar imprescindible.

Maravillosas vistas. Imprescindible verlo si estás por la zona. Aparcamiento a 1 kilometro.

25 años viniendo y no me canso, es un regalo poder disfrutar este entorno.

Vistas espectaculares, accesible y fácil aparcar

Parada obligatoria en la costa asturiana. El Faro de Cabo Vidio ofrece unas vistas espectaculares del Cantábrico y unos acantilados que impresionan. Un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza, hacer fotos y sentir la fuerza del mar. Ideal para una escapada tranquila y con mucho encanto.

Faro con vistas espectaculares a la costa, un sitio que merece la pena visitar. Puedes ir en coche hasta el faro, suele haber bastante aparcamiento. Zona Camper también. Siempre hace viento. Para no perdérselo.

Este mirador es uno de esos rincones de Asturias que te dejan con la boca abierta. Llegar es sencillo, y al principio parece un lugar más, pero basta con asomarte para entender por qué vale tanto la pena. Tuvimos la suerte de llegar con niebla baja cubriendo el mar y parte del valle. Era como un mar de nubes: apenas se distinguía el horizonte. El viento movía la niebla poco a poco, y de pronto se abría el paisaje, dejando ver acantilados, montañas y prados verdes bañados por la luz del sol. Fue casi teatral, como si Asturias quisiera mostrarse a su ritmo, poco a poco. El contraste entre la niebla espesa y las vistas despejadas le da un encanto especial, algo místico incluso. Hicimos un montón de fotos, pero ninguna le hace justicia del todo: hay que estar ahí, sentir el aire fresco y ver cómo el paisaje se transforma delante de ti. Es un sitio perfecto para relajarse, contemplar en silencio o simplemente quedarse hipnotizado por la belleza cambiante del lugar. Si visitas la zona, no te lo puedes perder. Uno de esos lugares que te reconcilian con la naturaleza.

Este pasado domingo acudimos con una pareja de amigos, que tenia referencia del sitio por una tercera persona, pero digamos que para todos era sorpresa lo que nos podíamos encontrar. El sitio esta ubicado cerca de la rotonda de Oviñana saliendo hacia la derecha en vez del Cabo Vidio, con aparcamiento tanto dentro como relativamente cerca una explanada, así que fuimos hasta allí y como llegamos antes de tiempo salió Jairo a recibirnos y nos ofreció algo de beber mientras esperábamos tranquilamente en la terraza, el sitio la verdad no puede ser mas coqueto y tranquilo, así que estuvimos tan bien hasta que nos mando pasar al interior, De aperitivo teníamos una mantequilla con anchoas riquísima, con un salpicón y pan calentin, el cual te va ofreciendo en todo momento. nos ofreció la carta y tras oír sus recomendaciones y verla nos decidimos por unas almejas IMPRESONANTES, de tamaño y de sabor algo imperdible desde luego, luego medio pastel no recuerdo de que, pero que también estaba riquisimo, continuamos con pixin para dos a al altura de lo esperado y un rubiel para nuestros amigos, que dicho sea de paso, hubieran comido 3 personas con ese pedazo de pescado, así que aprovechamos a probarlo todos. Para rematar con varios postres, helados de fresa, requesón con compota y tarta de queso, todo buenisimo y un café de "puchero" , todo esto aderezado con una atención, una amabilidad y simpatía por parte de Jairo que es difícil encontrar hoy en día, siempre con una palabra amable y una sonrisa, desde luego que es un sitio para repetir ya que mereció la pena tanto la atención, como el lugar y sobre todo la comida. Se me olvidaba pagamos poco mas de 200 € para los 4, que bien podía haber venido otra persona y hubiera comido sin problema alguno, ya que sales de allí con el estomago y el espíritu lleno. Hasta pronto. Julio Lobato.

Una comida familiar, con un trato excelente, y una calidad muy buena. Rodaballo,arroz,croquetas, fabada,Sin duda lo recomiendo y volveremos.