Bodega de la Ardosa en Madrid

Una experiencia española fantástica y auténtica. Las tortillas y las croquetas buenísimas. ¡Muy recomendable!

Tortilla de patatas con cebolla y croquetas. Nadie puede irse sin probar.

Bodega de la Ardosa es un lugar con mucha historia, y eso realmente se nota. La atmósfera del bar antiguo de Madrid, con su barra de madera, el bullicio y el espacio reducido, merece la pena vivirla. Pero el servicio dejó una impresión bastante negativa. Pedir una caña se convirtió en toda una prueba: el camarero tardó unos diez minutos en servírmela. Primero llenó medio vaso, luego se distrajo con otros pedidos, después con fregar vasos y charlar con la gente, y al final volvió para completarlo. Quizá sea una «tradición» servir la cerveza poco a poco, pero sinceramente parece más un caos que un arte. Además, los camareros no recogen las mesas con rapidez: terminé comiendo sobre una mesa sucia, con restos de comida de otros clientes. La atmósfera histórica es maravillosa, sí, pero no todas las tradiciones son buenas, y algunas, como la de tardar diez minutos en servir una caña o dejar mesas sin limpiar, deberían desaparecer.

El lugar es muy auténtico, la experiencia es buenísima, ¡llegas a otra zona de pie deslizándote bajo la barra! La comida es buena y su salsa de tomate está riquísima.

Estuvimos hace una semana y pedimos dos pintas de Guinness y un pincho de tortilla, la tortilla excelente, pero la persona que servía la Guinness no sabía echar la cerveza, siento decir esto porque llevo más de 40 años yendo a la taberna y es la primera vez que me ha pasado. Esta taberna de la ARDOSA es un lujo.

Me ha sorprendido gratamente la cerveza que sirven así como las croquetas, las mejores de mi ranking y la tortilla, y buen servicio, repetiremos!

El que sabe comer no busca el lujo. Excelentes tapas y bebidas. Se come parado, charlando y tomando. Volveria siempre. Salud!

¡Qué bodega tan chula! Me alegró encontrarla abierta un domingo por la noche, y aún más el amable servicio, a pesar de mi total desconocimiento del español. Las tapas estaban buenísimas y el vino blanco de la casa era buenísimo.

Bodega con solera. Platos muy variados y posibilidad de medias raciones. Todo muy rico: alcachofas, tortilla, piparras en tempura, gildas, ensaladilla,… y una camarera muy atenta. Mesas altas y taburetes ( hacen falta unos cuantos más).

Situato in una zona abbastanza centrale di Madrid a una ventina di minuti a piedi dal palazzo reale, questo suggestivo locale offre una selezione di tapas, da consumare in piedi. Ottimo vino, servizio rapido e buon cibo elargito in buone quantità. Rapporto qualità prezzo forse un po' negativo, il locale non è tra i più economici. Consiglieri di prendere giusto qualcosina e un bicchiere di vino, per evitare di spendere troppo.