Bodega Cigaleña en Santander

La comida estaba buena. A uno de los camareros le olía mucho la axila, pero por lo demás el servicio bastante bien. No es uno de los mejores sitios pero he comido bastante bien

Imprescindible para los amantes del vino. Aunque no es solo un sitio con una de las mejores cartas de vino de este país. Además del vino (a precios increíblemente ajustados) la comida es fantástica. Cocina sin fantasías. Producto perfectamente tratado con respeto y a precios más que justos. Servicio impecable. Una delicia.

Local con una decoración original, toques vintage con modernos. El asiento de las mesas pegadas a la pared, incomodo. Buena bodega. Tomate en ensalada muy bueno, pero, muy frio. Morcilla muy rica, picante. Para mi lo mejor el queso cremoso con trufa Le Barisien. Relación calidad precio, caro!.

Y hubo que cenar 🍽️ 🍷 En pleno centro de Santander (Cantabria), la Bodega Cigaleña es mucho más que un restaurante: es un santuario del vino. Fundada en 1949 por la familia Conde Laya, debe su nombre al pueblo vallisoletano de Cigales, origen vinícola de sus fundadores. Con el paso del tiempo, se ha convertido en un espacio único en España, donde el vino no solo se bebe, sino que se celebra y se aprende. 👨‍🍳 Hoy está al frente Andrés Conde Laya, Premio Nacional de Gastronomía al Mejor Sumiller, cuya figura trasciende la de un mero prescriptor. Su pasión por los vinos auténticos y su defensa de lo natural, lo poco común y lo emocionante han hecho de La Cigaleña un destino internacional para amantes del vino. 🏛️ La bodega es sencillamente colosal: más de mil referencias en carta y decenas de miles de botellas almacenadas en sus paredes y techos, convertidas en un verdadero museo del vino. Desde añadas históricas de Burdeos y Borgoña hasta vinos cántabros, pasando por etiquetas singulares, vinos naturales, pequeñas producciones y propuestas que sorprenden por su relación calidad-precio. Aquí conviven rarezas con botellas accesibles, porque la filosofía de Andrés es clara: el vino debe emocionar, no presumir. 📋 La cocina acompaña sin buscar artificios, apoyándose en el mejor producto de mercado: rabas, anchoas, mariscos, carnes y guisos tradicionales. Todo pensado para el maridaje, en una propuesta eno-gastronómica donde cada plato encuentra su eco en la copa. La sencillez de una fritura o el sabor de un guiso ganan otra dimensión cuando se cruzan con los vinos que Andrés propone, siempre desde la complicidad con el comensal. ✨ En Bodega Cigaleña no solo se cena: se vive una experiencia. Cada botella descorchada es una historia, cada recomendación un aprendizaje, y cada visita un recordatorio de que la gastronomía cántabra también se escribe con vino. Bodega Cigaleña 🗺️ Daoiz y Velarde, 19 39003 Santander, Cantabria ☎️ 942 21 01 84 🌐 www.cigalena.com 📸 @bodega_cigalena #HabráQueComer #LaCucharaDeAlfonso #Foodie #FoodPorn #FoodLovers #SabeANorte #GastronomíaDelNorte #CocinaCántabra #BodegaCigaleña #Cigaleña #Santander #Cantabria #CantabriaInfinita #CantabriaMásXDescubrir

Excelente servicio y una carta de vinos franceses increíble a precios excepcionales. Volveremos pronto. La comida estuvo increíble. 👏 ¡Bravo!

Restaurante increíble con una carta de vinos fantástica (el amable dueño es un reconocido sumiller español). Comida excelente. Servicio generoso. Se nota la pasión por su trabajo. Buena relación calidad-precio.

La comida no es espectacular pero está bien. Buen trato. Decoración original. Algo caro pero acorde a la zona. Le iba a poner 5 estrellas pero además de que la comida no destaca por nada tiene un detalle muy feo que es ponerte el pan sin preguntar y cobrartelo. Un detalle que diferencia entre un lugar para volver al ser excepcional y otro del montón aunque sea de los buenos.

Fue mi primera vez en Bodega Cigalena y enseguida me sentí como un cliente habitual: una experiencia invaluable. El dueño es una persona encantadora, capaz de reconocer a quienes sienten una verdadera pasión por la gastronomía y el vino, y nos recibió con una generosidad que superó nuestras expectativas. Es difícil encontrar las palabras adecuadas para describir este lugar: un lugar atemporal y auténtico, donde se respira el máximo respeto por quienes suministran los ingredientes y los vinos. Si viviera en Santander, iría allí todos los días.

Raciones escasas , precio alto pero calidad buena…. Segunda vez que estamos y esta vez no salimos contentos. Pedimos salpicón de gambas, pulpo y rape pero se les debió de olvidar el rape ,la ración sumamente escasa por el precio. A nuestro gusto le faltaba un poco más de aliño. El tataki de bonito estaba espectacular pero nos pasó lo mismo…. Estaba soso aunque el sabor estaba increíble. Almejas con limón y jengibre, muy buenas Y las rabas, sin más, no merece la pena pedirlas. Hay sitios mejores El arroz con leche estaba espectacular y era una ración muy maja…. Ya podría haber sido a sí, el resto de platos No volvería porque pagamos 120€ y nos quedamos con un poco de hambre ya que las raciones eran demasiado pequeñas. Nos atendieron muy amables.

La comida bien. Carta corta pero suficiente Bodega amplia y variada El trato qje recibimos en la recepción fue lamentable