Blanca Paloma en Sevilla

Hasido una gran sorpresa visitarlo lacomida buena el espectáculo excexcional

Vaya espectáculo de sitio. Sin palabras, deseando volver!❤️

Nos recomendaron este restaurante, estábamos alojados muy cerca y aunque no teníamos reserva nos atendieron estupendamente, Belén y sus compañeros encantadores. Sin duda repetiría más veces que vuelva ir de fin de semana desde Madrid. Excelente toda la comida, nos aconsejó varios platos, y con muy buen criterio.

Todo estaba delicioso. Un ambiente genial. Te sientes como en casa 👍. Simplemente maravilloso.

Me gustó mucho este sitio, pero hay una camarera q no nos termino de encajar

Pelotazo de sitio, en plena Triana, junto a la Iglesia. Mucha variedad de tapas y raciones. Mejor dejarse aconsejar por el camarero. Casi todo recien hecho. Rico, Rico, Rico. Los precios muy ajustados. Comimos en la barra. Mejor reservar. No lo dudes no te defraudará, comerás y beberás muy bien.

Buenísimo todo. El servicio, aun mejor

Fuimos a almorzar y reservamos en el salón para celebrar un cumpleaños. Desde el principio la camarera super amable y la comida estupenda todo lo que pedimos y muy bien servida. Para repetir sin duda.

Blanca Paloma para mí es el bar al que si quiero invitar a alguien, sé que no me va a fallar. Está ubicado en la trianera calle San Jacinto, pero afortunadamente no es el típico bar que ha sucumbido al turismo y aún guarda una esencia que hace que el trianero o el sevillano acuda a él sabiendo que va a encontrar calidad y buen servicio. El interior podríamos decir que es relativamente pequeño, con una barra con taburetes donde te suele atender Sergio de manera maravillosa siempre (te recomiendo que te dejes aconsejar por las novedades del día), y además hay 4 mesitas donde también te puedes sentar a tapear; igualmente, en el exterior en la calle tienen mesas, y en la parte superior tienen también un pequeño salón (aunque creo que únicamente lo habilitan para celebraciones). Eso sí, al ser un local no muy grande como he dicho, es probable que cuando llegues pueda estar lleno, por lo que recomiendo mejor si es posible ir entre semana. También, y en la misma calle, 2 locales más al lado tienen otro salón más amplio, pero éste más destinado a cumplir funciones de restaurante, en el que no se tapea, sino que está más enfocado para comer a mesa puesta (yo personalmente he probado uno y otro, y me gusta más el bar por su ambiente). Sobre el personal decir que para nosotros siempre excelente, desde Sergio como he dicho anteriormente, a cualquiera de los camareros que te atienden de forma educada pero cercana. Sobre la comida… es de los bares de Sevilla a los que voy y sé que pida lo que pida va a estar bueno… os podría nombrar muchos platos, pero no dejéis de probar las croquetas de jamón (increíbles, siempre las pido), las coquinas (y pedid pan para mojar), los boquerones fritos, el creppe de cola de toro (tremendo), el lomo bajo o el entrecot (para daros un buen capricho), cualquiera de los platos que cocina hace en el día (probad si hay la fideua), y no os vayáis sin pedir de postre la milhoja de nata por favor. Sobre la calidad/precio, depende de lo que pidáis, y si coméis a base de tapas o de raciones, pero nunca me ha resultado un lugar caro porque sé que estoy comiendo un producto de calidad y que merece la pena pagarlo. En definitiva, merece la pena alejarse un poco de la zona “invadida” por el turismo y adentrarte un poquito en la esencia del barrio de Triana y entrar en Blanca Paloma, un lugar en el que pidas lo que pidas creo que no te va a defraudar.

Todo buenísimo , en su punto y en tiempo, amplia carta con medias raciones incluidas.Lo único, que se equivocaron con la cuenta y era de más, pero ràpido rectificación.