Barra Baja Restaurante en Sevilla

¿Sabes qué? ¡Ven a comer aquí! ¡No lo dudes, créeme que no irás a otro restaurante! ¡Volverás seguro y no te arrepentirás! La primera vez que vinimos a comer aquí, ¡tuvimos que volver al día siguiente! ¡Todo estaba riquísimo! 🤌🏻🤌🏻🤌🏻 (PD: No tengo más fotos porque estábamos ocupados comiéndonoslo todo… 😂 ¡Ah! ¡Y pide un postre, están increíbles!)

¡El arroz con pato es excepcional! ¡Lo recomiendo al 200%!

¡Excepcional! Una de las mejores comidas de nuestro viaje de un mes por Europa. La comida es abundante, pero absolutamente deliciosa. El servicio fue amable y nos explicaron cada plato. Pero lo más importante es que sirvieron cada plato a la perfección. Reservamos para las 22:00 el mismo día y en ningún momento nos sentimos presionados. Tuvimos la suerte de conseguir una mesa en la barra con vistas a la cocina; si pueden, este es el sitio ideal. Nos sentimos un poco mal porque otros comensales empezaron a charlar con nosotros casi al final y éramos los últimos en irnos. No nos presionaron en ningún momento ni nos trajeron la cuenta hasta que la pedimos. Y la cuenta fue mucho menor de lo que esperábamos, teniendo en cuenta la cantidad de bebidas, la comida, la calidad, el ambiente y el servicio. Nos sorprende que aún no tengan una estrella Michelin. ¡Excepcional!

Barra Baja, se llama así porque ofrece unos posicionamientos a modo de anfiteatro culinario en en el que disfrutar de un escenario lleno de trabajo y técnica, de estética, fuego, producto y sabor. Tuve la fortuna de tener sitio entre las 8 plazas de este tipo que ofrece y resultó un privilegio y un deleite visual, para un aficionado a la cocina contemplar a grandes profesionales desempeñar su oficio en directo, con tanta destreza y ante nuestros ojos. Y qué decir de la comida... Si volvéis a Sevilla, tenéis que venir a comer a este sitio. Espectacular! Todo estaba buenísimo, punto y aparte el tartar de solomillo de retinto sobre tuétano. Maravilloso. Os paso fotos de su elaboración. Lo primero es una ensaladilla de centolla y el postre una torrija con sorbete de naranja. Una locura comer así por poco más de 40€. Volveré.

¡Comida realmente fantástica, la recomiendo muchísimo! Las costillas fueron un plato excepcional, ¡pero todos los platos que probamos estaban excelentes!

Restaurante más que recomendable en pleno centro de Sevilla. Relación calidad precio buena. Todos los platos que pedimos estuvieron excepcionales, mención especial a la alcachofa, sublime. Quizás el menos bueno fue el postre. Repetiremos!

Gran descubrimiento, comida de medio día de maravilla, carta corta pero de muy buena calidad. La carta de vinos muy original y cuidada, probé alguna referencia que cuesta encontrar en otros sitios, lo recomiendo 100%

Una maravilla de sitio, nos atendieron fenomenal, una experiencia muy chula en la barra donde ves cocinar. Rafa un crack. Volveremos.

En mi viaje a Andalucía (Córdoba, Granada y Sevilla), la calidad de la comida fue la sorpresa más grande y agradable. Pero de pie solo entre los mejores estaba el Bara Baja. Tenía la cocina creativa y el sentido del estilo e incluso el humor que me pareció tan encantador en la gastronomía barcelonesa y catalana. Servicio amable y sin pretensiones, diseño moderno con estilo, y la comida era simplemente deliciosa. Lo recomiendo encarecidamente. No sé por qué no está clasificado como el mejor restaurante de Sevilla y no tiene una estrella Michelin, pero terminamos pensando menos en Michelin como resultado. No te lo pierdas.

El Barra Baja tiene una comida muy buena, pero el precio por cubierto implica una atención de sala excelente de la que estos carecen. Para empezar, no tenían ni pan ni picos sin gluten, cosa que es impensable en Cañabotas, La Cochera del Abuelo o cualquier restaurante de su categoría. Pero es que, además, no intentaron compensarlo con ningún detalle: ni de aperitivo, la copa de vino ridículamente escasa, me tuve que levantar a preguntar sobre un plato porque, habiendo solo dos mesas con clientes, no miraban nunca, y para colmo, les pregunto si disponen de un chupito de cortesía y me responde el camarero argentino a las 4 menos cuarto que "no, porque ellos tienen una ellos tienen una hora de cierre y a saber cuánto se va a quedar la gente si lo ponen", entendiendo que "la gente" éramos nosotros, los únicos que quedábamos. Lamentable. Los restaurantes piensan que pierden un cliente celíaco, pero yo tengo una extensa red de familia y amigos, más las comidas de negocios de mi marido, por lo que han perdido potencialmente más de 50 clientes.