Bar Cremaet en Valencia

Como siempre en el Cremaet quedo bien con todo el que llevo allí. La comida se mantiene siempre en niveles excelentes, la atención tampoco baja de calidad , Gata como siempre tan cercana y resolutiva, Federica nos atendió con simpatía y profesionalidad y Gabriel muy correcto y simpático, siempre repito porque me siento en casa.

Estuvimos cenando hace una semana y estuvimos muy bien, sobre todo por el trato de Kevin.

Todo excelente como siempre y la mejor atención en manos de Maicol

Maicol un gran profesional, muy educado y amable. Estuvimos y hemos vuelto, nos ha encantado.

Gran lugar para trapear un poco en Valencia. No tuve mucha oportunidad de probar más cosas del menú, pero lo que pedimos, que fue bastante estándar, no falló, unas croquetas muy buenas al igual que su jamón y sus quesos. Buen lugar.

¡Una experiencia fantástica! El personal es realmente atento y amable. Los platos son de alta calidad, elaborados con ingredientes de temporada. Recomiendo ampliamente este restaurante para cenar en la terraza.

Maicol super atento y simpático

Muy buen servicio y muy buena comida, lugar recomendado para un buen Almuerzo.

No deja de ser un bar para turistas con precio para turistas. Cerveza a 3.05€ y cremaet de botella a 3.15€. De esmorzaret no tiene nada. Franquicia.

Elegimos este restaurante entre los cuatro del grupo (junto a Bar Casalla, Mistela y Bajoqueta) por su arroz con chuletón. La elección parecía acertada, sobre todo porque para reservar es obligatorio elegir el arroz con antelación. Todo apuntaba bien… hasta que llegamos. Al principio nos dijeron que, como habíamos llegado antes, tardarían un poco en servirnos. Nada raro. Pero al sentarnos, sueltan que por la noche no hacían arroz y que tenían que preguntar en cocina. ¿Cómo? Si la reserva se hizo precisamente para eso… Dejamos claro que si no había arroz, tampoco queríamos los entrantes. Y, sorpresa, cinco minutos después ya nos confirman que sí se podía pedir. Pensamos que todo estaba arreglado. Craso error. Empezamos bien con el pan con alioli y los figatells, ambos muy ricos. Repetiríamos sin dudarlo. Como postre, el cremaet, un café curioso y bien preparado. Hasta ahí, todo correcto. El problema vino con el plato principal. Nos dieron a elegir entre arroz seco o meloso. Si vais, pedidlo seco. Porque lo que aquí llaman “meloso”, en mi estándar es caldoso. Y eso hizo que la experiencia no fuera la que esperábamos. Un arroz que prometía mucho, pero que no cumplió con las expectativas. Si decidís probarlo, ya sabéis el truco. Pero por nuestra parte, este arroz quedó lejos de lo que prometía.