Bar Cremaet en Valencia

Nos atendió Kevin, un camarero majísimo q estuvo todo el rato muy atento y muy profesional. Toda la comida buenísima y muy buen ambiente

Excelentes productos y un buen trato.

Nos han recomendado en el Palau venir a este sitio, venimos desde Murcia, queríamos paella pero ha cumplido las expectativas, lo mas encantador el camarero Maicol estaba a punto de acabar su jornada y nos ha servido muy bien. Volveremos!

Muy buen sitio para comer en Valencia. Muy cerca del Palau de la Música, en una zona fácil de aparcar. Gran servicio, en especial de su camarero Maicol. El menú del día muy bueno, a muy buen precio y de calidad. Sitio muy recomendado.

Todo muy bien, nos han puesto en una mesa en la terraza que estaba muy bien y la atención del camarero Kevin ha sido perfecta. Gracias!

Muy bueno todo. El camarero Kevin nos ha atendido estupendamente.

Pues bastante bien la verdad que sí, ha sido buena experiencia.

En el Palau de la música nos han recomendado este lugar. Venimos desde Murcia y nos ha encantado. Pero, lo más encantador ha sido Maicol, que nos ha atendido de 10. Seguro que repetimos!

No deja de ser un bar para turistas con precio para turistas. Cerveza a 3.05€ y cremaet de botella a 3.15€. De esmorzaret no tiene nada. Franquicia.

Elegimos este restaurante entre los cuatro del grupo (junto a Bar Casalla, Mistela y Bajoqueta) por su arroz con chuletón. La elección parecía acertada, sobre todo porque para reservar es obligatorio elegir el arroz con antelación. Todo apuntaba bien… hasta que llegamos. Al principio nos dijeron que, como habíamos llegado antes, tardarían un poco en servirnos. Nada raro. Pero al sentarnos, sueltan que por la noche no hacían arroz y que tenían que preguntar en cocina. ¿Cómo? Si la reserva se hizo precisamente para eso… Dejamos claro que si no había arroz, tampoco queríamos los entrantes. Y, sorpresa, cinco minutos después ya nos confirman que sí se podía pedir. Pensamos que todo estaba arreglado. Craso error. Empezamos bien con el pan con alioli y los figatells, ambos muy ricos. Repetiríamos sin dudarlo. Como postre, el cremaet, un café curioso y bien preparado. Hasta ahí, todo correcto. El problema vino con el plato principal. Nos dieron a elegir entre arroz seco o meloso. Si vais, pedidlo seco. Porque lo que aquí llaman “meloso”, en mi estándar es caldoso. Y eso hizo que la experiencia no fuera la que esperábamos. Un arroz que prometía mucho, pero que no cumplió con las expectativas. Si decidís probarlo, ya sabéis el truco. Pero por nuestra parte, este arroz quedó lejos de lo que prometía.