Bar - Cafeteria Jimenez en Madrid

He de decir que Bar - Cafetería Jiménez es una auténtica joya para el paladar. Cada vez que voy a Madrid, me aseguro de pasar por allí porque su ubicación es inmejorable, no tienes que dar mil vueltas para encontrarlo. Lo que más me enamora es la amplitud de su carta; es tan variada que siempre me deja con ganas de volver para probar algo nuevo. No son solo palabras mías, muchos críticos destacan que su cocina es un viaje por distintas tradiciones, y estoy totalmente de acuerdo. La relación calidad-precio me parece excelente. No son precios exagerados para lo que ofrecen, al contrario, sientes que cada bocado merece mucho la pena. Además, es un detalle que agradezco que acepten tanto pago con tarjeta como en efectivo, porque te da flexibilidad. Eso sí, he aprendido que los fines de semana por la noche se llena muchísimo. Si no reservas con antelación, es muy probable que te quedes sin mesa, así que toca ser previsor. El ambiente que han creado es otro punto a favor. La decoración es acogedora y agradable, se nota que han cuidado cada detalle. No es de extrañar que se haya convertido en el sitio de moda para las familias; siempre hay un ambiente animado pero familiar. Y para los que somos curiosos, su Instagram es una tentación constante: las fotos de sus platos son una obra de arte y siempre me abren el apetito. En definitiva, es un lugar al que siempre tengo ganas de regresar.

Es UN bar de barrio muy acojedor me gusta