Bangkok Cafe en Barcelona

He estado aquí al menos una docena de veces y siempre me ha parecido delicioso, pero el arroz con carne que pedí hoy (con un picante de dos estrellas) tenía cáscaras de camarones rotas. No sé si eran sobras de alguien o un error de cocina. Nota ⚠️: eran cáscaras de camarones rotas (del tamaño de una uña).

Hay lugares que no necesitan grandes pretensiones para conquistarte. Lugares donde la autenticidad se respira en el ambiente, donde cada plato es un viaje y cada bocado te transporta a otra ciudad. Bangkok Café es uno de esos sitios. Un pequeño rincón tailandés en Barcelona donde la cocina es sincera y generosa. Aquí las porciones son grandes y los sabores, aún más. Los currys envuelven el paladar con su equilibrio perfecto de especias, las brochetas de pollo se deshacen con una ternura casi poética, y los salteados de pollo y cerdo son un canto a la tradición culinaria de Tailandia. Y luego está esa salsa de cacahuete… tan deliciosa que uno desearía poder llevársela a casa por litros. El picante, tan temido por algunos y tan ansiado por otros, aquí se mide con precisión, respetando siempre el nivel prometido. Te dan a parte chili flakes y salsa picante por si quieres añadirlo. Bangkok Café es un restaurante sin artificios, sin filtros, sin concesiones a la moda. Es puro, es honesto. Si alguna vez sentís nostalgia de Tailandia o simplemente os apetece descubrir sus sabores más auténticos, este es el lugar al que debéis ir.

La mejor comida tailandesa de la ciudad, ¡muy auténtica! También tienen muchas opciones veganas a base de tofu.

Caro pero realmente vale la pena. Muy recomendable para los amantes de la comida picante.

Bangkok Café es una joya en Barcelona para los amantes de la comida tailandesa. Los sabores son auténticos, los ingredientes frescos y los platos están muy bien elaborados. Destacaría el curry panang y el pad thai, ambos deliciosos y bien equilibrados en especias. El local es pequeño y acogedor, con un ambiente muy agradable. Eso sí, al ser tan reducido, puede ser difícil encontrar mesa sin reserva, especialmente en horas punta. El servicio es amable, aunque a veces un poco lento cuando el restaurante está lleno. En general, una gran opción para disfrutar de auténtica comida tailandesa en la ciudad. ¡Volveré seguro!

La comida es suficientemente correcta y el trato amable. El ambiente dentro es ruidoso y eso tiene su punto, pero el olor a frito y el humo al entrar hacen pensar enseguida en la ropa. Lo siento porque el local es acogedor, pero la chaqueta me ha olido a comer varios días. El precio es algo alto por la relación con calidad y cantidad: rollitos de primavera, tres platos medianetes y un cuenco pequeño de arroz extra con 1 agua y 2 cervezas fueron 64€.

Todo excelente en este restaurante, el trato, la comida, el ambiente, totalmente recomendable. Voy siempre que puedo.

Espectacular, para mí el mejor tailandés de Barcelona y el que más se asemeja a la comida real que sirven en Tailandia. Los amantes del picante estarán encantados (también hay platos que no pican, claro). El espacio es muy pequeño, íntimo y acogedor, y ellos super amables siempre. Encima, a buen precio. Eso sí, siempre está a tope, claro.

Un lugar pequeño y acogedor, el servicio perfecto, las camareras agradables y eficientes, por poner un pero la salida de humos podría mejorar, pero volveremos en antados

Mojado aquí para el almuerzo 20 de febrero. La comida era deliciosa y muy sabrosa. Comí pollo satay y luego curry verde del menú del almuerzo. El restaurante tiene unas diez mesas, así que estaba muy ocupado. Muy recomendable