BAMMBAO en Madrid

Está correcto, sin ser nada excepcional. Pedimos berenjena, gyozas de entrante, bien. Lo mejor la carne , el lingote de oro seguido del pollo y por último el pato. Estos últimos muy similar por el rebozado, un poquito pesado … Los chicos encantadores. Jovenes y muy educados. No hay que esperar mucho. Hay una hora y media para comer. El conclusión, está bien pero no repetiría, creo que las redes sociales hacen mucho con el marketing … ——- Mi acompañante se vio con grabe malestar, signo de intoxicación. Me sabe mal porque son majisimos pero no creo que repitamos.

Local muy chiquitito, pero con espacio entre mesas. La comida espectacular. Recomendamos sin duda el Danochino y el pato. Los noodles con boloñesa increíbles igual que los baos fuera de carta. La mejor pieza de panceta de cerdo que hemos probado. Nos han quedado cositas por probar. La chica que atiende las reservas y todos los camareros encantadores. El dueño sale y habla con las mesas cuidando cada detalle. ¡Desde luego que volveremos!

La experiencia fue bastante interesante, con platos muy bien presentados y una carta creativa que mezcla influencias de la cocina asiática callejera con toques modernos. Hay propuestas que merecen mucho la pena, aunque también encontré otras que no estuvieron a la altura de las expectativas. De lo mejor, destacaría sin duda el Lingote de oro: una pieza de panceta estofada que se deshace en la boca, con una salsa espesa y sabrosa que realza el conjunto. Está muy bien ejecutado, tanto en sabor como en textura. También me gustó mucho el bao de pollo frito, que combina un pan al vapor esponjoso con un pollo muy crujiente por fuera y jugoso por dentro. La salsa de limón que lo acompaña le da un toque ácido y fresco que equilibra el conjunto y lo hace muy adictivo. En cambio, hubo algunos platos que me decepcionaron. El wanntao, aunque con buena presentación, resultó bastante insípido, con una textura algo blanda y sin demasiada personalidad. Me esperaba algo más elaborado o con mayor contraste de sabores. El pato, otro clásico de la cocina asiática, tampoco cumplió. La carne estaba seca y le faltaba el sabor intenso que suele caracterizar este tipo de platos. Fue sin duda lo más flojo de la comida. El local es moderno, de diseño sencillo pero acogedor, con detalles cuidados. El ambiente es tranquilo, ideal para una comida relajada, y el personal fue muy amable en todo momento, explicando cada plato y haciendo recomendaciones sin resultar invasivos. El servicio fue ágil y profesional. En cuanto al precio, pagamos alrededor de 22-25 euros por persona, sin excesos. Teniendo en cuenta la presentación de los platos y el entorno, no me parece caro, aunque sí creo que algunos platos deberían pulirse un poco más para justificar plenamente el precio. En resumen, una experiencia con luces y sombras. Hay platos que volvería a pedir sin dudarlo, como el bao de pollo o el lingote de oro, pero otros no me dejaron con ganas de repetir. Aun así, el sitio tiene potencial y se nota el esfuerzo en ofrecer algo distinto, por lo que probablemente le daré una segunda oportunidad para probar otras opciones de la carta.

No es el típico restaurante Chino de toda la vida. Aquí hay platos más especiales. Os invito a ir y joer, probadlos. A nosotros nos ha gustado.

La comida estaba bien, y tienen variedad pero el precio es alto y las raciones cada vez que voy son más pequeñas. Es “fusión” pero tampoco es nada fuera de lo normal y que no puedas hacerte en casa. La última vez a todas las mesas les ofrecieron el menú del día y platos fuera de carta que a nosotros no nos ofrecieron y hubieran hecho que nuestra última experiencia fuera mejor. Volvería pero con menos expectativas:)

Magnífico restaurante. Diferente y con fusiones de comida oriental y española. Servicio extraordinario. Un anfitrión de 10. Sin duda a recomendar y después puedes pasear por usera y tomarte un té o café con tartas riquísimas muy cerquita

Comida de muchísima calidad la que nos encontramos en Bammbao! Tiene una carta reducida de comida china con platos más actuales, aquí no sirven los típicos de otros restaurantes chinos. Las salsas tienen muchísimo protagonismo y le dan un sabor brutal a sus platos, dan ganas de rebañar cada plato. La bravas chinas con salsa sriracha mayo espectaculares y súper originales; el lingote de oro chino con su salsa y comino por encima me parece un plato que te da ganas inmediatas de volver otro día; langostinos al curryto plato súper generoso y con un sabor muy potente. El servicio muy atento en todo momento y el local cuidado y con todo impoluto. En definitiva una experiencia increíble, da gusto encontrar descubrimientos así, volveremos!

Un gran descubrimiento. Tiene opciones vegetarianas y el dueño es encantador. Repetiré sin duda :)

Local pequeño pero muy agradable nos encantó Personal atento, amable y muy simpáticos Las gyozas y bravas sorprenden el sabor 🤗

Es un lugar precioso. El propietario y el resto del equipo amables y atentos, en todos momento. Comida muy rica y de calidad, ya estamos mirando fechas para volver 🤩