Bakea en Mungia

No sé cómo la gente puede decir tantas cosas... yo no soy capaz, creo que hay que ir para tener esa experiencia. Y realmente vale la pena. El personal de 10. Con los que más hablé fueron Fran y Alatz, gente atenta y cercana. De 10 también la adaptación del menú por unas intolerancias mías a un par de alimentos. El ambiente de la sala también muy particular (iluminación, música, mesa,...) Lo dicho: hay que probarlo.

Restaurante interesante para quien le gusten nuevas experiencias , ya que juegan con la luz ,el sonido y te llevan al contexto de la metalurgia con la cubertería artesanal . Para mi gusto falta el producto y presentación de los platos : cantidades diminutas , temperaturas poco calientes , no hay guarniciones ni prestan interés en la composición del plato . Los postres son originales con ingredientes como setas o huevas de trucha , pero no te entran por los ojos . A su favor , el servicio muy profesional , y el vino bien servido en copas muy delicadas, y el agua no la cobran .En mi opinión hay que prestarles demasiada atención a las explicaciones , lo cual puede convertir una velada romántica en un curso de cocina .

Todo fue impecable, lo acogedor del local y del personal, absolutamente todos los pases del menú y el maridaje un acierto... Si tienes la oportunidad es una visita obligada y un acierto seguro.

No tengo palabras para lo que BAKEA te hace sentir. Es la definición perfecta de profesionalidad. El ambiente, la propuesta gastronómica y el equipo hacen que la experiencia sea inigualable. Todas las piezas encajan a la perfección. Mila esker.

Estuvimos el domingo y la experiencia fue estupenda. La comida de toda la vida con unos sabores increíbles... Un trato estupendo de todo el equipo. Me encantaron los cubiertos. Esa tosquedad de la metalurgia tan bien tratada, sienta genial. Muchas ganas de volver a veros. Os deseo lo mejor.

Organizamos un viaje al País Vasco para poder ir un día al restaurante Bakea en Mungia. Todo empezó con la lectura de un artículo que nos atrajo. Hablaba muy bien del proyecto de restaurante que acababa de empezar el camino con Alatz Bilbao, de su formación, de los productos de proximidad a la cocina, del todo hecho a leña, del hierro, y también de su juventud para emprender un proyecto sostenible con el que poder vivir todo un equipo. Disfrutamos desde el primer momento con la atención personalizada nada más entrar, con la luz de la sala, las dos largas mesas y la música de la tierra que nos rodeaba todo el tiempo en un ambiente de paz (BAKEA), hierro, madera y memoria . Los trece escalones nos los presentó muy amablemente Alatz. La capacidad de la sala es de un máximo de 20 personas. El menú 87€ sin bebida. Todo fue un placer. Nos divertimos y planeamos regresar. Ánimo y ADELANTE!

Comer y beber en el Bakea es realmente una experiencia extraordinaria para los sentidos. Gracias Alaitz, Fran, Sara y todo el equipo por hacernos disfrutar. No pudo ir mejor.

Estupenda recepción, agradable lugar para realizar una estupenda degustación. Salimos muy satisfechos.

Hemos comido hoy en este restaurante. Está ubicado en una zona donde puede ser complicado encontrar aparcamiento cercano. El comedor es pequeño, decorado con muchísimo gusto y con una iluminación que en una primera impresión puede parecer escasa, pero que una vez sentados en la mesa se ve que es suficiente y que genera un ambiente muy acogedor. Las cortinas de los ventanales cerradas contribuyen a generar un ambiente enfocado a lo que ocurre en la mesa. La ambientación musical es acertada también, aunque a veces el volumen puede interferir en las explicaciones previas a la presentación de algunos platos. Hemos comido el menú de hoy, que constaba de 13 pases. La propuesta culinaria es profunda, coherente y con mucho sentido. A destacar especialmente la antxoa, el pisto, el txarri con manzana y el choco-seta. El momento "taller" es muy original y encaja perfectamente con el sentido de la propuesta. La atención prestada en sala por Bittor, Sara y Fran ha sido simplemente sobresaliente. La visita final a la cocina (con una presentación de "la máquina" realmente interesante) pone el broche a una magnífica experiencia culinaria y vital. Para no perderselo.

Nos atrajo lo de todo brasa , fuego …primario , pero no ….creíamos que algo parecido al Etxebarri…..pero que va ….le quitas la parafernalia y es uno más de una estrella Mitxelin …vamos que si no te lo explican no sabes lo que comes,………yo hace tiempo que los intento evitar .