Atrio en Cáceres

Todo lo que da el cerdo ibérico de la zona magníficamente preparado. 3 estrellas Mucho más que un restaurante (y hotel) en Cáceres

Experiencia positiva pero agridulce. Para quien le vuelve loco el cerdo ibérico como a mi, esta degustación va a ser un manjar 100%, ya que la mayoría de pases lo utilizan de alguna forma, y algunos son verdaderamente deliciosos. Además, el servicio es un gran despliegue (¡quizás demasiado!), que no repara en atención. Sin embargo, ha habido dos puntos que personalmente me han sacado por completo de lo que el precio del cubierto y las tres estrellas Michelin me daban a esperar: 1. He terminado “medio lleno”. Los últimos 2 o 3 pases servidos, sobre todo el último (presa ibérica), quizás podría haber sido mucho más abundantes, para dar el toque final a los principales y asegurar que nadie termina el menú sin saciarse. 2. Tienen una bodega espectacular y con los mejores vinos del mundo. Sin embargo, para quienes no bebemos alcohol, disfrutar de un buen agua mineral es un placer enorme, y marca mucho la experiencia. Sin embargo, me ha sorprendido muchísimo que todo el agua la sirven en botellas de plástico. Esto para mí no está ni de lejos a la altura de las expectativas en este tipo de restaurante, y durante toda la comida nos ha resultado un fastidio ya que el sabor no tiene nada que ver con un agua embotellada en vidrio. Para mí esto es un básico, nunca lo había visto en un restaurante de más de 30€, y nos ha chocado. Sobra decir que el agua la cobran bien también. La elaboración de algunos platos, una obra maestra.

Lamento mucho no haber entendido la propuesta... lo siento, debo ser una cateta pero las gambas con chorizo deben estar wow para que tenga sentido mezclar gambas con chorizo!!! al buen jamón no le hace falta mayonesa, las vieiras con torreznos en salsa ácida tampoco tienen sentido, el bogavante o la cigala están más ricos tal cuál que con todo ese cerdo y brócoli, flores, curry... la combinación de sabores y los aromas debe estar mejor que cada principal por separado y en este restaurante, para mi gusto, no ocurre... El bollo con tinta de calamar con orejas... Ventresca de atún con manteca colorá... (pena de ventresca) en fin... nada, nada, tiene sentido al leerlo y menos aún al comerlo!!! El flan de papada con una textura espectacular (hombre, es flan!)... Y el caviar magnífico... Pero juntos???.... Muy agradables las texturas en todos los platos, la presentación fantástica, pero hubo 3 platos que me provocaron auténtico rechazo y los dejé: la empanadilla de comino y manteca, las vieiras al LSD y el postre de queso.... Resto de postres muy normalitos para ser un 3 estrellas.... Debo tener un paladar poco educado... En cuanto al precio, lo veo correcto por la gran cantidad de ingredientes de primera calidad en cada plato con muchísima elaboración, muchos platos, presentación novedosa, sorprendente... Servicio excelente. En general está bien, simplemente creo que he descubierto que no me gusta el cerdo.

Si hubiera 6 o 7 estrellas las pondría , finde semana espectacular comida,instalaciones,restaurante Toda la gente de allí espectacular Mil gracias por hacernos disfrutar!!!! Volveremos pronto

Una experiencia singular con un servicio excepcional.

Sobran Estrellas o sobra precio. Ya son poco los tres estrellas que me quedan para completar la lista en España. Es un objetivo desde hace tiempo, pero completar la lista requiere tiempo, paciencia… y bastante dinero. El esfuerzo económico que exige desplazarse a otra ciudad a comer, más el precio de unos menús que rara vez bajan de los 275€ (bebida aparte) exige que la experiencia sea redonda para que realmente compense el tiempo y el dinero. Sinceramente, decir que en cualquier tres estrellas de nuestro país se come mal, sería mentir. En Atrio, no se come ni se bebe nada mal. Pero yo no disfruté más de la mitad del menú: se empeñaron en servirlo atropelladamente, a menos de 5 minutos por plato. Entiendo que detrás de las prisas (vaciaron el restaurante en poco más de dos horas) hay algún tipo de política de gestión de turnos del personal, pero que en cualquier caso el comensal no debe pagar. De esa primera hora no recuerdo como diferencial ninguno de los bocados que probamos. De hecho los primeros platos que verdaderamente me marcaron fueron los que sirvieron una vez les pedimos que bajaran el ritmo y nos dejaran disfrutar como es debido. Gracias a eso al menos me puedo llevar de recuerdo ese bogavante, esa cigala con careta de cerdo o el bollo de guiso de cerdo y calamar. 💰Relación disfrute-precio: el conjunto, vistas las prisas, el famoso “diez por ciento” o que muchos de los platos pasaron sin más emoción por mi mesa (probablemente debido únicamente a las prisas), la experiencia se queda en un notable. A 460 euros por persona, que fue lo que pagamos, me es imposible valorarlo más. Al conjunto, o le sobran estrellas o le sobra precio. A estos niveles, la clave son los detalles y en Atrio no me pareció que se cuidasen lo suficiente. ✅Puntos fuertes: su menú es una oda al cerdo; tienen la que es, probablemente, la mejor bodega de España. ⭕️Puntos débiles: las tres estrellas le pesa; el servicio no puede ser tan acelerado, hay que dejar disfrutar al comensal. Que sigan incumpliendo su deber legal de incluir el IVA en los precios del vino. 💻 Somos @madridbocados. Nos leemos pronto. ¡Hasta el próximo bocado!

Una buena experiencia. Los platos están muy bien elaborados, se nota la profesionalidad y dedicación en ellos. El local es exquisito, un entorno único y con muy buen gusto y detalle a todo que sin duda se ve reflejado. Nosotros fuimos tanto al restaurante de 3 estrellas michelin ATRIO y a la Casa de Comidas Torre de Sande. Ambos lugares espectaculares. En ATRIO, los platos, la elaboración, maravilloso todo. La única pega que quizá pondría es el servicio. Hubo un momento a lo largo del servicio, que era tal o cantidad de camareros en el centro de la sala, que en lo personal resultó agobiante, ya sé que les oía más a ellos. Entiendo que están para servir y estar en todo momento al detalle, pero aveces puede resultar un poco agobiante. En cuanto a la Casa de Comidas Torre de Sande. Pega ninguna, la elaboración de los platos, también son elaborados pero con un toque más sencillo sin perder la elegancia y el sabor. En conclusión, una experiencia única !

Servicio de 10 , todos encantadores y la visita a la bodega fue muy para mí una experiencia muy bonita ,

Toño crea un menú degustación basado en el cerdo ibérico que destila amor por su región y raíces. Un pase de 17 platos maravilloso donde la empanadilla, las vieiras con torrezno (qué jugo de pimiento!!!!!) y la panceta con caviar aue parece un flan para mi han sido la perfección. El trato de sala excelente, gracias Mailys gran trabajo. Y mención especial al sommelier Jose Luis, que derrocha pasión, aconseja de maravilla y es una parte fundamental de la experiencia.

Hemos tenido la suerte de poder visitar atrio, la experiencia ha sido sublime , desde el primer minuto con la recepción por parte de todo el equipo del restaurante, hemos hecho uso del servicio de canguro , gracias a Laia. Visitamos la bodega , espectacular, hemos saludado a José Luis Paniagua , y hemos disfrutado de todo el menú , todos y cada uno de los platos han sido un placer para los sentidos. Enhorabuena a todo el equipo de Atrio y muchas gracias por hacernos pasar un rato tan agradable, sin duda volveremos.