Asador Aurora en Valencia

Todo estaba increíble y el servicio muy bueno. El lechazo mi favorito sin duda.

El servicio inmejorable, fui sin reserva y nos atendió Nuria muy amable ofreciendonos una mesa a pesar de estar lleno,la comida está espectacular y el ambiente muy cómodo y tranquilo

En una sola palabra, la excelencia. Precio calidad y servicio.

El tipo de lugar donde también gravitan los españoles a los que les encanta comer platos tradicionales castellanos... Este fue nuestro primer cochinillo asado y no decepcionó... El crujido de la piel, la carne jugosa perfectamente cocida, el jugo en la cazuela de barro listo para servir sobre las patatas de la casa... ¡delicioso! Buen vino por 25 euros y una ensalada enorme, croquetas y verduras asadas.. y una de las mejores tartas de queso que he comido... maravillosa.. Excelente servicio de Enrique y Robinson para colmo. Que más se puede pedir.... Segunda visita: recibido como un viejo amigo: excepcionales chuletas de cordero a la parrilla, rico plato de judías rojas de Burgos... una preciosa alcachofa rellena y una generosa y fresca ensalada. El vino tinto de la casa, elaborado por los propietarios, acompaña maravillosamente la carne a la parrilla. El servicio vuelve a ser excepcional. Asador se está convirtiendo rápidamente en mi restaurante favorito en Valencia.

Calidad en la comida, buen servicio, amabilidad, limpieza presentcion, la comida espectacular

...si lo que que se quiere es degustar carnes tipo lechazo-sobre todo-, cochinillo y similares precedido por unos buenos platos a compartir, pongamos que hablo de mollejas o alcachofitas. Servicio muy atento y rápido. Precio...pues precio es el que es porque estás comiendo lo que estás comiendo. Hay que dejarse hueco para los postres cargados de calorías, especialmente el delicioso flan de queso

Una comida excelente, volveré sin lugar a dudas ❤️

Asador castellano de larga trayectoria en el barrio de Jaime Roig;reforma reciente y calidad en la carta con protagonismo del lechazo y cochinillo;cierta dificultad de aparcamiento cercano;muy recomendable;ticket por persona en torno a 40 euros, sin vino.

Hemos ido en familia a comer. El lugar está puesto agradable y es muy acogedor. Tiene dos reservados para grupos más numerosos y un comedor central. La comida es castellana y tienen un horno a leña donde hacen el cochinillo y el lechazo: ¡espectacular! La materia prima es muy buena y la atención de los camareros también. Hemos pedido de entradas: el atún fresco escabechado con cebolla tierna y aceitunas, Morcilla de Burgos con pimiento rojo asado y el revuelto de setas. Siempre que vamos, pedimos estos entrantes porque nos encantan. La morcilla está crujiente y un poco picante. Las 3 super recomendables. El pan es sobao y con el aceite un espectáculo. Cada uno ha pedido el plato principal que quería. Si pides cochinillo o lechazo, lo mejor es decirlo al hacer la reserva. No puedes dejar de probar el cochinillo tostón. Muy recomendable también el entrecot de ternera de Salamanca, acompañado de patatas a lo pobre. Al punto que tú elijas. Al pedir el postre te sacan un sorbete que es fenomenal para hacer la digestión. De postre hemos pedido la tarta de queso ( que las hacen individuales y las sacan con miel para acompañar), el milhojas (con mucha y buenísima crema y canela) y el tocinito de cielo con helado de turrón ( otro 10) Es un restaurante que todavía sigue cuidando los detalles para hacernos disfrutar del momento: manteles y servilletas blancos de tela; cubiertos para servir; cambio de cubiertos con los platos; copas de vino de calidad, grandes y abombadas…. Hasta la pajita del sorbete era súper acertada, porque las pajitas desechables actuales, pese a ser una opción ecológica, tienen una textura terrible en la boca. Seguiremos yendo y disfrutando de la comida y del cariño que ponen en cada cosa todos los que trabajan allí.

Hemos ido en familia a comer. El lugar está puesto agradable y es muy acogedor. Tiene dos reservados para grupos más numerosos y un comedor central. La comida es castellana y tienen un horno a leña donde hacen el cochinillo y el lechazo: ¡espectacular! La materia prima es muy buena y la atención de los camareros también. Hemos pedido de entradas: el atún fresco escabechado con cebolla tierna y aceitunas, Morcilla de Burgos con pimiento rojo asado y el revuelto de setas. Siempre que vamos, pedimos estos entrantes porque nos encantan. La morcilla está crujiente y un poco picante. Las 3 super recomendables. El pan es sobao y con el aceite un espectáculo. Cada uno ha pedido el plato principal que quería. Si pides cochinillo o lechazo, lo mejor es decirlo al hacer la reserva. No puedes dejar de probar el cochinillo tostón. Muy recomendable también el entrecot de ternera de Salamanca, acompañado de patatas a lo pobre. Al punto que tú elijas. Al pedir el postre te sacan un sorbete que es fenomenal para hacer la digestión. De postre hemos pedido la tarta de queso ( que las hacen individuales y las sacan con miel para acompañar), el milhojas (con mucha y buenísima crema y canela) y el tocinito de cielo con helado de turrón ( otro 10) Es un restaurante que todavía sigue cuidando los detalles para hacernos disfrutar del momento: manteles y servilletas blancos de tela; cubiertos para servir; cambio de cubiertos con los platos; copas de vino de calidad, grandes y abombadas…. Hasta la pajita del sorbete era súper acertada, porque las pajitas desechables actuales, pese a ser una opción ecológica, tienen una textura terrible en la boca. Seguiremos yendo y disfrutando de la comida y del cariño que ponen en cada cosa todos los que trabajan allí.