Arzábal Bernabéu en Madrid

Súper recomendable. Todo buenísimo y el entorno inigualable

Muy rico tinto de verano! Papas bravas y pan con tomate!

Ambiente tranquilo y con buenas vistas al bernabeu, comida muy rica.

¡Un restaurante estupendo! Y lo mejor de todo es Franc, ¡tan amable y atento! 😍

Una hermosa experiencia que vale la pena repetir! En octubre tuve la oportunidad de ser recomendado venir a Arzábal y tras este tiempo, es de las mejores decisiones que pude tomar en mi estancia en Madrid. No solo el lugar es impresionante con vistas a la cancha de fútbol pero también la vasta colección de vino que decora el lugar, mesas y ambiente acogedor, sin embargo, el mayor valor y tesoro está en el equipo humano que conforman el restaurante con atencion personalizada, listos a dedicar todo el tiempo que uno necesite y hacer todo lo posible para que uno se sienta uno más de la familia.

Gran experiencia y buena comida, pero algo inflado de precio debido a la ubicación. El ambiente es bastante acogedor y el trato por parte de los camareros es excelente. Aunque la gracia de ir es tener una mesa con vistas al interior del estadio. En cuanto a la calidad de la comida, es muy buena, destacan los ibéricos como puede ser el queso, jamón o cecina. Es un lugar donde vas a comer bien, de eso no cabe duda. Como aspecto negativo, los complementos tipo patatas fritas son platos que debes pedir independientemente, con su respectivo precio, claro. Además, te dan pan con mantequilla al inicio, que por supuesto te cobran, lo quieras o no. En general, una experiencia única gracias al estadio, se disfruta muchísimo. Muy recomendable para una ocasión especial tipo cumpleaños o aniversario.

Un lugar genial dentro del Bernabéu, ¡pero qué entrada! Hay una zona tipo taberna arriba y unas escaleras que bajan al restaurante principal, un poco confuso para quienes van por primera vez. Estábamos allí parados, algo perdidos, cuando la anfitriona gritó desde abajo: "¿Puedo ayudarles en algo?". Bueno… ¡sí, queríamos comer! Le dijimos que queríamos cenar, y nos respondió como si le hubiéramos pedido lo imposible. Quizás nuestras zapatillas no pegaban con el ambiente de una cena elegante. Tras unos segundos incómodos, prácticamente nos gritó que bajáramos. No fue la mejor bienvenida. Una vez sentados, el ambiente era acogedor, con vistas al estadio y un DJ pinchando clásicos. Pedimos croquetas, lomo y vaca vieja; todo estaba delicioso. Aunque, para que se hagan una idea, un kilo de chuletón cuesta 179 €… ¡así que más vale que esté bueno! Lo mejor fue la torrija con helado, ¡absolutamente deliciosa! Los camareros fueron muy amables, todo lo contrario que la anfitriona. Un consejo para la gerencia: denle a esa señora un curso de modales, está espantando a los clientes… ¡especialmente a los que no encajan en su molde!

Comida escasa y normalita para el precio 76€ por persona creo pagas más el sitio que la comida

Inesperadamente fuimos a almorzar aquí. Sorprendido con la calidad, precio y ubicación del restaurante. ¡Las croquetas y la oreja de cerdo son imprescindibles! Nuestro camarero, Thomas, proporcionó un excelente Servicio con excelentes recomendaciones sobre qué pedir. El interior del restaurante era precioso. 10 / 10 recomendaría.

Excelente experiencia gastronómica, La comida fue deliciosa, productos muy cuidados, y en su punto. El entrante fue las croquetas y la ensaladillas, ambos platos nos gustaron. Los platos principales fueron los dados de rapito con salsa spicy y la entraña de Black Angus, ambos platos espectaculares, con una buena presentación y cantidad. Buen vino y para el postre compartimos la tarta de queso, todo excelente. El ambiente genial. Nos gustó mucho que desde la sala se vea el campo de fútbol. La atención de diez, muy atentos en todo, nos dieron opciones fuera de carta y explicaron cada plato. Muy recomendable.