Artemisa en Madrid

Muy buena experiencia en todos los sentidos. Las croquetas artemisa son exquisitas

El trato del camarero estupendo y la comida buenísima Muy recomendable

Sitio muy agradable, con un menú vegetariano variado y un servicio excelente.

Me da pena poner solo tres estrellas, pero es con afán de motivación a mejorar y no solo a criticar. El servicio es atento y rápido, por lo que buen trabajo! Las croquetas están muy ricas. Pero la comida ( hemos ido varias veces) no sabe a nada, no utilizan especias, a penas sal. Si haces una lasaña, la soja hay que saltearla bien y que coja algo de sabor. La salsa de tomate (ya que el queso no se derrite) tendría que tener al menos albahaca. La berenjena en tempura es una buena idea, pero si empapas la tempura en la misma salsa de tomate triste que la lasaña, el rebozado se queda mojado y no crujiente. Al menos tiene más sabor porque lleva pesto y eleva bastante el plato, pero los pimientos son de bote. La tarta de zanahoria está bien....el frosting empalagoso. La tarta de natillas muy rica.

100% recomendable . Comida , atención limpieza todo impecable. Pedimos de entrantes unas berenjenas y unos tacos, y luego un plato para compartir “ plato de Cibeles” Quedamos llenísimos y contentos

Excelente vegetariano de toda la vida. El servicio es amable y muy agradable. La comida está buenísima y los postres para chuparse los dedos, especialmente el tiramisú

Un auténtico acierto. Unos de los mejores vegetarianos y veganos de Madrid. Tiene una amplia gama y variedad de de platos además de postres caseros. Los fines de semana mejor reservar ya está bastante lleno

Excelente restaurante. ¡La comida es maravillosa! Recomiendo.

Es un restaurante pequeño con una comida buenísima y una atención exquisita.

Todo un poco decepcionante para ser honesto. Habíamos reservado y fuimos una de las primeras parejas allí. Cuando pedimos que nos alejaran de la puerta a otra mesa (esto fue antes incluso de sentarnos) , el gerente se encogió de hombros ante la camarera (que era encantadora) y saludó desdeñosamente en algunas otras mesas. El ambiente era luminoso y no muy acogedor, el vino de la casa era pobre - lo cual es muy inusual en Madrid - y la comida que conseguimos para ambos entrantes y el plato principal parecían ser tonos marrones. Vea la foto del plato de compartir, que es donde los restaurantes suelen mostrar sus productos. No fue terrible, pero no muy bueno. En comparación con los restaurantes vegetarianos/veganos que solemos frecuentar en España había una clara falta de verduras frescas y color en el plato. No nos quedamos de postre.