Ardacho en Valencia

Sitio bonito, tranquilo. Servicio rápido y atento. Comida muy sabrosa y de calidad. Totalmente recomendable. Calidad/precio inmejorable.

He ido a cenar con mi pareja y la calidad y el servicio muy buenos .precio también razonable. Volveremos pronto

El restaurante Ardacho, a unos 15 minutos a pie del centro de Valencia, es una visita obligada para quienes buscan cocina local de calidad. Ofrecen un menú del día, disponible solo al mediodía, con platos realmente deliciosos y raciones generosas. El servicio, a cargo de camareros amables y atentos, hace que la experiencia sea aún más agradable. Lo recomiendo encarecidamente a cualquiera que quiera saborear la auténtica cocina valenciana en un ambiente acogedor.

La comida es excelente todo lo que pidas es bueno

Muy buen menú. Aconsejable reserva.

Me había hablado muy buen de este sitio, la comida está muy buena, las bravas dejan un poco que desear, el arroz de puchero en llanada, bueno pero sin ser ninguna excelencia. Calidad precio, me pareció caro.

Sitio muy recomendable , la ensaladilla con toque picante espectacular ... El camarero Cristian nos dio un trato excelente

Experiencia buenísima, la comida de 10 y el trato del personal excelente. Recomendable 100%

Lugar muy tranquilo, muy bien atendido, lejos del turismo donde se puede disfrutar de arroces y fideua. Se come muy pero muy bien ya que tienen el sistema de menú degustación donde puedes elegir 3 entrantes de la carta y lo traen servido para que cada uno pueda disfrutar la porción entera ( sin tener que dividir una croqueta u alcachofa…. Por ejemplo) Porciones muy abundantes y todo muy sabroso

Segunda vez en este restaurante y sensación agridulce por culpa de fallos importantes en el servicio. Con respecto a la comida ninguna pega, estaba todo muy bueno, amplia oferta en la carta con platos originales, que desde luego no encuentras en otro sitio de esa zona fuera del centro. En cuanto a los fallos que empañaron nuestra visita: demasiada rapidez a la hora de sacar los entrantes resultando hasta agobiante que no cabían ni bien en la mesa, con la consecuente presión de comer rápido para que no se enfríen. Por último a la hora de pedir la cuenta no nos dieron tampoco tiempo de repasarla, literalmente la camarera vino con el datáfono y metió el ticket en el vasito, cuando la cantidad total no cuadraba para nada con lo consumido. Por supuesto me detuve a repasar el ticket a pesar de estar ya cobrado como digo y resulta que nos habían cobrado también la botella de vino de la mesa de al lado, nada menos que 21€. Evidentemente nos devolvieron el dinero y se disculparon sí, pero demasiado tarde, no pueden permitirse que sea el cliente el que se percate de estas cosas por culpa de hacer todo tan rápido. Una pena, pero por todo esto no sé si regresaremos.