Aperitivo BAr en Godella

para mi un descubrimiento en todos los sentidos , por su calidad excelente y la profesionalidad en el servicio y como te tratan , una pasada un 10

Bueno, qué decir; es el mejor restaurante de València. Vicente Molina Muñoz sigue la senda de décadas de prestigio, saber hacer, elegancia y cariño con su señora madre, Toñi. Soy cliente habitual rendido desde su anterior local y tuve el privilegio de asistir a la creación del restaurante que ya atesora catorce años y siempre parece recién inaugurado. Qué maravilla.

Hemos comido en la terraza previa reserva. Excelentes los berberechos y el bacalao. Muy recomendables las cocas y las ostras. Las tartas de diez. Servicio muy profesional y atento. Precio muy razonable. Para repetir

Aún estoy buscando plato que no me guste. Si no llevas un Louis Vuitton te miran mal pero me da igual porque estoy con mis colegas. De todas formas, bombaca maxima.

Hemos ido por conocer su tradición y buen hacer en el pasado. Hoy en un nuevo local y bien referenciado por críticos gastrónomos. La experiencia ha comenzado con el despropósito de ser los primeros en sentarnos, pedir a la propietaria una extensa parte de la carta y ser atendidos los últimos!! Hasta cuatro mesas de unos 10 comensales ya tomaban su bebida y comían sus primeros platos. Hemos requerido la atención de una de las tres camareras para que nos sirviera la bebida. Malas caras a lo que hemos reaccionado solicitando mejor trato y simpatía. Nos hemos marcado un tiempo para levantarnos y marcharnos. Pero al haber llegado con referencias de otros buenos clientes, incluso saludado al hijo (Vicente) de la propietaria Toñi les hemos dado una segunda oportunidad. Requerida la atención de la propietaria nos comenta que por un problema informático nuestro pedido no entró en cocina!!! Pienso que está buena señora si no se da cuenta de que estamos totalmente desatendidos y sin bebida alrededor de 20 minutos sentados debería haber reaccionado mucho antes. Con ella cuatro camareros en sala para unas pocas mesas. Eso sí,muchos saludos y besos por aquí y por haya. Es mejor ser cliente conocido por aquello de que los últimos serán los primeros. Bueno dejando estos despistes y mal servicio decir que la comida muy normal. Buena con aprobado. Al final de los postres les hemos trasladado tanto a Amparo y Toñi nuestro asombro/queja y sugerencia de que una sonrisa y buena atención suma mucho. Hemos pagado y marchado otra vez los primeros!! No nos gustan los clásicos orujos a los que se suele invitar a los clientes; aquí y después de estos inconvenientes ni los han ofrecido por aquello de pelitos a la mar. Cría la fama y .....

He devorado la cena al momento y no he podido hacerle foto pero quiero recalcar varios puntos. En primer lugar, a pesar de ser sábado por la noche nos han hecho hueco y nos han atendido a la mayor brevedad, siendo súper atentos y preocupándose porque todo estuviera a nuestro gusto. El personal ha sido increíblemente amable y aunque es una cosa que se da por hecho, para mí es un punto a favor que haría que repitiera mil veces. Además, la cena estaba de 10, el pulpo, queso, la tosta de jamón y de lomo y la tarta de queso, todo buenísimo. No somos de Valencia pero siempre que la visitemos volveremos aquí sin ninguna duda.

Magnífica calidad y servicio.la relación calidad precio es buena. El Marisco es caro y las almejas que ayer tomamos eras insuperables. Sin duda uno de los mejores restaurantes en cuanto a producto fresco y bien servido

Fuimos a cenar y cenamos muy bien. Fallo nuestro de ir un lunes cuando el bar cierra martes y miércoles. Había muchas cosas q no tenían y nos quedamos con ganas de probar asique volveremos. Las ostras y las almejas espectaculares. Por poner un pero, los postres no están a la altura de la comida.

Visité este restaurante con altas expectativas dada su reputación, y debo decir que hay muchos aspectos positivos que destacar. La atención del personal fue atenta y profesional, siempre con una sonrisa y dispuestos a ayudar. Sin embargo, la actitud de la dueña me pareció un poco distante, lo cual no afectó la calidad del servicio, pero ciertamente podría mejorar para ofrecer una experiencia más cálida y personalizada. En cuanto a la comida, los sabores estaban bien equilibrados y cada plato presentaba una combinación interesante de ingredientes. Aunque las porciones eran más pequeñas de lo esperado, la calidad de cada bocado compensaba la cantidad. Eso sí, los precios me parecieron un poco elevados en relación con la cantidad servida. El ambiente del lugar es agradable, aunque no hay nada particularmente malo, creo que con algunos ajustes podría convertirse en un espacio aún más acogedor y atractivo. En resumen, mi experiencia fue en general positiva y recomendaría este restaurante a quienes buscan platos de calidad y un servicio atento, siempre y cuando no les importe pagar un poco más por porciones más selectas.