Anyora Bodega en Valencia

Las dos cocas que pedimos una era la de sardinas ahumada y estaba muy buena pero la de anchoa no era ni coca era como una tortita y deja mucho que desear , la ensaladilla lo mejor , también el figatell con brioche estaba aceptable y el aperitivo casero muy normalito, esperaba algo más por el precio

Un clásico, renovado imprescindible en Valencia!!!! La coca de sardina ahumada, la oreja sobre lasaña….TOP🙌

La experiencia fue increíble. El camarero fue muy amable, rápido y divertido. Nos explicó cada plato y nos preguntó sobre alergias, etc. La comida es increíble e inolvidable. El filete de atún a la plancha no se derretía, sino que se partía en mil pedazos en mi boca. El pulpo estaba delicioso, la sepia "sucia" también. Las tallinas de Riccardo estaban con arena, pero no es culpa suya, ya que estos pequeños comen arena, así que no pasa nada; algunas estaban limpias. Todo servido rápido. La sangría también está riquísima, y no es dulce (justo como me gusta). La única queja es que nos dieron una mesa de bar fea y muy incómoda, pero la comida nos hizo olvidarlo. 5 estrellas, sin duda, y 3 por el ambiente, solo por la mesa. Es ruidoso, pero se puede hablar con la voz de siempre y escucharse muy bien, un ruido normal en restaurantes pequeños. Sin duda, recomiendo este lugar. Nos cobraron 132 € por una sangría de 2 litros y dos platos de marisco para cada uno de los tres. Estábamos completamente llenos.

Como siempre, no falla está Bodega encantadora.

Diferente, ¿Qué más puedo decir?

Tanto la comida como la atención recibida han sido increíbles ❤️

Hemos comido super bien!!! Muy atentos, pendientes de que estuviéramos a gusto y que no nos faltara nada.

Nos hizo el viaje a valencia 10/10, la comida el ambiente, la gente, todo, mejor restaurante del mundo!!!!

Fuimos con dos amigos a cenar y fue una experiencia excelente. El equipo que nos atendió fue amable, atento y muy conocedor, tanto de la carta como de los vinos. Nos dejamos guiar por sus recomendaciones y terminamos encantados: los maridajes fueron un acierto y los últimos platos, elegidos por ellos, nos sorprendieron para bien. La cocina rescata sabores tradicionales con un toque personal que emociona. Se nota el cuidado en cada detalle. Un lugar que respeta la memoria del paladar y le da una vuelta fresca. Muy recomendable si buscás algo genuino en Valencia, lejos de lo turístico y cerca de lo verdadero.

Magnífico almuerzo de menú en un entorno agradable. Cocina valenciana en su máxima expresión servida en un entorno agradable por personal apasionado por la comida. La elección de las bebidas también fue excelente, y yo estaba feliz de seguir sus recomendaciones. El vino de postre Monastrell de Alicante fue un descubrimiento particular que acompañó lo que posiblemente fue el mejor helado de café que he probado. Una experiencia magnífica para saborear.