Amós en Madrid

Fuimos a probar su menú del día - fórmula amos - que por 50€ px tienes una buena muestra de la comida, lo cual es bastante razonable (como truco, en festivos lo siguen teniendo) Y en mi opinión vale la pena. Al final entre el extra de las anchoas, bebidas ect salimos a 66€/px El vermut es una locura, recomiendo encarecidamente pedirlo. Todo estaba riquísimo, el ravioli, la merluza son platos especiales. Y los entrantes no se con cual me quedaría. Los postres lo más sin más El servicio es muy amable por parte de todos aunque si bien es cierto que hasta cierto punto antinatural y pedante por decirlo de alguna manera. Tienen un sommelier que te recomienda los vinos perfectamente y son medianamente rápidos.

Uno de los espacios del Villa Magna alberga la embajada madrileña de El Cenador de Amós. Una carta de platos clásicos y reconocibles con un toque de autor en todos ellos y un producto sin ningún pero. Un servicio de sala muy cualificado y profesional. Espacio agradable tanto para comidas de negocios como familiares.

Amós, ubicado en el elegante Rosewood Villa Magna, ofrece una experiencia gastronómica refinada y acogedora, donde cada plato está presentado con esmero y elaborado con esmero. Disfrutamos del menú del día, que era a la vez asequible y excepcional. El restaurante lleva el nombre del abuelo del chef, un homenaje que refleja la sincera inspiración tras la cocina de Jesús Sánchez, profundamente arraigada en la tradición y elevada con creatividad.

Buenas tardes. Este restaurante incluye comida, gimnasio, club y parque.

Los pescados fantásticos y los entrantes deliciosos. Un diez en todo

La calidad y el servicios son excepcionales. Todo lo que comimos fue excelente, la merluza es de los mejores platos que he probado en mi vida. Un absoluto 10. Tuvieron el detalle de traer un postre con motivo de mi cumpleaños. Fue una celebración muy especial y ellos ayudaron a que lo fuese.

Un restaurante de excelente nivel y muy buena relación calidad precios. Platos muy bien presentados, con el toque de cocina de autor. Combinaciones de ingredientes que dejan huella elogiable. Si algo debo objetar fue que en mi caso, (y espero que no pase frecuentemente ) dos de los vinos que pedimos de la carta no estaban disponibles. Se siente el esfuerzo por mejorar, pero ya está entre mis preferidos.

Fuimos a comer esta tarde. Una experiencia inolvidable. La atención por la parte de Moritz fue insuperable. Me sorprendió ver que todo fuese tan perfectamente orquestrado al ver lo lleno que estaba el restaurante.

El sitio es una preciosidad al encontrarse en el Hotel Villa Magna. La atención exquisita. Todo el personal atento y sonriente. Pedimos el menú del día por 49€ por persona y las cantidades son escasas. El mismo personal nos “empujó” a que pidiéramos algún entrante supongo que a sabiendas de que la gente se queda con hambre. A pesar de estar incluidos postres en el menú, con las anchoas, un vermú y un par de copas de vino de la casa, la cuenta se disparó a 160€. La comida es deliciosa, pero mi sugerencia es que sean un poco más generosos en cocina con las cantidades en los platos para que merezca la pena el precio. No obstante espero repetir…

Comida muy rica y trato excelente. Quizá la cantidad/precio de algún plato un poco “justita”