Tuve la suerte de poder conocer este restaurante tan nombrado y especial en Barcelona.
Un regalo de casamiento se convirtió en una experiencia única que pudimos disfrutar al máximo de la creación de Jordi Vilà, y todas las increíbles personas que trabajan con él.
Los pasos 🍽 han sido uno más rico que el otro, viviendo una experiencia 100% catalana con un toque diferente para trasladarnos por los mejores lugares no sólo a través del paladar 🥰.
Cada momento, es explicado a nivel sabor, lugar y recomendando por donde vivirlos al máximo.
Tuvimos la suerte de estar muy cerca de la cocina, vivir un poco como la serie de The Bear, y disfrutar cómo es la alta cocina 👏.
Para cerrar la experiencia, nos regalaron el menú qué pudimos observar al comienzo, con sus modificaciones en función de nuestras necesidades, para que nos lo llevemos como recuerdo 🫶.
Sin duda un lugar mágico para conocer y disfrutar en pareja o grupo 👏👏👏.
Tomás Malio
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16 Marzo 2025
10,0
La comida está buena, pero lo más destacable es el servicio atento y profesional. Salimos muy contentos con el trato amable.
Alex Martin
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11 Marzo 2025
10,0
Increíble experiencia. Adaptaron mi menú por ser vegetariana con propuestas super variadas. La atención es espectacular y el sitio bellísimo. Súper recomendable!
Guadalupe Monteoliva
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20 Febrero 2025
10,0
Hemos venido a Alkimia con un cheque regalo de mi hijo pequeño. Un regalo fantástico y una experiencia gastronómica excepcional
Nos han deleitado con el nuevo menú degustación "La Mesa de Cocina Catalana" que es una auténtica obra maestra. La propuesta, estructurada por áreas temáticas, permite disfrutar de diferentes platillos dentro de una misma línea culinaria, ofreciendo una experiencia cohesionada y llena de matices.
Cada plato es una celebración del producto y de la tradición catalana, reinterpretada con la creatividad y precisión que caracteriza a Jordi Vilà. Los sabores son profundos, la impecable ejecución y la combinación de elementos en cada sección del menú es sorprendente.
La excelencia no sólo está en la cocina: el servicio es cálido y profesional. La jefa de sala, Ananda, nos hizo sentir como en casa con su atención cercana y experta, mientras que la camerera Pam demostró gran conocimiento y pasión por el menú.
Literalmente al lado tienen el restaurante Alkostat, que es una versión de platillos a la carta más para el día a día y nos la hemos apuntado para venir.
Diana Palomares
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20 Febrero 2025
10,0
Cocina de muy alto nivel. ¡Esto es arte! Disfrutamos mucho de nuestra visita. Fue una experiencia maravillosa. ¡
Nuria
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19 Febrero 2025
10,0
Al kostat… ¡un espectáculo! ¡5 estrellas para ti Jordi!
Hani Elsaheb Mourad
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14 Enero 2025
10,0
Cena estrella Michelin. Un lugar extraño. Sin señalización. Campana pequeña. Luego escaleras. El acceso para sillas de ruedas es a través de la cocina del bar Moritz al lado, luego el ascensor de mercancías.
Históricamente ha sido una casa (muy) elegante. Techos pintados. Decoración moderna basada en peces, y en particular sus escamas y aletas.
Comida solo así. Hermosamente presentado y servido con dolor por el personal joven en 1960 “perdido en el espacio” inspirado en uniformes plateados, grises y negros. Recaredo cava, posiblemente el mejor cava jamás bebido.
Los platos de pescado posiblemente los mejores que he comido. ¿La carne? Chef debe pegarse a pescado, salsas pegajosas dulces y amargas en frasco.
El desierto fue bueno.
Marcado por el extraño acceso para discapacitados y los desagradables platos de pato y liebre.
Comimos el menú degustación. Tuvimos un buen Can Rafols xarel. lo vino blanco. No esperes un cambio de 500€ por dos.
John W
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10 Enero 2025
8,0
Un lugar donde la cocina catalana brilla con un enfoque moderno y sofisticado. Probé un arroz de montaña con setas que estaba perfectamente cocinado, con un sabor intenso y auténtico. También disfruté de un entrante de verduras de temporada que tenía una frescura increíble. El restaurante tiene un diseño minimalista que invita a disfrutar de la comida sin distracciones. El personal es atento y profesional, siempre dispuestos a explicar cada detalle del menú.
Eating Barna
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26 Diciembre 2024
10,0
Ambiente muy intimo para cena en grupo. Lugar muy especial en un primer piso con esencia barcelonina. Menu desgutación con comida real, con recetas catalanas, muy equilibrado y ligero, sin elaboraciones innecesarias o de dificil digestion. En genral sitio muy agradable para sentirte agusto y disfrutar de la comida y la compañia.
Xavier Jean
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05 Diciembre 2024
10,0
Elegí este sitio para un homenaje en Barcelona y un acierto de pleno.
Cuando salgo a restaurantes de esta categoría espero encontrar cocina típica de la zona y buen producto como mínimo. Aquí tienes esas dos cosas.
Un menú degustación largo pero que no se hace pesado y a buen ritmo. Las elaboraciones en general son tradicionales pero con algún toque personal del cocinero en cuanto a salsas, combinaciones o técnicas.
Todos los platos me gustaron pero destacaría el "nigiri catalán", un trozo de pan a media cocción con tumaca y una tajada de ventresca de atún cortada un pelín más gruesa que los clásicos nigiris, sensacional como combina ese pan y la ventresca que de la grasa se deshace en la boca aligerando el tomate con acidez y un pelín de dulzor.
Destacar también el cordero chisqueta asado al horno. Te enseñan la pieza antes y la rematan al momento para disfrutarla. Es una pieza más grande que los corderos que suelo comer pero superó mis prejuicios.
También superó mis prejuicios la sepia. Siempre la he considerado de peor calidad que un chipirón de potera por ejemplo, pero en este restaurante la ponen en valor de tal forma que no desmerece del mejor chipirón, separándola por partes y cada una con un sabor y una textura.
También hay espacio para la cocina tradicional catalana, una magnífica escalivada concentrada de sabor y una langosta con un romescu sabroso que mejora el conjunto.
Las kokotxas las prepara con unas judías del ganxet siendo el juego de texturas similar con ambos productos, la melosidad de la kokotxa con la mantecosidad de las alubias.
En cuanto a los postres, estos no se quedan atrás con respecto a la parte salada del menú. Destacar una tarta de chocolate blanco tremendamente fina y sabrosa, con una base crujiente nada vasta y un interior cremoso y goloso cuyo sabor me recordó mucho a mi tableta de chocolate favorito, el Varlhona blanco.
En los petits fours llegó un buñuelo recién frito, caliente y relleno con crema que es el colofón perfecto a la comida.
Quizás la única pega que podría poner a la comida es el emplatado de algunos platos que no era tan vistoso pero creo que lo hacen para poner en valor la inmediatez de la cocina y que transcurra el menor tiempo posible entre el acabado del plato y el tiempo que el comensal lo disfruta. Eso también explica las exiguas explicaciones que da el servicio de sala de cada plato. Equipo de sala, por cierto, muy atento y profesional.
También poner en valor que el chef está dando el callo en la cocina y no sale a pasearse por la sala como pasa en algunos de estos restaurantes con estrella michelin, que el chef parece una deidad levitando por las mesas. En este caso a pesar de ser reputado en lo suyo mantiene un perfil bajo que yo particularmente agradezco.
En cuanto al espacio, es precioso aunque lo comparte con el otro restaurante más informal, esto quizás resta exclusividad al comedor del restaurante gastronómico pero a pesar de ello las mesas tienen mejor separación y vienen con mantel, otro detalle a agradecer.
El precio no es barato pero me parece justificado por la calidad de las preparaciones, el producto, local y ciudad donde está.
En definitiva, sitio recomendable oara darse un homenaje gastronómico en la ciudad condal.
AlSi61
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16 Octubre 2024
10,0