Albergue La Casa del Peregrino en Molinaseca

Dan un un trato súper agradable la verdad es que como sentirse en casa la verdad una experiencia inolvidable

¡Este es el mejor albergue en el que nos hemos alojado! Las habitaciones son pequeñas, con 8 camas, pero muy cómodas. Hay piscina. Vistas preciosas. La cena y el desayuno son deliciosos. El personal es amable. Nos encantó todo.

Hemos pasado unos días en agosto, hemos disfrutado mucho de la estancia. Las instalaciones muy nuevas y limpias, el personal muy agradable. Todo el recinto muy amplio y agradable para nuestros hijos pequeños que pudieron disfrutar de la piscina, los columpios y jardines. Tranquilidad, naturaleza espectacular y el pequeño pueblo, con mucho encanto. El personal nos trato fenomenal. Para repetir, sin duda.

La ventana de la habitación no se puede cerrar. El personal se comporta como si fuéramos una molestia. La ubicación es buena.

Lugar espectacular, con unas vistas que impresionante, cuidado a detalle y con todas las comodidades para el viajero ❤️ Fuimos 3 amigos de paso haciendo una ruta y nos paramos a tomar algo, anduvimos por las instalaciones y nos asombró mucho. Nos dimos un chapuzón en esa fantástica piscina que disponen 🤩 Una vez pasamos por recepción y cafetería nos atendieron gustosamente.. Muchas gracias por la empatía y generosidad 😃

Fuimos un grupo de amig@s a comer y espectacular,un exquisitez, luego pasamos la tarde en la piscina y sin palabras las instalaciones están de 10 y tiene unas vistas increíbles 💯

El albergue está muy bien ubicado. Situado al final de la calle Real, junto al camino de Santiago y justo donde acaba el pueblo de El Acebo. Desde las terrazas de este albergue se tienen unas impresionantes vistas de las montañas y los valles leoneses del Bierzo. Al estar a las afueras del pueblo, este hotel es muy tranquilo y relajado, sin ruidos que puedan molestar en los alrededores. La habitación era espaciosa, con camas y almohadas muy cómodas y confortables. El baño, con ducha, es bastante grande. Tanto la habitación como el baño estaban muy limpios y aseados. La atención de las chicas que trabajan allí fue siempre correcta, atentas y amables en todo momento, tanto en recepción como en el restaurante. Hay un restaurante con un salón luminoso y agradable. Tienen menú del peregrino con varios entrantes, platos principales y postres a buen precio. La comida está buena, una cocina bien elaborada con buenas materias primas, aunque los platos no son excesivamente abundantes. El desayuno del peregrino es bastante sencillo pero suficiente, café, zumo, tostadas, mermelada y algo de fiambre. Tienen wifi en el hotel, aunque hay bastantes zonas en las que no llega la señal correctamente, cortando la comunicación bastante a menudo, lo que era un inconveniente de cara a programar la siguiente etapa del camino. En el hotel hay, también, una piscina exterior bastante grande y un gimnasio, aunque nosotros no llegamos a utilizar ninguna de estas instalaciones. Merece la pena ver el atardecer desde los miradores del hotel, con unas vistas espectaculares y muy fotogénicas, y mientras te tomas algo en la terraza de la cafetería del hotel. Un excelente hotel con una buena relación calidad-precio. Un magnífico lugar donde relajarse y disfrutar de la tranquilidad. Habrá que volver, pero esta vez para pasar más de una sola noche.

Llegamos allí haciendo el Camino de Santiago, con los fuegos era lo único q estaba abierto y la verdad fue maravilloso: la comida espectacular, el trato inmejorable, nos dejaron incluso ducharnos aunq no nos quedamos allí He apuntado ese sitio xa repetir pq merece la pena además de q era muy bonito y estaba todo impoluto

Estuvimos en el restaurante y la piscina pero si el hotel es igual que en el resto de ubicaciones lo super aconsejo. Si quieres desconectar y conectar con la naturaleza, este es el sitio.

La habitación no era mejor, era peor que las demás. Dormí en una habitación para seis personas, con un baño y un patio donde se podía secar la ropa con unas vistas impresionantes a las montañas. Pero se podían encontrar cristales rotos. La comida estaba deliciosa. El pueblo tenía un atractivo peculiar. Había muchas casas en ruinas, pero el resto parecía medieval. No me entusiasma, pero en verano se está bien. Cuando hace frío, la cama está justo al lado de la puerta.