Albenzaire Hotel Asador en Pinos Puente

Atención esquisita socorriendo a moteros , restaurante de diez y rápido, las habitaciones muy bien, recomendable

Muy buena atención, gastronomía variada y diversa, los camareros Muy profesionales,

Trato muy agradable y muy tranquilo

Muy buena ubicación, el trato y el servicio general es muy bueno. Cierto es que las paredes del hotel parecen de papel como comentan en alguna reseña, pero en mi caso no ha habido ningun problema.

Hotel limpio y ubicación conveniente, en la carretera a Granada. El restaurante fantástico, la comida muy buena, excelente servicio y está abierto hasta las 23h. Buen precio.

Lugar tranquilo para hacer una pasada en el viaje y descansar, habitación grande y cómoda. Todo el personal muy agradable. Cojimos la cena típica, y todo estaba buenísimo, el desayuno igual....todo correctisimo

Estupendo sitio para parar y disfrutar de la comida. Pagas lo que comes, con calidad. No hay sorpresas, tan solo lo rico que está todo. Volveremos.

Muy acogedor y muy buena comida

Un sitio muy bonito con comida casera muy buena y bien servicio. Muy recomendable

Ruido. Esa es la palabra que mejor define la noche que pasamos en este hotel. Las paredes son de papel y las camas de las habitaciones contiguas rechinaban constantemente. El asador no está insonorizado y el ruido sube porque no hay puertas que aíslen la zona de hospedaje del resto. Perros ladrando toda la noche en otras habitaciones y huéspedes incívicos completaron la escena. El agua caliente de la ducha no funcionaba por lo que tuvimos que ducharnos con agua fría. Por otra parte, no pudimos bajar la persiana porque el mecanismo estaba roto y un botellín de plástico la mantiene entreabierta. Pasemos a otro punto; teníamos la cena y el desayuno incluidos. Para cenar elegimos menú y la comida estaba muy buena: tortilla española y arroz a la cubana de primero, y plato combinado de matanza y calamares a la brasa de segundo; de postre elegimos piña. Un diez para la cena. En cambio, el desayuno fue diferente. Uno de nosotros es celíaco y al preguntar al camarero por pan o bollería sin gluten, su respuesta fue que hay que comprar productos sin gluten en el supermercado y llevarlos de viaje con uno. Es el argumento menos empático que hemos escuchado en lugar alguno al que hemos ido a comer. Y nos sorprendió que siendo un sitio tan bien ubicado al pie de la autovía, no incluyan a las personas sin gluten; porque nadie elige ser celíaco, no se trata de un capricho, es una enfermedad. En resumen, es un lugar donde se come muy bien, siempre y cuando no seas celíaco, pero también es un lugar donde se duerme fatal y no cumple con servicios mínimos como el agua caliente en la ducha, al menos en nuestra particular experiencia.