Agua Salada en Santander

Restaurante con un encanto especial, con pocas mesas, y con una atención espectacular. Comida sorprendente. Todo riquísimo.

Magnífica experiencia en este restaurante. Calidad inmejorable y atención exquisita. Lo único que nos incomodó un poco es que entró una señora en evidente estado de embriaguez conocida por el personal del restaurante que dio el espectáculo a su llegada, llorando, tambaleándose y hablando más alto de lo normal.

Y hubo que cenar 🍽 💦 Como en cada visita, nueva y fantástica experiencia en el restaurante Agua Salada de Santander, un establecimiento donde la pareja propietaria (Pilar Montiel en sala y Carlos García en cocina) logran un ambiente íntimo y familiar tras la sencilla fachada en esquina - cercana a la zona del Río de la Pila - donde se esconde un acogedor espacio a modo de “bistrot” francés, dominado por los colores blanco y verde, con una antigua barra de bar a la vista, las mesas desnudas en mármol y multitud de detalles, que lo convierten en un lugar ideal para las cenas íntimas. 🔛 En su carta, no demasiado extensa y basada en el excelente producto de temporada de la “tierruca”, prima la frescura y calidad de los alimentos y una cocina con base tradicional puesta al día con pequeñas incursiones a comida internacional, donde sobresalen la originalidad y gran calidad de sus salsas. 🦐 A destacar, una vez más, el ravioli casero de cigalitas con salsa de cava y huevas de pez volador y también unas sorprendentes sardinas ahumadas con gazpacho de Jalapeño casero y crema de aguacate. ♨️ Honestidad, amabilidad y notorias dosis de encanto en este restaurante Bib Gourmand de la Guia Michelin que no se debe dejar de visitar en la capital cántabra. #HabráQueComer #Foodie #FoodPorn #SabeANorte #AguaSalada #RíoDeLaPila #Santander #Cantabria #CantabriaInfinita #CantabriaMásXDescubrir

Siempre que voy disfruto de cada plato, realizado con mucho mimo. La atención inmejorable y el precio muy bueno.

Buena comida pero no gourmet. El pescado estaba bien cocido pero el acompañamiento de unas patatas por 25€ me resultó un poco ligero. Tuve que dejarme la chaqueta puesta para comer porque hacía frío, lo cual no es muy agradable. Una buena nota para el postre.

Sitio muy agradable y la comida exquisita.

Restaurante pequeñito pero acogedor y muy tranquilo. Puedes pedir raciones o medias raciones. De lo que pedimos, destacaría las sardinas ahumadas y las zamburiñas (vienen por unidad). En cuanto a cantidad, las raciones quizás se quedan algo escasas para el precio que tienen, pero la presentación y calidad del producto impecables.

Un sitio para comer y cenar y saborear texturas y sabores

Estamos enamorados de este pequeño restaurante, tipo bistrot, en el centro de Santander. No sé cómo pueden cocinar tan bien en un espacio tan pequeño, sin que trasciendan los olores de la cocina. Lo ideal es dejarse aconsejar por Pilar y compartir los platos, o pedir medias raciones, esa es su idea. Cómo todo está muy bueno hay que probarlo casi todo, o volver para completar la elección. No sabría que plato destacar. Sencillez y honradez, más no se puede pedir más, siempre está lleno. Hay que reservar.

Todo perfecto. Nos ha encantado. El restaurante muy acogedor, cómodo y la comida muy rica y creativa. La carne espectacular, los chipirones con foie deliciosos.