Agua Salada en Santander

La comida toda muy rica, buena atención y sitio pequeño agradable.

Excelente y coqueto restaurante en los aledaños del centro de Santander con una cuidada carta con varias opciones, excelente preparación, servicio y materia prima. Precio medio. Muy recomendables las zamburiñas y la lubina de estero

Local pequeñito pero con bastante buena distribución, sin abusar para no agobiar con la cercania de las mesas.Carta corta casera, con platos de producto de mercado (pescado fresco, gamba roja..)a precio aquilatado y platos originales con un buen toque de sorpresa y originalidad en cocina, con salsas algunos de ellos pero nada pesados y de buena digestión".Repetiríamos

Súper sabroso. Gustos muy interesantes. Debe visitar este lugar. Los precios son muy razonables para una comida tan buena.

Nos ha gustado mucho. Muy de agradecer que se puedan pedir medias raciones de casi todo para probar más platos. La berenjena con mole poblano un 10.

Raciones grandes, muy bien preparado, muy buen trato, volveremos

Después de varios meses intentando conseguir mesa en este restaurante, finalmente lo logramos reservando con un día de antelación entre semana, ya que llamar los sábados era misión imposible. Esta vez, tuvimos la suerte de encontrar una mesa disponible. Desde el principio, la atención fue excelente. Las camareras que nos atendieron fueron encantadoras y, además de tomarse el tiempo para escuchar nuestros deseos, nos aconsejaron sabiamente: "no pidáis tanto, os vais a pasar". Decidimos hacerles caso, reduciendo un par de platos, y efectivamente fue la cantidad perfecta. El restaurante ofrece la posibilidad de pedir medios platos, algo que se agradece mucho para poder probar más variedad sin excederse. Comenzamos con un curry rojo de merluza y gambas, que fue sencillamente espectacular. Después, disfrutamos de un tartar de atún con ajo blanco, finísimo y lleno de sabor. Mi mujer insistió en pedir un wok de verduras con leche de coco, y aunque no soy muy fan de las verduras, debo admitir que fui capaz de disfrutarlo, lo cual no es poca cosa para mí. Sin embargo, las berenjenas al mole fueron el verdadero protagonista de la noche: un plato sencillamente brillante, lleno de matices y sabores que te dejan sin palabras. Además, la carta de vinos es interesante y está bien equilibrada. Aunque no es especialmente cara, ofrece opciones de diversas denominaciones de origen, desde las más clásicas hasta algunas un poco más atrevidas. En resumen, este es un restaurante al que sin duda volveré y que recomiendo a todo el mundo. Una experiencia deliciosa en todos los sentidos.

Estamos enamorados de este pequeño restaurante, tipo bistrot, en el centro de Santander. No sé cómo pueden cocinar tan bien en un espacio tan pequeño, sin que trasciendan los olores de la cocina. Lo ideal es dejarse aconsejar por Pilar y compartir los platos, o pedir medias raciones, esa es su idea. Cómo todo está muy bueno hay que probarlo casi todo, o volver para completar la elección. No sabría que plato destacar. Sencillez y honradez, más no se puede pedir más, siempre está lleno. Hay que reservar.

Tuvimos una comida maravillosa aquí y el servicio fue excepcional.

Excelente restaurante localizado en pleno centro de Santander. Ofrecen una carta de buen precio calidad. Ambiente acogedor y servicio amable. Recomendado.