agua de mar en Dénia

Me ha encantado! Todo perfecto! No puedo poner ni un pero.... Comida excelente. El pulpo es impresionante (el mejor que he probado). El trato perfecto, muy amables y profesionales, en especial, Mario y Amir que son los que nos atendieron. Volveremos 1000 veces.

Siempre que vamos por la zona aprovechamos para comer con éstas vistas, pero no sólo por las vistas, es un restaurante en el que cuando entras, ya en el ambiente se siente esa categoría, que se vé en la decoración, en la presentación de las mesas, en el recibimiento por parte de los empleados, te hacen sentir muy bien, en todos los aspectos. Vamos con una niña de 9 años (la han visto crecer) y tratan a Martina con un mimo, se la meten en el bolsillo y hacen con ella lo que quieren. Éste local derrocha profesionalidad por todos lados, además utilizan la mejor materia prima y eso se nota en cada plato, en cada grano de arroz, el pulpo es un espectáculo, las croquetas increibles, el calamar fresquísimo, todo, todo, todo, de 11. Nos vemos en año nuevo, como siempre. Raúl y familia, desde Elche, un saludo. NO CAMBIÉISSSSSSS

Bonita vista del puerto deportivo. Éramos las únicas personas en este lugar, aunque el lugar de al lado, de menor precio, estaba lleno. El aperitivo de croquetas estaba frito, suave y pegajoso, como en todas partes en España: crujientes por fuera, cremosos por dentro, pero con falta en casi todos los demás aspectos (¡aunque tenían sal!); El tartar de atún en realidad fue solo un toque, aunque las perlas de wasabi estaban geniales y fue maravilloso tener un poco de aceite de sésamo después de una abstinencia de varios meses: era una presentación atractiva y atún de buena calidad; El especial de la casa de sopa mixta de pescado tenía mucha variedad de pescado y marisco y poca o ninguna sal. Caro, pretencioso, aburrido y bonito.

Un elegante restaurante en la dársena del Club Nautico de Denia. Cocina de mercado con pinceladas de autor. Buen manejo del producto local como los salazones, el pulpo seco o las más populares y sabrosas gambas de Denia. Lugar de 10 con un servicio impecable. Buena propuesta de vinos y champagnes atendida por el sumiller Marcos, un gran profesional

Un lugar muy agradable con bonitas vistas al puerto deportivo. Personal atento y comprometido. Optamos por uno de sus menús y acertamos, muy buena presentación y buen género. Como unica pega los precios de su bodega, algunas referencias triplicaban o incluso más el precio en tienda...

Probamos el menú a 42 euros tomando una copa de cava como aperitivo frente a una preciosa vista del puerto. ¡Nos gustó todo! El padre refinado, los platos preciosos, los cuatro entrantes de pescado exquisitos y originales, el arroz negro con alcachofas y sepia muy bueno y el sorbete de pera con jengibre nos convencieron por su frescura después de esta abundante comida. Servicio amable y atento. Nos lo pasamos muy bien, recomendamos encarecidamente esta dirección, ¡no te decepcionarás!

Lugar con vistas espectaculares y la comida excelente. Es un poco caro pero se paga a gusto si la comida y el servicio son buenos.

De los mejores restaurantes que e ido un 10 en todo servicio.comida espectacular precio arreglo a la comida

Acudí a Agua de Mar con varios amigos una noche calurosa de verano en Denia. La ubicación en la marina, con vistas al mar, el sitio es inmejorable. El restaurante ha debido ser remodelado porque el sitio, la decoración y el ambiente que se respiran son increíbles. Con mucho gusto, sitio actual, con tacto, que cuida los detalles, muy bien hecho. Conocíamos al jefe de sala, Bruno, y nos consiguió una mesa amplia y un poco apartada a modo de reservado. De nuevo, la ubicación de la mesa en el local es increíble, pero las vistas al mar desde su terraza acristalada, su salón interior y su decoración que respira mediterráneo te harán la visita de lo más agradable. La carta es muy ampli, no me suelen gustar este tipo de cartas amplias con tantos platos, pero me acabó conquistando. Nos dejamos aconsejar por Bruno y fue marchando platos para todos los comensales. Lo primero en salir fueron los mosquitos, es un plato a base de marisco y pescado frito, se come todo, lo había probado hacia mucho y me recordó a cuando era pequeño, la textura de la fritura y el sabor te sitúan donde estás, en el mediterráneo. Seguimos con las croquetas, muy buenas, es complicado que no te gusten, pero es más complicado que las recuerdes a los días, las croquetas de Agua de mar son de estas últimas. Continuamos la travesía con el pulpi, más de Denia que el propio mar, así que genial, muy bueno, genial punto del pulpo. Acto seguido trajeron tartar, muy bueno, es un plato sota caballo rey, bueno, de cantidad iba bastante bien y de sabor bien, no llevaba guacamole, cosa que agradecí, últimamente todos llevan. Seguimos con un espectáculo, y no te estoy diciendo que el restaurante tenga un show como los tan de moda Lio de Ibiza, sino que te preparan el steak tartar en frente tuyo. Nos preguntaron el punto picante del steak, se agradece, ya que hay veces que resulta demasiado picante.  pero sin lugar a dudas, lo que más nos impresionó a todos fueron los tallarines de calamar a la carbonara, una verdadera maravilla, tanto por lo original del plato como por la ejecución, nos encogió a todos los que estábamos en la mesa. Además, por si fuera por poco, diría que llevaban un toque de ibñerico. Si vas, pídelo, lo agradecerás. Para finalizar la velada, los postres, tartas de manzana y de chocolate, al de manzana como si fuese un milhojas era impresionante, la de chocolate también. El precio, en un local que aspira a mucho más sobre y que ve derrapar las gomas de michelín por su puerta es lo de menos, pero mucho menos de lo que merece la calidad. la atención del personal, de Bruno y de Ali que fueron nuestros asistentes, al nivel de la comida, inmejorable.

Muy buen trato por parte del personal, comida y servicio muy bueno, es la primera vez que voy a este restaurante, sin duda volvere. Muy recomendable