A Ñora en Madrid

Comí allí con familia nos pusieron abajo pero tienen el piso de arriba para comer que debe ser menos ruidoso la comida bien pero tengo que decir que deberían tener planchas individuales para las mesas para terminar tu mismo la carne en tu mesa sino o está pasada de punto o está muy cruda ahora l calidad de la carne muy buena

Fuimos de menú de navidad que costó 46€. De primeros entraban, una quesadilla de pollo y queso de cabra, mejillones tigre, croquetas de jamón y arroz de butifarra y gambón. Y de segundo entraba una merluza a la bilbaína y un entrecot con patatas. Quesadilla de pollo y queso de cabra: presentación mejorable y le faltó mayor sabor del queso de cabra, para mí gusto lo peor. Mejillones tigre: Me sorprendió mucho, fue la primera vez que los probaba pero me gustó mucho. Mucho sabor y buen punto de rebozado. Croquetas de jamón: me gustó el punto de la bechamel muy cremosa y suave, pero he de decir que me parecieron demasiado grasientas, quitándole parte de sabor a jamón. Arroz de butifarra y gambón: lo mejor sin duda, muchísimo sabor y melosidad. Entrecot con patatas: No saque foto pero, muy recomendable buen punto de la carne con una guarnición de patatas caseras. Merluza a la bilbaína: No lo pobre, por lo que no puedo opinar. Tarta de queso: me faltó para terminar una buena ración de tarta casera y no una partida de un bloque. Muy mejorable. La atención, fue excelente ya que eramos mucha gente y les dimos bastante guerra.

Comida muy elaborada, platos tradicionales con toque moderno. Arroces variados y muy variados. El arroz de Rabo de toro excelente. Cocina apta para celíacos e intolerantes a la lactosa.

Hemos bajado a desayunar y me cobran 15€ por dos tostadas y dos zumos . He tenido que entrar a pedir y entrar a pagar porque ningún camarero a considerado salir a la terraza a atendernos. Los precios elevados pero la atención mediocre. Y no había nadie !!

Local amplio de dos plantas. Yo no vi rampas así que no sé si está adaptado. Baño unisex muy sucio a la hora de la cena. Muy ruidoso para nosotros. Éramos 2. Bebimos unas copas de vino blanco de Godello y una botella de agua mineral. Compartimos un tomate , después tomamos unos tacos de cochinita pibil y un platillo hecho con pan Brioche, huevo... no sé pero estaba muy rico. Compartimos 1 postre: una tarta fina de manzana. Pagamos alrededor de 65 euros. Nos invitaron a unos chupitos.

Restaurante muy agradable con buena decoración. Pedimos unos tigres que estaban impresionantes igual que las croquetas de jamón y para finalizar una tarta de queso que te quedabas planchado.

Volvimos de nuevo y esta vez no me fui contenta con dos detalles como la obligación de pagar con tarjeta, y que no haya carta en papel. Desde las asociaciones de consumidores reiteran que ninguna de estas prácticas son legales. Debe darse opción al cliente en la forma de pago y en como acceder a la Carta.

Hemos ido por primera vez a este restaurante al que, sin duda, volveremos. Comida muy rica a un precio aceptable. Pero lo mejor, sin duda, el servicio. Atento y muy profesional

Comida, original y divertida: las croquetas suaves y ricas, la hamburguesa de sepia, de 10. Incluso los postres, caseros y nada empalagosos. Recomendable por su comida y atención excelentes. Precio acorde a la carta.

Fue todo un descubrimiento anoche. Nos pillaba cerca del hotel y probamos. Fue todo un acierto, tanto por la comida como por la atención de personal. Lástima que fue por la noche, porque hubiéramos comido más Fuimos cuatro personas y como digo un descubrimiento. Para repetir sin duda.