Los mejores restaurantes de cocina tapas en Barcelona

17/02/2024: Santa Madalena es un restaurante de cocina catalana tradicional con toques modernos y creativos, ubicado en el barrio de Sant Antoni, en Barcelona. El chef y propietario es Quim Marqués, un profesional con una larga trayectoria, y que ha trabajado en El Bulli. El quería crear un restaurante de barrio, donde los clientes se sintieran como en casa y pudieran disfrutar de una comida sabrosa, honesta y asequible. El local era un antiguo almacén de frutas y verduras, que se ha reformado con un estilo rústico y acogedor, conservando algunos elementos originales. El espacio es amplio y luminoso, con una sala principal, una barra y una cocina vista. La carta se basa en los productos de temporada y del mercado, con una selección de platos que combinan la tradición y la innovación. Entre las especialidades, destacan las croquetas de jamón ibérico, el carpaccio de gamba roja, el arroz de bacalao y coliflor, el rabo de toro estofado, el fricandó de ternera o el canelón de pollo de corral. También hay opciones vegetarianas, como la ensalada de quinoa, el hummus de remolacha o el timbal de berenjena. Para acompañar, hay una carta de vinos y una variedad de cervezas artesanales. Para terminar, hay postres caseros, como el pastel de queso, el coulant de chocolate o el helado de yogur.

07/02/2024: No entiendo la buena propaganda que se ha hecho de este local, hasta el extremo que si no reservas no encuentras mesa. Para empezar el local es más bien cutre y han invertido muy poco en su remodelación aunque quisieran mantener su aire de restaurante de barrio. Los platos que probamos estaban bien cocinados y eran sabrosos pero las cantidades insuficientes.Pagas a precio de plato entero por un platillo.El menú diario consiste en una triste ensalada sin ninguna imaginación y un solo plato que cambia cada día de la semana por lo cual no tienes opción de elegir y dos opciones de postre de los menos elaborados de la limitada carta.Todo ello por 19,50eur.O sea por el precio deja mucho que desear.