Los mejores restaurantes con terraza de otras cocinas en Getafe

06/06/2025: Una vergüenza de sitio, el servicio malo, la comida peor, los camareros maleducados y muy impertinentes. No lo recomiendo para nada

29/05/2025: Exceso de confianza por parte de un camarero, creo que era el encargado o dueño.

08/06/2025: Enorme decepción. Llevo muchos años viniendo, pidiendo a domicilio y gastando bastante en esta crepería, primero con mi pareja y ahora con mis hijos también. Hemos traído a amigos y familiares muchas veces, a pesar de que han ido empeorando. Ya no ponen aceitunas de aperitivo con la bebida ni ensalada de acompañamiento con los crepes, los llenan menos y encima son más caros. Han reducido carta de crepes salados y han sustituido ingredientes para abaratar. Por ejemplo, la crepe cremosa de pollo ahora es crepe cremosa de setas. Muchos días de calor no ponen el aire acondicionado. Cuando se llena el local se saturan porque no aumentan personal y tardan en atender. Antes tenían dos baños y ahora sólo uno, por lo que se forman colas para entrar y a menudo falta papel higiénico. Papel de manos directamente no ponen. Tampoco hay una mísera percha ni cambiador para bebés, pese a ser un baño muy grande. Otras veces nos hemos apañado para cambiar a los niños, pero la última vez nos trataron mal. Al no tener donde cambiar el pañal, preguntamos si podíamos utilizar una silla (como en otros bares cuando no hay cambiador e incluso allí previa pregunta). La encargada nos respondió de mala manera que no era correcto hacer eso cerca de otros clientes que estaban comiendo. Le preguntamos dónde podíamos hacerlo para no molestar y se encogió de hombros. Al insistirle, nos propuso llevar una silla al baño, para lo que tendríamos que haber atravesado dos puertas abatibles con una silla voluminosa y gente esperando de por medio en un local pequeño. No era práctico. Además, habíamos pedido papel en dos ocasiones que nuestra hija mayor fue al baño. En las dos horas que estuvimos allí no se repuso. Tras pagar la cuenta, traté de aclarar el malentendido y la encargada se limitó a decir (siguiendo con las malas formas) que no están obligados a tener cambiador y que antes que reponer el papel prefería "darnos de comer" (claro, servir las mesas da ingresos; reponer papel no). Me cortó a medio hablar diciendo "mira, no tengo tiempo para esto" con una sonrisa socarrona y estando de risas y charla con otros clientes. Su actitud me acabó enfadando, como es lógico. La experiencia terminó con una hoja de reclamaciones que también tardó en traer y con que no queramos volver más. Y así es como, estando más pendiente de los ingresos que de la comodidad de tus clientes, acabas perdiendo a los habituales y a toda la gente que te llevan al local. Sin duda, no es la actitud más inteligente. P. D. Tienen las cosas mal escritas en francés en la carta y una vez nos dijeron que hacían los crepes con trigo sarraceno, pero no es así. Deberían saber que en Francia la masa de las crêpes saladas (galettes) y de las crêpes dulces es distinta.

08/06/2025: Enorme decepción. Llevo muchos años viniendo, pidiendo a domicilio y gastando bastante en esta crepería, primero con mi pareja y ahora con mis hijos también. Hemos traído a amigos y familiares muchas veces, a pesar de que han ido empeorando. Ya no ponen aceitunas de aperitivo con la bebida ni ensalada de acompañamiento con los crepes, los llenan menos y encima son más caros. Han reducido carta de crepes salados y han sustituido ingredientes para abaratar. Por ejemplo, la crepe cremosa de pollo ahora es crepe cremosa de setas. Muchos días de calor no ponen el aire acondicionado. Cuando se llena el local se saturan porque no aumentan personal y tardan en atender. Antes tenían dos baños y ahora sólo uno, por lo que se forman colas para entrar y a menudo falta papel higiénico. Papel de manos directamente no ponen. Tampoco hay una mísera percha ni cambiador para bebés, pese a ser un baño muy grande. Otras veces nos hemos apañado para cambiar a los niños, pero la última vez nos trataron mal. Al no tener donde cambiar el pañal, preguntamos si podíamos utilizar una silla (como en otros bares cuando no hay cambiador e incluso allí previa pregunta). La encargada nos respondió de mala manera que no era correcto hacer eso cerca de otros clientes que estaban comiendo. Le preguntamos dónde podíamos hacerlo para no molestar y se encogió de hombros. Al insistirle, nos propuso llevar una silla al baño, para lo que tendríamos que haber atravesado dos puertas abatibles con una silla voluminosa y gente esperando de por medio en un local pequeño. No era práctico. Además, habíamos pedido papel en dos ocasiones que nuestra hija mayor fue al baño. En las dos horas que estuvimos allí no se repuso. Tras pagar la cuenta, traté de aclarar el malentendido y la encargada se limitó a decir (siguiendo con las malas formas) que no están obligados a tener cambiador y que antes que reponer el papel prefería "darnos de comer" (claro, servir las mesas da ingresos; reponer papel no). Me cortó a medio hablar diciendo "mira, no tengo tiempo para esto" con una sonrisa socarrona y estando de risas y charla con otros clientes. Su actitud me acabó enfadando, como es lógico. La experiencia terminó con una hoja de reclamaciones que también tardó en traer y con que no queramos volver más. Y así es como, estando más pendiente de los ingresos que de la comodidad de tus clientes, acabas perdiendo a los habituales y a toda la gente que te llevan al local. Sin duda, no es la actitud más inteligente. P. D. Tienen las cosas mal escritas en francés en la carta y una vez nos dijeron que hacían los crepes con trigo sarraceno, pero no es así. Deberían saber que en Francia la masa de las crêpes saladas (galettes) y de las crêpes dulces es distinta.