Los mejores restaurantes con terraza de cocina mediterránea en Andratx

13/07/2025: Fuimos una mesa de 9 personas al restaurante Brismar, en el Puerto de Andratx, un sitio que siempre ha tenido una terraza preciosa y una ubicación privilegiada. Pero lo que debería haber sido una cena agradable acabó siendo una experiencia frustrante y decepcionante. Entrantes: pedimos calamares a la andaluza, gambas al ajillo y patatas bravas. Las gambas al ajillo, 25 €, venían con 5 gambas contadas, sin aceite, sin ajo, sin gracia. Totalmente insípidas. Las bravas y los calamares, sin más. Nada destacable. Platos principales: cuatro personas pedimos solomillo. Tres llegaron crudísimos, prácticamente crudos por dentro, y uno tan seco que parecía carne recalentada al microondas. Y como si fuera poco, los cuchillos no cortaban ni la mantequilla, así que la experiencia fue aún peor. La paella de arroz negro (33 € por persona) tenía una buena presentación, pero poco más. Se anunciaba como arroz negro con cigalas y calamares. De calamares, apenas algo; de cigalas, cuatro contadas. Y para rematar, el alioli, tanto el que acompañaba el pan como el del arroz, era insípido a más no poder. Pero lo más indignante fue el servicio: nos plantaron la paellera directamente en la mesa, ARDIENDO, entre copas vacías que nadie se molestó en retirar, dando por hecho que debíamos servirnos nosotros. Me acerqué con educación a la camarera y le pedí que, como es habitual en cualquier restaurante decente, nos sirviera. Su respuesta fue: “No lo hacemos porque no tenemos tiempo”. Al final lo hizo, pero la excusa fue casi más fea que el gesto. Pedí hablar con una encargada para comentar lo sucedido y su respuesta fue incluso peor: “Ese servicio no lo hacemos porque nos quita tiempo de trabajo”. ¿Perdón? Por 33 € por cabeza, ¿lo mínimo no sería que al menos pregunten si quieres que te sirvan o no? Otro comensal pidió atún a la brasa. Por 30 €, le sirvieron una rodaja ridículamente pequeña, con una guarnición casi inexistente. De vergüenza. Menos mal que apareció Magda, la otra encargada, que se preocupó de verdad por la situación, nos cambió los solomillos y puso de su parte para que al menos la noche no fuera un desastre total. Fue la única profesional que vimos en todo el servicio. Falta de profesionalidad, cero atención, y encima te cobran precios de escándalo solo por tener vistas al mar. Cada vez más sitios así. Lamentable

05/07/2025: Es un sábado por la noche y el ambiente está animado gracias al DJ que toca los ritmos adecuados. El servicio es genial. La ubicación justo en el agua, no puede ser mejor. Pero la comida, por desgracia, no está a la altura. La carne carecía de sabor. El pescado con guarnición estaba aburrido, la ensalada estaba bien pero nada especial. Lo sentimos, no volveremos.