Los mejores restaurantes de cocina mediterránea en Baza

9 restaurantes en GastroRanking

Ordenar por Restaurantes cercanos
Filtrar por:
8,2
833
Opiniones

Meson Los Moriscos


Baza
13/04/2024: Buen servicio y rápido. No te ponen tapas pero el resto es genial.
11/04/2024: No estado dentro paso por la calle

8,1
649
Opiniones

Cuevas Al Jatib


Baza
05/05/2024: NO OS DEIS MASAJES… Estuvimos allí para hacernos unos masajes. Un desastre. Reservamos el de 90 minutos, que incluye específicamente, cara y cuero cabelludo. No tocaron esas partes del cuerpo. Todo el tiempo fue bocabajo, sin darte la vuelta. No dieron masaje tampoco, ni en los pies ni las manos, bueno, en los pies muy poquito, una especie de caricias, sin tocar dedos ni seguir los huesos ni músculos, pero en las manos, ni tocarlas. Es un “masaje” que se limita a tocarte la espalda, y las piernas, sin buscar los músculos, simplemente poner presión y no mucha ni bien, en cualquier sitio. Dicho, de otra forma, es un toqueteo de espalda y piernas. Un auténtico desastre. Las personas que lo dan, no saben dar masaje, solo saben tocarte la piel, y hablamos de 65€ por 90 minutos. Es absurdo que ni siquiera se planteen darte la vuelta para masajear la parte de arriba del cuerpo y piernas. Y repito, y para colmo sin tocar ni cara ni cuero cabelludo cuando está claramente especificado en el masaje reservado.
01/05/2024: Se está convirtiendo en un sitio de referencia, en Baza. Con una más que notable carta, donde comer es una apuesta segura en calidad y buen servicio. Excelente carta de tés y dulces. Respecto a zona de zona de hamman y masajes, totalmente recomendable. Eso sí,si se va a comer, recomiendo reservar mesa.

7,9
920
Opiniones

La parra


Baza
07/05/2024: Perfecto para comer bien y rápido… recomendable
01/05/2024: Impresionante comida y fenomenal atención de todas las chicas

7,5
411
Opiniones

Meson Siglo XX


Baza
08/05/2024: Restaurante con cocina y servicio de toda la vida
25/03/2024: Comida casera y muy buena, mejor trato imposible, como en casa! Recomendable al 100%

6,4
113
Opiniones


No califica

Restaurante Leyenda


Baza
10/05/2024: La sopa de marisco pasada de sal y avecren, la merluza a la plancha sin condimentar, muchas moscas y el servicio horrible. Todos metidos en la cocina,para pedir algo hay que ir a la cocina. Por el trato y la comida,ya no vuelvo más.
04/01/2024: Hemos comido dos menús, el primer plato, eran judías de bote y el segundo, las pescadillas y las patatas eran congeladas, el pollo al horno tenia unos cuantos días. El menú con un cortado nos ha costado 12,20€. La verdad que ha sido una experiencia poco agradable y no volveremos más. Creo que por ese precio podrían hacerlo un poco mejor, por lo menos si lo comparámos con otros restaurantes de la zona.


No califica

7 Monjas


Baza
05/11/2023: Cuando vas a un sitio del que te han hablado bien, tienes, como mínimo, ilusión. Ilusión de lo que te vas a encontrar, de la presentación, de los sabores. Ya hay un primer traspiés cuando ves la carta: los precios. Estos precios de inflación desmedida (cómo lloramos con la pandemia y cómo estamos recuperando y multiplicando los beneficios a espuertas). Y es que no hay plato que baje de los 16 €. Bueno, piensas, esos precios serán sinónimo de calidad. Siguiente error. *** Lo que viene a continuación dista mucho de ser irónico o hiperbólico. Considérese como una descripción hiperrealista de los desagradables hechos acontecidos en un domingo en apariencias apacible y agradable *** Pedimos: 1. Atún rojo en escabeche: trajeron cuatro mazacotes de atún. Al ver el plato ya suenan los primeros soplidos y rebufos. Da pereza a la vista. Parece que tu hermanillo chico ha hecho la presentación con trozos de plastilina. Al cortarlos, lo encuentras duros. Y al meterlos en la boca, congelados. Ante el asombro le preguntamos a la camarera si ese plato es así, a lo que nos dice que puede presentarse en caliente, en frío o a temperatura ambiente. A nosotros nos tocaron gélidos. El plato se hace cuesta arriba, dejas de tener ganas de vivir y rezas por que todo pase lo más deprisa posible. Dejamos 2 trozacos de plastilina, dijimos que nos lo guardaran por favor para llevar a casa y al irnos los dejamos allí adrede. No queríamos sufrir de forma gratuita (bueno, por 18€). Un error en la elección lo puede tener cualquiera, dices para consolarte. 2. Cazuela de gambas al ajillo: aquí reconozco que parto con un gran hándicap en micontra: las gambas al pil-pil de mi padre no tienen parangón. Pero bueno, haciendo gala de los productos frescos y de proximidad que anuncian en el lugar, quizá recuperara la ilusión con este plato. Otro error. Las gambas eran traslúcidas, dejando ver a su través el fondo de la cazuela, de aspecto acuoso, deshinchadas, igual que cuando de estudiante cogías el paquete de gambas congeladas y las echabas directamente a la sartén... Ese aspecto... ¡Cómo nos maltratábamos y cómo nos maltratan ahora! Nada que ver con los gambones pletóricos, congestivos, rositas, aterciopelados, que se abren al calor de las brasas de mi papá y nunca quieres que se acaben. 3. Solomillo al Jerez: otro plato que te sume en la desesperación y en la desgana nada más que con la presentación. ¡Esto si es hiperbólico! (el plato, la presentación). Los lomos de solomillo naufragan en un caldo que les termina por ahogar. Los solomillos lo saben, se saben perdidos, y dejaron de nadar porque también perdieron la ilusión. No quieren una lenta agonía. Se acompaña de otro plato aparte de como unos 5 kg. de patatas, frías por fuera, ardiendo por dentro, con un sabor a mantequilla que me recordaron ligeramente a las patatas belgas y reconozco cierto gusto de obeso por ellas. El solomillo, redondeado como cortado a máquina, con sus bordes de grasita y esa tierna textura me hacen mucho recordar a esos 4 medallones de solomillo de cerdo que se pueden adquirir por poco menos de 3 € en un supermercado de marca muy conocida que empieza por MERCADON-. 4. Momento del postre: no teníamos ya la más mínima esperanza. Pero de perdidos, a la mar, como dijo un pescador. Pedimos tarta de queso de Oreo. Literalmente (¡literal!) la tarta es la prefabricada de polvos de la marca Royal (encima servida con la misma "sugerencia de presentación" que viene en el cartón del producto industrial). En mis tiempos mozos me alimenté mucho de ellas, de estas tartas industriales e insalubres, cuando me creía chef y era más pobre que las ratas de Tailandia. Era mi postre estrella para llevar a las casas de los colegas donde nos emborrachábamos como cubas y terminábamos tirando estas tartas perniciosas por las ventanas. ¡Y hasta los vagabundos desdentados y famélicos que pasaban por abajo preferían mearse en ellas a comerlas! Mis arterias sufrieron de lo lindo con ellas, pero gracias a este nada avergonzado abuso me ha permitido poder diferenciarlas a la perfección a kilómetros de distancia, y he aquí, mucho tiempo después y tras un durísimo periodo de desintoxicación, que vuelvo a dar con ellas. ¡Un despropósito! ¡Una tomadura de pelo! ¿Qué contestar luego a cuando te preguntan qué tal el postre? ¡Pues un descaro, señora! ¡Un descaro! 5. Bebidas: una cola zero, un tercio de cerveza, y lo mejor de todo, una jarra de agua del grifo y que todo llega a su fin, por muy horrible que sea. Cuenta: 67 €. Es lo que cuesta comer SIN ILUSIÓN. Nos la robaron a pulso.


No califica


No califica

Los Alamos


Baza

1

Apúntate a nuestra Newsletter

Su navegador no esta funcionalidad