Los mejores restaurantes de cocina fusión en Santiago de Compostela

24/03/2024: El personal casi no sabe idiomas extranjeros y parece tan apático como la comida.

23/02/2024: Un arroz de lo más orrible que he comido y una zamburiña que solo sabía a tomate y cebolla. El camarero muy soso y poco profesional. Vamos, como para volver

29/04/2024: María tan exquisita como la comida

24/04/2024: la PEOR EXPERIENCIA DE MI VIDA. Descargué la aplicación y escogí la opción de pedir a domicilio. Introduje mi dirección y tramité mi pedido. A continuación recibo un mensaje del propio local (remite "Lume na casa") asegurando que mi pedido había sido aceptado. Hice mi pedido para ser recibido a las 14:45, no obstante, a las 14:37 recibo otro mensaje diciendo "estamos preparando tu pedido y en breve saldrá en reparto". Ok, que llegase con retraso no me importaba, es de entender que todos podemos tener contratiempos. No obstante, sobre las 15:00 horas recibo una llamada. Era el repartidor. Me preguntaba dónde quedaba mi domicilio. Para no hacer el cuento más largo de lo que es, diré que la aplicación de Google no le mandaba a mi domicilio sino más lejos. Ya me empiezo a poner mosca porque él empieza a insinuar que no va a hacer la entrega. Yo le digo cuál es la carretera que debe coger para llegar, me dice "NO TE ESTOY ESCUCHANDO PORQUE VOY CONDUCIENDO". A duras penas me dejaba hablar, sólo se quejaba que él no tenía la culpa de que la aplicación de Google fuera mal. Yo le pedía que me escuchase. Le digo que tiene que coger la carretera que va al aeropuerto. Me dice "¿¿¡¡cómo!!?? ¿Tengo que ir hasta allá? ¿Pero eso queda en Santiago? yo no voy hasta allí que me retrasas todos los pedidos". Le digo que yo no quiero que me devuelvan mi dinero, que quiero mi comida, ya son las tres y cuarto de la tarde. Se niega a traerme el pedido. No daba crédito con la situación y con las malas maneras y con esas formas tan despotas, más propias de un ABUSÓN de patio de colegio que de un restaurante que, si bien no tiene estrella Michelin, no tiene reparos en utilizar el hashtag #michelinstar para las publicaciones de Lume, amparándose en la marca Lucía Freitas. Minutos después me llama ésta, Lucía, me pide disculpas por no mandarme mi pedido y me avisa que me hará el reintegro. Le expongo el trato recibido por parte del repartidor y que eso sí se merecía una disculpa, pues bien NO HUBO DISCULPA, lo único que me dice a esto es "resulta que ese NO ES UN TRABAJADOR CUALQUIERA, ES MI HERMANO Y ES UNO DE LOS DUEÑOS". Como si ser dueño del local le diese derecho a mal tratar a los clientes. Le pedí que ella misma valorase los perjuicios que a mí me suponía toda esa situación (quedarme sin un pedido a las tres y media cuando las cocinas cierran a las 4, estando alejada del centro, que asumiera el error de aceptar un pedido que después se negaron a hacerme...). Le pedí que ella misma me resarciese, que valorase los perjuicios, me pregunta a mí "¿en cuanto los valoras tú?". Le pedí el mismo importe que ella me había cobrado a mí, dijo que LO ACEPTABA y adivinar... TAMPOCO asumió esto, nunca asumió la cantidad a la que ella misma se comprometió. Esto último me da igual, lo que más me importa fueron las formas. Nunca he recibido un trato tan deplorable. Finalmente, yo me fui a trabajar sin haber comido porque era imposible, no me daba tiempo ya y con el malestar que cualquier humano pueda tener cuando se enseñan con uno sin motivo ni por qué. Infringiendo MIS DERECHOS COMO CONSUMIDORA, a cuyo efecto haré constar en una queja formal, cada uno de los preceptos infringidos de la Ley General de los Derechos de los Consumidores y Usuarios, una queja en términos jurídicos, como corresponde. Porque si yo no lo hago se sentirán con el derecho de volver a reiterar está situación con otra persona, y en mis manos está colaborar a que eso no vuelva a suceder, que no sientan la impunidad de sus acciones y la libertad para burlar los derechos de los clientes. También pongo en conocimiento de quien me lea que en la GUÍA MICHELIN existe un apartado de "oficina de atención al cliente", en la que puede informar del mal trato recibido en un restaurante recomendado por esta Guía. Si bien Lume no tiene estrella Michelin, no es menos cierto que se utiliza el hashtag #michelinstar en diversas publicaciones de Lume y, además, aprovecha el prestigio que le da a la propia chef tener una estrella en otro local para publicitar éste, Lume.