Los mejores restaurantes de cocina asador en Jerez de la Frontera
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8,1
3693 Opiniones |
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Fogon de Mariana
Jerez de la Frontera, 20-30€
03/11/2025: Restaurante con una decoración moderna y agradable, justo al lado del paseo marítimo. Comida de 10 y servicio excelente (en especial Manuel Díaz) con buenas recomendaciones. Repetiré.
01/11/2025: Fuimos a cenar en pareja, y la comida estuvo espectacular y a destacar el servicio de Susana que nos atendió con una buena sonrisa y muy amable.
Gracias por todo... volveremos
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7,3
327 Opiniones |
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Bar Solo Chirri
Jerez de la Frontera
23/08/2025: Un bar para tomarse una cerveza fresquita y tener una buena charla con los amigos
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7,0
1846 Opiniones |
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Venta el pollo
Jerez de la Frontera, 30-45€
10/11/2025: Muy barato y sin miserias, lel personal muy profesional.
09/11/2025: Suelo ir los domingos a desayunar con mis padres y mi pareja. Me encanta el sitio,es un lugar sencillo, humilde pero se come y se desayuna de escándalo.
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6,7
2960 Opiniones |
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Meson El Rancho
Jerez de la Frontera
25/10/2025: Experiencia gastronómica decepcionante
Octubre de 2025
El pasado viernes 24 de octubre, un grupo de unos treinta y cinco comensales nos reunimos en este restaurante con un menú previamente concertado que prometía una velada sencilla pero agradable: entrantes para compartir, un plato principal a elegir y cuatro bebidas por persona. Una propuesta correcta sobre el papel, que sin embargo se vio ensombrecida por una cadena de desatenciones y falta de profesionalidad que marcaron el tono de la noche.
El servicio comenzó con lentitud. Tras pedir la primera bebida, esta llego unos veinte minutos después. La noche transcurría, vasos vacíos y las conversaciones intentando llenar los huecos del tiempo dieron paso a una petición natural: una segunda ronda de bebidas por parte de algunos comensales entre los que me encuentro. La respuesta, tan fría como inesperada, "no se serviría nada más hasta que llegaran los aperitivos". Sin opción ni explicación, el ambiente comenzó a enturbiarse antes de que llegaran estos entrantes y el primer plato.
Cuando finalmente los entrantes hicieron su aparición, y unos 10 minutos después de poner estos, la tan esperada segunda bebida, la situación pareció encauzarse, pero duró poco. Al solicitar una nueva consumición, antes de que llegara el plato principal pedimos una tercera bebida, ya que habian transcurrido en ese momento unos 20 minutos desde que se terminaron los entrantes volviéndose a negar el restaurante a traer la misma hasta la llegada del plato principal. Media hora más tarde, los principales fueron llegando, en algunos casos fríos, desangelados y con la sensación de haber perdido su alma en la espera.
El mío, sin la salsa prometida, la recibí quince minutos después, cuando ya poco podía hacer más que confirmar la falta de sincronía entre cocina y sala.
Uno de los comensales, por su parte, no llegó a recibir su plato hasta reclamarlo. La respuesta inicial de la persona encargada de tomar comandas fue tan desconcertante como poco empática: “ya había salido” tenia que estar en la mesa. La confusión derivó en un reconocimiento forzado del error y alguna broma resignada para aliviar el malestar general.
Durante el resto de la cena, las bebidas se convirtieron en un tema recurrente, no tanto por su calidad como por su ausencia. Algunos asistentes solo recibieron dos de las cuatro acordadas, y al plantear la reclamación, se nos explicó que las cuatro eran “una estimación”. Difícil comprender cómo una cifra tan concreta podía transformarse en una aproximación sin previo aviso.
Hubo además quienes, por razones personales, pidieron modificar su elección de plato, incluso ofreciendo abonar la diferencia. La respuesta fue un rotundo “no”, sin matices, sin alternativas, sin esa mínima flexibilidad que distingue a los lugares donde el comensal es verdaderamente escuchado, habiendo indicado previamente que pagaba lo que se le indicara.
La actitud del personal, en especial de quien parecía llevar la voz cantante, osciló entre la indiferencia y la ironía. En más de una ocasión, los comentarios hacia mi como cliente (no hablare de terceros ya que esta reseña la hago de forma personal) rozaron el sarcasmo, como el que lanzo justificando retrasos o errores en la comida debida a la insistencia que algunos comensales teníamos con la bebidas. Como entenderán bromas fuera de lugar. En una cena que pretendía ser distendida, la actitud del servicio terminó resultando incómoda.
Al final, la sensación fue de oportunidad perdida. En general una cocina puede tener buenos ingredientes, un lugar puede tener encanto, pero sin empatía ni organización, toda experiencia se diluye.
El recuerdo que deja esta cena no es el de un sabor o un plato, sino el de una espera interminable, copas vacías y sonrisas forzadas.
Un restaurante puede permitirse un fallo en cocina; lo que no puede permitirse es olvidar que el verdadero arte de la hospitalidad empieza por el respeto al comensal.
25/10/2025: Muy buenas.
Teníamos cena concertada.
Tardaron mucho en atendernos.
La comida, escasa y de calidad mediocre. Lo peor fue la muy deficiente atención por parte de los camareros.
No recomendaría este establecimiento.
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