Zascandil en Ciudad Rodrigo

Me encantó. Su decoración, el trato de su equipo y sobre todo, su carta, todo exquisito. Fui con mi mascota y estuvimos en su bonita terraza.

Volviamos de Portugal y queriamos comer en Ciudad Rodrigo. resulto un poco complicado por la fiesta de Carnaval del Toro muy popular en C. Rodrigo. Ha sido un hallazgo tremendo, restaurante pequeño pero muy muy acogedor, la comida excelente con la carne al punto de lo mejor que he comido últimamente. Los pimientos rojos muy ricos y también los boletus. Alguien que vive y ama la comida y su negocio. Tenía la entrada vallada para que no molestara la gente con la fiesta, la ciudad estaba a tope y decide que no quiere saber nada, solo respetar a su clientela. Me quito el sombrero, por cierto el vino decantado. Volveremos sin duda.

¡Muy buena comida! Sabores únicos, una experiencia muy positiva.

Un sitio espectacular. Antonio, el propietario, nos atendió fenomenal. La comida es muy buena y original. Fuimos con nuestra mascota. La decoración muy original. Nos encanto. No os lo perdáis.

Tuvimos la ocasión de cenar en el Zascandil y no nos defraudó: La comida estaba muy buena, la carne espectacular en el punto perfecto. Y unos postres buenísimos. Por otra parte en lo que concierne al servicio...genial. Te atienden de maravilla. Muy recomendable.

Tuvimos una experiencia súper agradable, muy buena comida, champiñones a la plancha, carne a la brasa, una especialidad y el chocolate de 7 sabores, bueno, no podíamos esperar más. ¡Volveré en marzo y no elegiremos otro lugar para cenar o almorzar! ¡Muy bien!

Siempre es bueno volver a los restaurante que dejan huella, ya sea por los sabores, por la innovación, por el ambiente o por todo lo Anterior. El Zascandil subió el nivel gastronómico de Ciudad Rodrigo cuando nació. Y creó polémica porque estaba más enfocado a los visitantes que a los locales, y eso siempre crea recelo. Resistir a todo esto es meritorio, digno de un mirobrigense, hijos de voraces defensores del invasor francés. Pues hecha la introducción, pasamos a la manduca, que es lo rico. La carta, que ya tiene una década, sigue estando espectacular. De aperitivos tomate aliñado y jamón. Ahí no se falla. El jamón lo sirven con pan, ajo, aceites de la zona y sales. Y el Tomate muy sabroso. Sabores buenísimos y ya clásicos. Y de principales carpaccio de pulpo, chuletón para dos y presa ibérica. Me gustó la presentación de las patatas en el chuletón, como si fuera una jenga. Y de sabores todo bueno. De postre pedimos panetone y tarde queso.Habia un par de postres que faltaban, y tuvimos menos opciones. La tarta de queso estaba seguro en la lista, y de segundo, por desconocimiento, repetimos con queso! El panetone es un pan de pueblo de Bodon (pueblo vecino) con más quesazo! Recomiendo para híper queseros.

Comida excelente , todo estuvo bueno y trato inmejorable, repetiremos sin duda. Está en una calle con mucho encanto , recomiendo la experiencia.

Sitio con encanto, comida espectacular, calidad precio, volveremos seguro...

La comida fue excelente, asi como La atención y el entorno