Yume en Avilés

Todos los años para nuestro aniversario nos damos el capricho de ir a algún restaurante especial. Este año aprovechando unas minivacaciones en Gijon nos decidimos a a reservar en el restaurente Yume. Primero destacar donde se encuentra, en Aviles en la unica obra en la península ibérica del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer. Es un restaurante panoramico 360º y puedes apreciar la bahía de Avilés, y parte de su casco urbano (que no te puedes ir sin verlo por cierto!). Escogimos el menu especial que ofrecen los fines de semana. La atención de 10. Iratxe estuvo pendiente de nosotros en todo momento con sus explicaciones, se ve cuando alguien le pone pasión a lo que hace. El menu fueron 6 pases de platos elaboradisimos con sabores que no había probado nunca. La verdad que ha sido todo acierto, si aun no tiene la estrella michelin pues no le quedará mucho o es que inspector aun no se ha pasado por alli. Este día lo recordaremos con mucho cariño.

El sitio decorado y las vistas inmejorables, creo que no se valora esto lo suficiente. Pedimos el menú degustación que había cuando fuimos en diciembre, platos con sabores muy diferentes y muy elaborados.

¡Fue precioso! La artesanía de los platos y la variedad de ideas e ingredientes fueron absolutamente impresionantes. Esperamos volver a visitar Yume pronto. :)

Excelente,mágicos platos,sabores que te transporta .

Es una experiencia metafisica mediante los novedosos sabores que puedes experimentar en tu paladar, el ambiente y la decoracion dan un ambiente excepcionalmente propicio para la concentracion a la hora de experimentar los sabores en su maxima exprecion, con el desarrollo de nuevos platos nunca.

En una palabra fantástico, ¡una gran experiencia!

Expectacular restaurante, a la altura de cualquier lugar con designación de 2 estrellas michelin. Totalmente recomendable.

Llevaba con ganas de ir desde hace mucho tiempo y no defraudó: un viaje para nuestros paladares. La atención recibida fue cercana y cuidada, nos explicaron cada plato y respondieron a todas las preguntas que teníamos. Comida de producto y aprovechamiento, te sorprenderá! Cambian el menú más o menos cada 3 meses, volveremos pronto!

Bien en líneas generales. Tomamos el menú de san Valentín el cual estaba riquísimo, que incluía un aperitivo, vieira, rodaballo, carrilleras y postre. Las vistas muy bonitas. Le quitó una estrella ya que me pareció un poco escaso para el precio, el menú eran 70 €/persona, bebida aparte, que acabamos pagando 172€ entre los dos. Pero bueno, entendemos que también es un día señalado. No quedamos con hambre pero quizás esperábamos más. Lo volveremos a intentar, eso sí.

Restaurante totalmente recomendable Con vistas de todo el puerto preciosas Muy buen producto y bien elaborado Personal muy amable y profesional