Yogurissimo en Bilbao

Mi pareja, unos amigos, mi hija y yo hemos venido de Tenerife a pasar unos días en el norte y nos encanta pasear por el casco viejo. Después de tomarnos unos pintxos en la Plaza Nueva, nos hemos pasado a tomar un helado de postre. Siempre hemos sido de Panna Cioccolato pero no supera el sabor de estos helados. Nos atendió Luna, un cielo de niña. Nos recomendó el helado de Limón y 🧀 buenísimo…! Un helado que hay que probar al menos una vez en la vida. Mi hija lo pidió con el topping de cobertura de chocolate pero no vio el de la crema de ferrero rocher y Luna se lo ofreció como regalo teniendo ya puesto su topping. Nos dio conversación en todo momento y además nos deseó un buen viaje con una sonrisa en la cara invitándonos a que siempre íbamos a ser bienvenidos. El día 15 es nuestro último día en Bilbao pero sin duda alguna volveremos el verano que viene. Una pena no haber descubierto esta heladería antes….

Actitud impecable de los trabajadores, Salem, Lubna y Javier se llamaban creo Les pregunté los nombres Suelo ir muchas veces porque vivo cerca y siempre me atienden muy bien Nunca he puesto una reseña pero siempre hay una primera vez y la primera desde luego será aquí porque creo que es a la tienda que más voy hasta ahora. Pongo 4 estrellas porque llevo tiempo esperando a ver si traen otro tipo de helados como el de pistacho o ron con pasas por ejemplo pero aún nada y de ahí las 4 estrellas. Aún así, siempre tienen la mesa y los helados limpios No como otras tiendas que he ido. Cómo siempre volvere

La heladería que más cantidad te ponen, me he pasado por varias tiendas pero ninguna ha sido como está. Excelente servicio y helados de calidad.

¡Helado riquísimo y excelente servicio! ¡Me lo guardo!

Yogur en perfecto estado, muy buen sitio y excelentes trabajadores.

La mejor heladería de yogur que puedes encontrar en casco viejo, empleados majísimos y muy respetuosos, al final si uno se siente cómodo, termina siendo la mejor compra. Voy a volver sin dudarlo y con más ganas si me atiende la chica bajita de pelo negro, el hombre con menos pelo y el de la gorra!! 😊

El mejor yogur de la época sin duda y los mejores empleados!! Nose cuantos trabajan pero la chica y los 2 chicos que nos han atendido ayer sobre la tarde a mí y a mis amigas se les puede hablar como si fuesen amigos de toda la vida Por favor espero y ojalá se repita cuando vuelva

Una auténtica joya en el centro de Bilbao. Es parada obligatoria en Bilbao. El yogur helado es cremoso, natural y con un sabor espectacular. Se nota la calidad desde el principio.

Fantástico yogur helado, tan cremoso. Absolutamente delicioso. ¡Helados muy generosos! Tan bueno, que volvimos la noche siguiente. Servicio encantador también.

La heladería en sí es buenísima, todo lo que he probado está riquísimo y, en general, me encanta ir. Siempre me ha parecido un lugar de buena calidad, tanto en productos como en atención... o al menos solía ser así. Antes solía atender un hombre calvo (no sé su nombre) que siempre fue correcto y amable. Pero hubo una temporada en la que atendían dos personas: una mujer bajita, blanquita, con coleta castaña, y un chico con barba. Él fue súper majo conmigo, me trató con paciencia y se notaba que quería ayudar, incluso cuando había problemas. Ese día quise pedir un helado tipo bubble nose (creo que se llama así), pero la máquina para hacer la masa no funcionaba. Aun así, el chico se ofreció a intentarlo, y le agradecí el gesto. Sin embargo, la chica me dijo de forma muy borde que la máquina no funcionaba también. Su tono fue seco y desagradable. Cuando el helado salió mal, el chico quiso ponerlo en algo de cartón para que no se cayera. Le pedí si podía ponérmelo mejor en un vaso, y con mucha amabilidad me dijo que sí, incluso me propuso separar la masa y el helado en vasos distintos para que fuera más cómodo. Pero justo en ese momento, la chica le dijo de muy mala manera a su compañero, delante de mí: “Déjala que se busque la vida, pónselo todo en un vaso. Nosotros ya le hemos dicho, ella misma, que haga lo que quiera. Si se le cae, será cosa suya.” Lo dijo con un tono horrible, mirándome mal a mí y también al chico, que se quedó callado y siguió ayudándome sin perder la paciencia. La verdad, me pareció una actitud súper inapropiada y poco profesional. Me hizo sentir incómoda, como si estuviera molestando por pedir algo básico. Sinceramente, para tener trabajadoras así, mejor no tener una más, porque arruinan toda la experiencia. Menos mal que el chico fue todo lo contrario: amable, educado y con ganas de hacer bien su trabajo. A él no le puedo reprochar nada, de hecho, le agradezco cómo me trató.