Waman Restaurante en Bilbao

Para mí gusto los 14 pases se han quedado algo cortos… algún plato muy bueno y otros no tanto. Bien, pero calidad/precio excesivo.

Probamos el menú degustación corto de nueve platos “Inti”, por 85€ por persona más botella de vino. (Además de un snack de bienvenida que invita la casa) Propuesta gastronómica interesante, alguno de los platos más algo planos, pero otros realmente interesantes mezclando mucha acidez de fruta con las carnes y pescados. La atención a la altura de la comida y es parte de la razón que justifica el precio. Nos quedamos con ganas de probar el maridaje.

Inolvidable, no puedo parar de volver!!! Espectacular, cercano, profesional, al detalle. El personal único. La comida sorprendente. La bodega sin palabras. Un 10 en todo!

Nos ha encantado todo. El sabor de todos los platos de 10, y todo el servicio majísimos y súper atentos.

¡Menuda brutalidad y salvajada de sabores! Cada plato es una verdadera bofetada de sensaciones que estallan en el paladar, un auténtico deleite para los sentidos. No entiendo cómo aún no le han dado una estrella a este chico. El servicio es de 10, desde el tipo que te recibe en la entrada hasta cada uno de los camareros. Un auténtico alucine. Y eso que ya conocíamos la cocina peruana por haber vivido allí, pero estos platos son jodidamente brutales. Si tengo que poner una pega, y lo hago con todo el cariño, sería que aumentaran un poco el tamaño de algunos platos. Pedimos el segundo menú con más opciones y, la verdad, consideramos la posibilidad de pedir algo más. En estos restaurantes se sirven muchos platos distintos y las porciones no son enormes, pero sí nos gustaría que fueran un pelín más grandes, en nuestra humilde opinión. Dejando ese pequeño detalle a un lado, esta fue nuestra segunda visita y parece que este chef no tiene límites. La primera vez nos encantó, pero esta vez ha sido un chute de sabores y dopamina que roza lo orgásmico en cada bocado. Hacía tiempo que no disfrutábamos tanto en una cena. Además, tienen una oferta de vinos impresionante, tanto nacionales como internacionales. Y si no has probado el pisco sour en alguna de sus variantes, ¡es obligatorio! La decoración también es sobresaliente, cuidando cada detalle. Se nota que este restaurante no se ha abierto para especular, sino para colarse entre los mejores de la gastronomía peruana en el país. Estoy seguro de que le espera un futuro prometedor al chef, y no tardará en ser reconocido a nivel mundial. Quiero destacar un detalle que me ha parecido precioso: la mención en la carta del restaurante “El Rocoto”, que es propiedad de la madre del chef, donde ha mamado todos esos sabores de la cocina peruana. Cuenta una bonita historia de valentía, esfuerzo, sacrificio e ilusión de una familia que dejó su tierra y seres queridos para emprender este negocio. Los que somos autónomos sabemos lo que cuesta hacer que un proyecto prospere, y no hay cosa más hermosa que un hijo agradezca a sus padres todo lo que le han enseñado, mencionando el lugar donde todo comenzó, en el restaurante que está en la calle perpendicular al “Waman”, “El Rocoto”. Puedo imaginar el orgullo que siente esa madre al leer la dedicatoria de su hijo en la carta de su restaurante. Enhorabuena, a seguir currando duro, ¡y que viva Perú, carajo!

¡Me alegro mucho de haber cenado aquí! La degustación de trece platos representó una excelente relación calidad-precio. Cada plato fue una combinación magníficamente elaborada de sabores exquisitos y, sorprendentemente, ningún plato falló. El chef Gabriel Huamán diseña porciones complejas con minuciosa atención al detalle de los sabores, la sensación en boca y la presentación. Cada curso es una obra de arte encantadora. El restaurante es propiedad de una familia y el sommelier Guillermo está bien informado y estuvo atento a nuestras necesidades. Con tantos restaurantes turísticos en Bilbao, Waman es un destacado que merece grandes elogios. Consejo: camine por el puente peatonal para disfrutar de una excelente vista del fotográfico Guggenheim.

Magnífica experiencia! Hicimos el menú Inti, el “pequeño” y era tan espectacular que queremos volver para el menú Pachamama. Cada plato era una fantasía. Hicimos también maridaje de vinos y fue una auténtica sorpresa. Gracias a todo el equipo, sois geniales. Hasta la próxima!

Excelentes los platos y de calidad

Experiencia maravillosa, con un equipo de trabajo que sabe lo que hace, conoce lo que te ofrece y te hacen sentir muy cómodo desde el principio. Zorionak!

El menu degustación nos ha encantado. Todos los platos riquísimos, sabores que sorprenden y te dejan con ganas de repetir. Espacio muy agradable.